El aceite de jojoba es muy utilizado en cosmética, debido a sus múltiples propiedades y aptitud para todo tipo de pieles.
Se trata de un ingrediente que puede ser utilizado tanto para humectar una piel seca como para controlar el exceso de sebo y nutrir una piel grasa.
Así, se considera que es prácticamente oro líquido vegetal, teniendo también efectos curativos sobre la piel.
En este artículo te voy a contar de dónde proviene este aceite, qué es realmente, sus propiedades y usos para la piel, posibles contraindicaciones y efectos secundarios y cómo aprovecharlo.
El aceite de jojoba proviene de la planta Simmondsia chinensis, arbusto originario de los desiertos de Sonora, en EEUU, y Mojave, en Méjico. También se cultiva en otros lugares donde se dan las condiciones, como Argentina, Chile, Australia y Egipto.
Es un arbusto perenne que se da en lugares áridos, adaptándose a suelos pobres, sequías y altas temperaturas, de hasta 55 ºC. Se ha podido cultivar en lugares donde otros cultivos no se dan o no son rentables. *
Esta planta es parte de la medicina tradicional y folclórica de la zona (Méjico y EEUU). Los nativos en esas ubicaciones apreciaban el fruto y el aceite. Los frutos, además, también pueden comerse. *
El aceite se extrae de las semillas de esta planta.
Presenta un color dorado y es muy fluido y liviano, al contrario de otros aceites.
Además, tiene una mayor estabilidad que estos, al contener antioxidantes naturales, que evitan que se enrancie con la misma facilidad que otros. *
Además de los beneficios que aporta a la piel, tiene usos industriales y en preparaciones medicinales o farmacéuticas.
Esto se debe a las características especiales que presenta, en tanto es muy estable, teniendo una alta resistencia a la oxidación, gran capacidad de penetración en la piel, capacidad para disolver drogas y compuestos difícilmente solubles y al ser un humectante y emoliente natural. *
Así, se lo utiliza como excipiente en emulsiones que son drogas o medicamentos tópicos, en emulsiones o pomadas antifúngicas, para aumentar la penetración de otros compuestos, como medicinas , o para solubilizar compuestos no fácilmente solubles en agua o aceite, como el licopeno.
El “aceite”, en realidad, está compuesto principalmente por ceras, especialmente ésteres de cera.
Estas ceras serían el 98% del llamado aceite, por lo que es más correcto considerarlo una cera vegetal líquida.
Esta cera, además de ésteres, presenta ácidos grasos y alcoholes, en pequeñas cantidades. Así, hay un 0,96% de ácidos grasos y un 1,11% de alcoholes en el “aceite”.
Otro compuesto del llamado aceite de jojoba son los esteroles, como, por ejemplo, el colesterol.
También presenta, en mucha menor medida, flavonoides (antioxidantes), como la quercetina, compuestos fenólicos y cianogénicos.
Asimismo, cuenta con vitaminas liposolubles, especialmente vitamina D y, en menor medida, vitamina A. *
Ya vimos las carectarísticas del aceite de jojoba, que en realidad es una cera vegetal y que ofrece ventajas en varios rubros, incluyendo la industria y la farmacéutica.
Ahora veamos cómo puede beneficiar al cutis.
El aceite de jojoba para la piel es:
El aceite de jojoba es un excelente emoliente, de cualidades similares a los petrolatos (aceite mineral) y la lanolina, pero sin la sensación de grasitud.
Es oclusivo, esto es, genera una película o capa protectora en la piel que impide o reduce la evaporación de agua, al mismo tiempo que se absorbe rápidamente.
Los efectos pueden sentirse en pocos minutos y durar horas, por lo que es ideal para piel seca.
Lubrica la piel y la vuelve más suave y flexible, por ejemplo, ante cambios en las expresiones faciales.
La jojoba ozonizada también puede volver a la piel repelente del agua y hacerla más resistente al efecto secante y endurecedor de lavarse la cara con agua y jabón. *
El aceite de jojoba es también considerado un excelente humectante, al ser capaz de retener la humedad en la piel.
Tiene un alto peso molecular y baja viscosidad, siendo así parecido al sebo humano. Esto permite que sea fácilmente aceptado y absorbido por la piel y contribuye a fortalecer la barrera lipídica. *
La capacidad humectante del aceite de jojoba puede aumentarse con la adición de otros compuestos naturales.
Por ejemplo, según un estudio del 2008, la combinación de ésteres de jojoba hidrolizada con glicerol puede lograr una humectación duradera de la piel.
