La utilización del óxido de zinc para heridas es quizás la aplicación más conocida de este ingrediente y la razón de su fama, más allá de otras cualidades y usos que posee, como su efecto ante el acné y como protector ante la radiación UV.
El óxido de zinc es versátil en lo que se refiere a las lesiones de la piel y puede usarse no sólo para cortaduras, sino también para úlceras, sarpullido, picaduras, eccema, dermatitis, entre otros.
Una explicación a esto es que genera las condiciones necesarias para una sanación más rápida y eficiente, previniendo infecciones, bajando la inflamación y reduciendo la cantidad de sebo y humedad.
En este artículo vamos a ver lo que se encontró respecto al uso del óxido de zinc para la sanación de heridas en la piel en general.
La falta de zinc y la sanación de heridas
El zinc no fue reconocido como esencial para los seres humanos sino hasta 1963 y recién fue declarado esencial por un organismo gubernamental (la FDA de USA) en 1978. *
Así, los primeros estudios que encuentro identificando la relación entre una deficiencia moderada de zinc y la lentitud en la sanación de heridas son de los 70’s (aunque tengo entendido que hay de antes incluso).
Por ejemplo, un estudio de 1970 ya mencionaba* que la concentración de zinc en la piel era importante para la sanación de heridas de pacientes con quemaduras o expuestos a estrés quirúrgico.
Es de sumo interés que una relativa preponderancia del total del zinc biológico se encuentra concentrado en la piel y las estructuras cutáneas, y que ciertos pacientes con problemas en la sanación de heridas exhiben niveles de zinc biológico subnormales.
Henzel JH, DeWeese MS, Lichti EL. Zinc Concentrations Within Healing Wounds: Significance of Postoperative Zincuria on Availability and Requirements During Tissue Repair. Arch Surg. 1970;100(4):349–357. doi:10.1001/archsurg.1970.01340220025005
En un estudio de 1995, investigadores japoneses observaron que la deficiencia de zinc en ratas retrasaba la sanación de heridas de úlcera en el estómago. La deficiencia fue de sólo el 30% respecto al grupo de control y eso fue suficiente para que, al cuarto día del experimento, se redujera la proliferación de células.
Un estudio de 1999 encontró que pacientes con úlceras crónicas presentaban deficiencias nutricionales de vitamina A, E, carotenos y zinc. Recomendó incrementar la ingesta de estos micronutrientes para ayudar en la sanación.
Más adelante, una revisión de estudios del 2018 de nuevo vio una relación entre la falta de nutrientes y la presencia de úlceras venosas en las piernas. Los nutrientes en falta eran vitaminas C y D, ácido fólico, flavonoides y zinc.
Luego, un estudio del 2019 también encontró una relación entre la deficiencia nutricional y la presencia de úlceras crónicas. Así, los investigadores vieron menores niveles de vitaminas B6, B9, C y D y mucho menos de zinc. De nuevo, junto a la falta de otros micronutrientes, existe una deficiencia de zinc cuando hay heridas que se prolongan en el tiempo.
Como podemos ver, las deficiencias nutricionales están relacionadas con la lentitud en la sanación de heridas, en lo cual la falta de zinc es una constante.
De esta manera, suplementar oralmente con zinc podría ayudar a sanar las heridas, de la misma manera como se ha visto que sirve para tratar otras afecciones relacionadas con su falta.
Sin embargo, aunque es necesario suplir la deficiencia, este no es el método más efectivo para curar las lesiones de la piel de manera rápida.
El zinc oral siempre es bueno, pero no es tan efectivo
El descubrimiento de la relación entre el nivel de zinc y la rapidez en la sanación de heridas hizo surgir la idea de que suplementar con zinc siempre llevaría a una curación más rápida. Esto fue desmentido más de una vez.
Por ejemplo, en un estudio de 1975, investigadores les dieron a ratas y conejillos de Indias sales de zinc como suplemento a una dieta normal sin deficiencias. No vieron diferencias en la velocidad de curación de heridas respecto a los animales no suplementados.
Luego, en un estudio de 1976, investigadores vieron que cambiar las dietas de grupos de ratas, para que algunas tuvieran más zinc, tampoco contribuyó en gran medida a mejorar la sanación de heridas. Así, afirmaron que hay lagunas en lo que se sabe del zinc para la regeneración de la piel.