El glicerol es un emoliente y humectante efectivo y los ésteres de jojoba hidrolizados pueden aumentar la hidratación y otorgar una mejor sensación cutánea. Esto se ha visto a partir de su inclusión en innumerables productos cosméticos.
Así, se observaron los efectos de una mezcla de estos dos compuestos en la pierna de voluntarios, midiéndose la hidratación al cabo de 8 a 24 horas.
Se encontró que la mezcla de estéres de jojoba hidrolizada con glicerol podía mantener la humectación de la piel por, al menos, 24 horas.
Así, el aceite de jojoba es un humectante ideal, cuya capacidad puede ser multiplicada con la adición de otros ingredientes.
La jojoba tiene un efecto antiinflamatorio, lo que puede servir para enfermedades que impliquen inflamaciones, incluso de tipo agudas y crónicas.
En un estudio del 2005, el aceite de jojoba mostró capacidad de reducir distintos tipos de inflamaciones en ratas, así como otros factores que eran parte de esta, como granulación, liberación de óxido nítrico, factores tumorales y cambios histopatológicos.
Por su contenido en compuestos fenólicos, el aceite de jojoba tiene actividad antioxidante, al bloquear a los radicales libres que causan la destrucción de la elastina y el colágeno.
Según un estudio del 2014, el aceite esencial de jojoba contiene 14,90 mg/g (equivalente ácido gálico) de compuestos fenólicos.
También se encontró que el aceite de jojoba protege del estrés oxidativo causado por las fumonisinas, una toxina que inhibe la síntesis de cerámidas y biomoléculas esenciales.
La propiedad antioxidante de la jojoba también es atribuida a su contenido en simmondsin, un tipo de éster de cera.
En un estudio analizando la capacidad antioxidante de diferentes plantas ante un tipo estable de radical libre (DPPH), también se halló potencial antioxidante en la jojoba. Sin embargo, esta es bastante baja en comparación con el de otros compuestos.
Así, se midió que el aceite de jojoba tiene un procentaje de 7,81% de inhibición del radical libre DPPH, mientras que las demás plantas estudiadas presentan una inhibición mayor al 12% y hasta el 88%.
También se descubrió que la jojoba inhibe la lipogenasa, una enzima involucrada en enfermedades causadas por radicales libres. Esto se debe principalmente a su contenido en flavonoides.
Así, dados sus contenidos, el aceite de jojoba posee cierta actividad antioxidante, la cual puede ayudar a la piel a combatir los efectos de los radicales libres, a pesar de que la misma no es tan significativa como en otros aceites o ingredientes.
El aceite de jojoba tiene ciertas propiedades antibacterianas.
Así, inhibe bacterias como Tubercle bacilli, leprosy bacilli, y Brucelli.
Además, por su estructura molecular similar, esta cera líquida puede ayudar a disolver las capas de cera sólida que protegen a las bacterias, con lo que ayudaría en la actuación de los antibióticos.
Un estudio, del 2019, encontró actividad antibacterial del aceite de jojoba contra bacterias comunes, como B. subtilis, S. aureus, P. Vulgaris y P. Mirabilis.
Por otro lado, según un estudio sobre aceite de jojoba del Jordán, este no presenta actividad antibacteriana contra las bacterias S. aureus (involucrada en el acné), B. subtilis, E. coli, K. Pneumonia y C. albicans.
Tampoco se encontró actividad antibacterial del aceite contra Bacillus subtilis, Pseudomonas aeruginosa y Salmonella choleraesuis.
Por otro lado, parece que el extracto de la raíz del arbusto de jojoba tiene mejores propiedades antibacteriales.
De esta manera, el aceite de jojoba también tiene cierto poder antibacterial. El mismo funciona especialmente contra ciertas bacterias. En esto, no todos los aceites de jojoba son iguales y puede que no todos tengan efecto contra las bacterias propias del acné.
Con independencia de este hecho, se ha visto que el aceite de jojoba es capaz de mejorar el acné, como veremos.
Se ha observado que el extracto de las hojas de la jojoba tiene actividad antiviral y puede combatir el virus del herpes.
Según un estudio del 2010, el extracto de hojas de jojoba, tanto acuoso como alcohólico, tiene actividad contra el herpes, al interactuar directamente con las moléculas del virus e impedir que lleguen a las células. Así, es efectivo contra el virus, menos tóxico que una droga convencional, el aciclovir (ACV), y tiene efectividad también contra las variantes que han desarrollado resistencia a los medicamentos.
Posteriormente, en un estudio del 2021, se halló que la cera de jojoba (o “aceite” de jojoba) tiene en sí actividad antiviral.
Así, el uso de distintas preparaciones con 850 µg/mL de aceite de jojoba inhibió la formación de placa de herpes simple tipo 1 de un 35% a un 55%. El efecto fue comparable al logrado por el aciclovir, siendo sólo levemente menor.
El efecto anti-herpes se atribuyó a la presencia de ésteres de ácidos grasos de cadena larga únicos y la composición de los alcoholes lipídicos.
Como limitantes, el aceite de jojoba resultó ser tóxico a las células en concentraciones mayores (1000 µg/mL) y tenía baja biodisponibilidad.
Es necesario que el aceite de jojoba esté presente al momento de la infección para que tenga efecto protector o aplicarlo después como tratamiento. *
En definitiva, el aceite de jojoba puede ayudar a combatir el virus del herpes.
El aceite de jojoba también presenta propiedades antifúngicas, por su contenido en simmondsin.
Así, puede combatir hongos de distintos tipos: Botrytis fabae, Fusarium oxysporum, Rhizocotonia solani, Pythium debarianum y F. oxysporum.
Se encontró que el simmondsin inhibe mayormente al Botrytis fabae y era menos sensible en inhibir al Fusarium oxysporum. Por otro lado, el ferulato 2 de simmondsin tiene la mayor actividad inhibitoria sobre el Rhizocotonia solani y el Botrytis fabae, en comparación con su actividad sobre el Pythium debarianum y el F. oxysporum.
Al-Obaidi JR, Halabi MF, AlKhalifah NS, Asanar S, Al-Soqeer AA, Attia MF. A review on plant importance, biotechnological aspects, and cultivation challenges of jojoba plant. Biol Res. 2017 Aug 24;50(1):25. doi: 10.1186/s40659-017-0131-x. PMID: 28838321; PMCID: PMC5571488.
Según un estudio del 2019, no se encontró actividad contra laCandida albicans ni el Asperigillus flavus.
Así, el aceite de jojoba tiene actividad antifúngica contra ciertos tipos de hongos, aunque no contra todos.
El aceite de jojoba tiene una estructura molecular similar al del sebo humano.
De hecho, es parte de una fórmula para fabricar sebo humano sintético.
Esto hace que, al ser utilizado sobre la piel, esta perciba que ya hubo suficiente producción de sebo y que la piel está protegida.
De esta manera, disminuye la producción sebácea excesiva.
El aceite de jojoba tiene propiedades regenerativas en la piel, al fomentar la actividad de los fibroblastos …link… y de los queratinocitos.
Esto se observó en un estudio del 2011, en que se vieron los efectos del aceite de jojoba in vitro, recreando heridas por arañazos en capas de células. Este estimuló a los fibroblastos a producir más colágeno y aceleró el cerrado de la herida por estos y los queratinocitos. Además, no tuvo efecto tóxico en las células.
El estudio concluyó que el aceite de jojoba podría usarse en el tratamiento de heridas.
Dadas las propiedades mencionadas, el aceite de jojoba tiene muchas utilidades.
Algunas de ellas son:
Puede usarse como un humectante general en una rutina de belleza.
Puede ayudar a prevenir o atrasar los signos de la edad, al hacer que la piel retenga su hidratación, hacerla más suave y flexible y aportar compuestos antioxidantes y antiinflamatorios.
Se trata de un emoliente que mejora la textura de la piel, con lo que puede otorgarle mayor flexibilidad y firmeza.
Dada su propiedad reguladora, al moderar la actividad de la glándula sebácea, el aceite de jojoba puede servir para controlar la seborrea, esto es, el exceso de grasa en la piel.
Se considera que el aceite de jojoba sirve para tratar el acné.
Se dio prueba de esto en 1973, cuando un científico llamado Miwa observó su efecto en pacientes con acné.
Siendo una cera líquida, trabaja disolviendo los depósitos de sebo en los poros, en los que penetra, lo que ayuda a remover los comedones.
Además de ser efectivo, no se observaron efectos secundarios. *
Mezclado en una mascarilla de arcilla o de fango termal, puede agregar sus beneficios a esta y ser un buen tratamiento para el acné y lesiones de este (cicatrices).