De hecho, en el estudio de 1995 ya mencionado (en que se observaron úlceras del estómago en ratas), los investigadores les dieron suplementos de zinc a las ratas con deficiencia, volviendo el nivel de este mineral a uno normal, como el del grupo de control. Sin embargo, esto no revirtió el retraso en la sanación de las úlceras. O sea, la velocidad en la curación de heridas ya existentes no volvió a una normal al suplementarse con zinc. Los investigadores concluyeron en este estudio que el zinc es importante para la curación de las úlceras, pero especialmente en los estadios tempranos.
Una revisión de estudios del 2007 reconoce la importancia del zinc como mineral esencial en el organismo y su función para la sanación de heridas. Así, menciona que cumple una función importante en la transcripción de ADN y el sistema de enzimas que se activan en la curación de heridas, activando, por ejemplo, la migración de los queratinocitos. También protege el tejido que se está formando, protegiéndolo contra las especies reactivas de oxígeno y las bacterias.
Así, dice que la suplementación oral con zinc puede ser beneficiosa para tratar úlceras en las piernas de pacientes con deficiencia del mineral, por ejemplo. Sin embargo, no queda tan claro que lo sea para heridas de operaciones quirúrgicas.
Después, en una revisión de estudios del 2017, podemos volver a encontrar este reconocimiento del zinc como factor importante en la sanación de heridas. Así, se sabe que su deficiencia causa una mayor predisposición a la generación de lesiones y retarda la curación de las heridas. Además, cuando ocurre una lesión, disminuye la cantidad de zinc en el organismo, lo que podría causar una deficiencia que dificulte la curación. De esta manera, la suplementación con zinc en personas con deficiencia de este mineral siempre resulta en beneficiar la sanación.
Por otra parte, menciona que el efecto de este tratamiento en personas sin deficiencia respecto a la sanación de heridas no es tan conocido. Con esto se refiere a que los estudios existentes resultan inconsistentes a juicio de los investigadores, no pudiendo llegar a una conclusión definitiva sobre su uso. De esta manera, la suplementación oral con zinc en personas sin deficiencia no siempre trae resultados satisfactorios.
Otra revisión de estudios del 2017 dice que:
Mientras se ha llegado a un consenso en lo que se refiere al efecto perjudicial de la deficiencia de zinc en la curación de heridas, hay una considerable discordia en la literatura sobre los métodos óptimos y los verdaderos beneficios de la suplementación con zinc.
Kogan S, Sood A, Garnick MS. Zinc and Wound Healing: A Review of Zinc Physiology and Clinical Applications. Wounds. 2017 Apr;29(4):102-106. PMID: 28448263.
Ahora, de estos reportes que expuse brevemente (más allá de que existan más) podemos extraer lo siguiente:
La suplementación oral con zinc y el mantenimiento de un nivel normal de este mineral en el organismo es siempre algo beneficioso. Así, sirve para mantener la piel sana y prevenir el retraso en la sanación de heridas, entre otras afecciones.
Cuando ocurre una herida existiendo una deficiencia, la suplementación oral posterior con zinc para que vuelva al nivel normal no parece ser siempre suficiente para resolver el problema del retraso en la sanación. A pesar de que la existencia de un nivel normal de zinc en el organismo sea un requisito para que esta ocurra.
Agregar un extra de zinc a la dieta normal no da como resultado una mayor rapidez en la sanación de heridas. Así, la suplementación oral con zinc no traería muchos beneficios en la sanación para personas sin deficiencias que presentan dificultades para la curación por otras razones.
Es acá donde la aplicación sobre la piel puede ayudar…
La aplicación tópica de zinc es más efectiva para sanar heridas
En un estudio de 1990, M.S. Agren buscó dilucidar los efectos de la aplicación tópica de zinc para la sanación de una úlcera en la pierna y observar mejor los mecanismos de sanación de heridas que activaba usado de esta manera. Ya se había documentado a esa fecha el efecto de la suplementación oral con zinc en la curación de heridas en personas que presentaban una deficiencia, pero faltaba información respecto a la aplicación sobre la piel.
Realizó el experimento en 37 pacientes con úlceras en las piernas y bajos niveles de zinc. Observó que la aplicación de óxido de zinc promovió la re-epitelización de las heridas, esto es, la formación de un tejido membranoso sobre la lesión, esencial en el proceso de curación. Esta también fomentó su limpieza, actuando como antibacterial, previno infecciones y bajó la inflamación. Agren concluyó que la aplicación tópica de zinc puede estimular la sanación de la piel y que actúa no simplemente corrigiendo una deficiencia, sino que tiene un efecto farmacológico directo.
Además, según el estudio del 2007 ya mencionado, la aplicación tópica de zinc parece ser mejor que la ingesta oral de zinc para tratar heridas, especialmente para prevenir infecciones y promover la re-epitelización. También sugiere que no se estaba apreciando lo suficiente la terapia con zinc tópico, dada toda la información indicando sus beneficios para la sanación de la piel.
Así, menciona que el zinc tópico puede reducir la cantidad de células muertas (material necrótico) y la probabilidad de infecciones (al reducir el material infeccioso), fomentar la inmunidad, aumentar la producción de colágeno y liberar constantemente iones de zinc en la herida, que ayudarían con el proceso de re-epitelización.
Asimismo, hace mención al uso del óxido de zinc en pasta en vendajes y como este tratamiento, además, puede proteger y aliviar las lesiones inflamadas de la piel, como las úlceras, y aportar zinc a la herida, siendo así una terapia efectiva.
Luego, una revisión de estudios del 2017 trata sobre cómo el zinc interviene en diferentes aspectos de la sanación de heridas, buscando conocer los mecanismos por los que funciona para mejorar los tratamientos. Respecto al uso de zinc tópico para la sanación de heridas, menciona lo siguiente:
- Se ha usado ampliamente el sulfato de zinc tópico al 3% sobre heridas, por su efecto antioxidante
- Aplicar zinc tópico a través de la forma óxido de zinc aporta de manera prolongada zinc a la herida, potenciando la curación
- El óxido de zinc aumenta la degradación del colágeno en las heridas necróticas, es decir, favorece la eliminación del tejido muerto
- La aplicación tópica de zinc tiene un efecto fotoprotector contra la radiación UV
- Un estudio usando una pasta de óxido de zinc sobre úlceras venosas crónicas tuvo buenos resultados (sin embargo, fue un estudio pequeño)
- Un estudio usando unas soluciones tópicas con zinc comprobó que estas pudieron mejorar la curación de heridas
- Se investigan las nanopartículas de óxido de zinc para tratar heridas por su efectividad para penetrar las células, para modular el sistema inmune y por su capacidad antibacterial.
La revisión también menciona varios estudios y casos donde se usó zinc oral, con resultados variables. Así, en casos donde los pacientes presentaban carencia de zinc, suplementar aceleró la curación de heridas.
Hubo un caso donde los pacientes estaban desnutridos y tenían úlceras crónicas. Además de suplementar con zinc, se les dio una dieta más adecuada, con alta cantidad de calorías, proteínas y antioxidantes. A las 12 semanas, las úlceras se redujeron en gran medida. Sin embargo, no quedó claro si fue el zinc el que ayudó a la sanación, dado que este solo formó parte de una dieta más completa.
Pero, cuando claramente no había deficiencia, en más de un caso que se suplementó oralmente con zinc, no se vio diferencia en la velocidad de curación.
Por el contrario, en los estudios que presentó la revisión donde se usó zinc tópico, este siempre tuvo algún resultado, más allá de los defectos de tales investigaciones.
De esta manera, podemos volver a comprobar que la suplementación oral con zinc no siempre tiene un efecto claro en lo que se refiere a la curación de heridas. Pero usar zinc tópico puede traer buenos resultados, acelerando la sanación.
Así, más allá de que tener un nivel adecuado de zinc es necesario, aplicar zinc directamente a la herida es un método más efectivo y directo para que esta sane.
El zinc como parte de la piel
Voy a hacer una breve referencia a el zinc como un mineral que se encuentra de manera importante en la piel, de lo cual deriva la idea de que agregar zinc a un tratamiento de alguna manera va a ayudar en la sanación de la piel:
El zinc forma parte de la piel, la cual contiene una cantidad relativamente alta del mineral.
Así, se estima que el 5%* al 6%* aproximadamente del zinc del cuerpo se encuentra en la piel, en especial en la epidermis. De hecho, dada su abundancia en esta capa de la piel, una deficiencia moderada de zinc causa una piel más áspera y dificultad en la sanación de heridas.*
No es, sin embargo, el tejido en el que se presenta en mayor concentración (aunque sí el más grande), habiendo una mayor cantidad en la próstata, fluído seminal y tejido uveal. Además, la mitad del zinc en el cuerpo se encuentra en los huesos. *
En la dermis y epidermis, el zinc actúa como un estabilizador de las membranas celulares y un co-factor en la transcripción de ADN y el funcionamiento de diversas enzimas. También protege a las células contra las especies reactivas de oxígeno (que causan radicales libres y envejecimiento) y las toxinas de las bacterias, evitando la muerte celular.*
Función del zinc en la sanación de heridas
El zinc, como sabemos, cumple varias funciones importantes en el organismo, entre las cuales se encuentran la modulación del sistema inmune. Además, es antiinflamatorio e interviene en diferentes fases de la sanación de heridas, como la generación de nuevo tejido o re-epitelización.
De hecho, la revisión de estudios del 2017 sobre la modulación del zinc en las heridas, entre otras cuestiones, concluye:
El zinc juega un rol mayor en la regulación de cada fase del proceso de sanación de heridas; desde la reparación de la membrana, el estrés oxidativo, la coagulación, la inflamación y la defensa inmunitaria, la re-epitelización del tejido, la angiogénesis, a la fibrosis o formación de cicatriz.
Lin PH, Sermersheim M, Li H, Lee PHU, Steinberg SM, Ma J. Zinc in Wound Healing Modulation. Nutrients. 2017 Dec 24;10(1):16. doi: 10.3390/nu10010016. PMID: 29295546; PMCID: PMC5793244.
Respecto al uso del zinc en heridas, hay que recordar que la inflamación, el sistema inmune y la sanación de heridas se encuentran relacionados entre sí*. De esta forma, ante una lesión en la piel, se genera inflamación y existe el riesgo de que ocurra una infección por bacterias. Así, el zinc puede actuar bajando la inflamación y fortaleciendo el sistema inmune para que pueda combatir infecciones (además de ser antibacterial en sí). También reduce el estrés oxidativo que puede ocurrir por la lesión, previniendo un mayor daño a los tejidos por los radicales libres.*
En la práctica entonces, el óxido de zinc aplicado en una lesión libera iones de zinc, potenciando el proceso de sanación. También es antioxidante, protegiendo contra los radicales libres y previniendo el daño por estrés oxidativo. Asimismo, protege a la herida de la radiación UV. Además, previene infecciones, al fomentar la eliminación del tejido muerto, algo que puede aumentar el riesgo de infecciones, fortalecer el sistema inmune cutáneo que puede combatir las bacterias y por ser en sí antibacterial. También fomenta la producción de colágeno, promoviendo la generación de nuevo tejido o re-epitelización. Y, como se sabe, es antiinflamatorio, disminuyendo la inflamación en las heridas.
También se dice que el óxido de zinc, al ser astringente y seborregulador, disminuye la humedad y la cantidad de sebo en la piel y en la lesión, lo que también disminuye el riego de una infección por bacterias (no recuerdo donde leí esto, pero al menos lo podemos deducir por lógica: por lo que ya sabemos del efecto astrigente del ZnO y por la relación entre la humedad y las bacterias)
Asimismo, como el zinc en sí es parte de la piel, especialmente de la epidermis, es lógico que agregarlo al tratamiento ayudaría a restablecer la barrera cutánea.
Dados todos estos beneficios, el óxido de zinc puede ser un ingrediente muy beneficioso para tratar heridas, potenciando el proceso de sanación y creando las condiciones necesarias para que la herida cure.
Las distintas formas del zinc para usarse sobre la piel ¿Cuál es mejor?
El zinc puede usarse en distintas formas. Sobre la piel, pude ver que las dos formas principales en que se ha usado es como sulfato de zinc o como óxido de zinc.
Usar un ingrediente en distintas formas, aunque tienen propiedades en común, no siempre es lo mismo. Así, sería un poco distinto usar sulfato de zinc que óxido de zinc. Por supuesto, no conozco todas las diferencias entre estos ni como se diferencian en las reacciones químicas que generan sobre la piel. Pero algunas diferencias que pude encontrar con esta investigación son.
Diferencia entre óxido de zinc y sulfato de zinc en su aplicación | |
Óxido de zinc | Sulfato de zinc |
No es soluble en agua | Es soluble en agua |
Se puede aplicar en pasta (es sólido) | Se puede aplicar como una solución líquida |
Aplicado sobre la piel, libera zinc de manera prolongada | No liberaría zinc de manera prolongada, se absorbe rápido |
Es antioxidante | Es antioxidante |
Es fotoprotector | No es fotoprotector |
Investigando más, encontré una revisión de estudios donde se menciona que el sulfato de zinc podría retardar la curación (¡!).
En contraste con el óxido de zinc, el sulfato de zinc tópico no proveyó ningún beneficio a la sanación de heridas. De hecho, la aplicación de niveles altos de sulfato de zinc (>15 mmol/L ) dificultó significativamente la epitelización e indujo una respuesta dermal inflamatoria.
Samuel Kogan, Aditya Sood, Mark S. Granick; Zinc and Wound Healing: A Review of Zinc Physiology and Clinical Applications; Index Wounds 2017;29(4):102–106, https://www.hmpgloballearningnetwork.com/site/wounds/article/zinc-and-wound-healing-review-zinc-physiology-and-clinical-applications
Dado esto, el cuadro quedaría así:
Diferencia entre óxido de zinc y sulfato de zinc en su aplicación | |
Óxido de zinc | Sulfato de zinc |
No es soluble en agua | Es soluble en agua |
Se puede aplicar en pasta (es sólido) | Se puede aplicar como una solución líquida |
Aplicado sobre la piel, libera zinc de manera prolongada | No liberaría zinc de manera prolongada, se absorbe rápido |
Es antioxidante | Es antioxidante |
Es fotoprotector | No es fotoprotector |
Siempre beneficia la curación de la herida | Puede dificultar la sanación en altas concentraciones |
Además, el óxido de zinc es más práctico, potencia más la sanación y es más accesible.
Por lo tanto…
ÓXIDO DE ZINC > SULFATO DE ZINC
Por lo menos, aplicados sobre la piel con heridas.
Hay que recordar que el sulfato de zinc se suele usar como suplemento dietario. Además, que no sea muy beneficioso para las heridas no significa que no pueda tratar otras afecciones cutáneas, siendo útil para el herpes genital* y la queratosis actínica*.
Conclusiones sobre el uso del óxido de zinc para las heridas
Para resumir, el zinc es esencial para la correcta sanación de las heridas que ocurren en la piel y una falta de este puede retrasar la curación.
Aunque suplementar con zinc corrige esta falta y puede ayudar a la sanación, no es necesariamente el método más efectivo para curar las heridas en todos los casos.
Aplicar zinc sobre la piel puede ser una manera más efectiva y rápida de curar una herida que tomar zinc oral.
El óxido de zinc sobre la piel puede aportar estos beneficios a la hora de curar heridas:
- Fortalece el sistema inmune de la piel, lo que ayuda a combatir bacterias causantes de infecciones
- Ayuda en la eliminación del tejido muerto, el cual es un factor de riesgo para que ocurran infecciones
- Combate en sí las bacterias, por ser antibacterial
- Elimina el exceso de humedad y sebo que podrían aumentar el riesgo de infecciones
- Protege contra el daño que causarían los radicales libres que se generan durante la lesión, al ser antioxidante
- Protege contra la radiación UV, al ser fotoprotector
- Disminuye la inflamación, al ser antiinflamatorio
- Estimula la producción de colágeno, promoviendo la re-epitelización o formación de nuevo tejido
- Libera iones de zinc de manera prolongada en la herida, potenciando la curación
De esta manera, el óxido de zinc puede ser una buena alternativa para tratar heridas sobre la piel.
Por supuesto, hay mucho más material que se refiere a la relación entre el zinc y la sanación de heridas y como su uso puede ayudar a estas en distintas circunstancias o no. Así, lo que escribo acá es solo mi visión parcial del tema, de acuerdo a la información que encontré, que no me parece poca.
En definitiva, nos queda claro que el óxido de zinc es algo que puede servir para sanar diversos tipos de heridas, sin ser por ello una cura mágica, aunque sea “natural” (¡y accesible!).
[…] Como sabemos, el zinc tópico, en la forma de óxido de zinc, puede servir para sanar diversos tipos de heridas. Esto se puede deducir a partir de su efecto beneficioso sobre la piel y como se ha visto que potencia la sanación de distintas maneras, como pudimos aprender en detalle en un artículo anterior. […]