Esto se observó en un ensayo clínico del 2012, en el cual 194 voluntarios usaron mascarillas de arcilla y aceite de jojoba 2 a 3 veces por semana durante 6 semanas. Al cabo de estas, se encontró que el número de lesiones y de pústulas se habían reducido significativamente.
De esta manera, se concluyó que el uso de mascarillas de arcilla y aceite de jojoba es un tratamiento efectivo para el acné leve y las lesiones.
Además, por su propiedad reguladora, el aceite de jojoba puede hacer que la piel deje de producir exceso de sebo, lo que sirve para prevenir que se produzcan nuevos brotes de acné.
El aceite de jojoba puede servir para calmar la piel irritado, al contener propiedades antiinflamatorias y ser un emoliente que protege la piel.
Por sus propiedades emolientes y humectantes, el aceite de jojoba es ideal para tratar la piel seca, al fortalecer la barrera lipídica que a esta le hace falta, permitiéndole retener mejor la humedad.
De la misma manera, sirve para prevenir y tratar todo lo relacionado a la piel seca:
El aceite de jojoba puede usarse para tratar la psoriasis, al tener un efecto queratolítico y queratoplástico, lo cual sirve para prevenir la excesiva descamación que produce esta enfermedad.
La dermatitis atópica se caracteriza por la presencia de inflamación y la alteración de la barrera protectiva de la piel, lo que lleva a piel seca, con o sin descamación. Todo esto contribuye a una mayor sensibilidad a agentes alérgenos.
Usar un emoliente como el aceite de jojoba puede mejorar la barrera protectiva, disminuyendo los síntomas. Puede utilizarse de forma temprana, para tratar y controlar esta enfermedad crónica y prevenir su progresión.
Se argumenta que el principal problema con la dermatitis atópica es el de la disfunción de la barrera lipídica, a partir de lo cual se produce la inflamación, por haber poca protección contra los factores externos. Así, se ha considerado que, en vez de corticoides, que sólo tratan la inflamación, sería más sensato una terapia de reemplazo lipídico, utilizando compuestos fisiológicos para recrear el sebo humano. *
Así, el aceite de jojoba podría resultar útil como tratamiento, en tanto, al ser una cera y presentar colesterol, sería más parecido al sebo que otros compuestos, como el aceite mineral.
Hay personas que lo han usado con éxito contra la dermatitis.
Además, como se mencionó, es también antiinflamatorio, por lo que puede ayudar con este síntoma.
Aún así, hay que tener en cuenta que no es la solución final (según el estudio, el tratamiento también requiere cerámidas), pero puede ayudar.
Se considera que el aceite de jojoba puede servir para tratar el eccema que se presenta en la dermatitis, debido a sus propiedades antiinflamatorias y emolientes.
Se sugiere que el aceite de jojoba puede ayudar a recuperar la piel luego de la exposición al sol, debido a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, regenerativas y humectantes.
El aceite de jojoba puede usarse en el tratamiento de heridas, según un estudio del 2011.
El mismo se realizó in vitro, sobre queratinocitos y fibroblastos. Se observó que la jojoba lograba estimular la actividad de estas células para la curación de heridas, por ejemplo, promoviendo la síntesis de colágeno por los fibroblastos.
Como mencioné, el aceite de jojoba tiene actividad antiviral, la que se vio comprobada contra el herpes.
Además, contiene docosanol, ingrediente activo en cremas contra el herpes, que inhibe al virus e impide su proliferación a otras células.
Otra manera en que el aceite de jojoba puede ser útil contra este virus es actuando como diluyente.
Así, puede servir de diluyente para aceites esenciales también recomendados contra el mismo, favoreciendo la absorción por la piel.
De esta forma, una manera de combatir el herpes labial es usar una mezcla de aceite de jojoba con el aceite de menta piperita o de árbol del té diluido y aplicarla sobre la zona. *
Se considera que el aceite de jojoba puede servir como un buen removedor de maquillaje, al no tener una textura tan grasa como otros aceites, por lo que no cargaría la piel con mayor oleosidad.
Puede usarse aplicando unas gotas en la cara, en las zonas donde se quiera remover maquillaje, dejándolo un rato y, luego, remover con un algodón o toalla limpia con agua tibia.
O aplicando unas gotas directamente sobre el algodón y pasando este por el rostro.
El aceite de jojoba es considerado hipoalergénico, por lo que es raro que surja alguna reacción negativa.
De hecho, se hicieron varios testeos en animales y personas, tratando de identificar algún efecto tóxico.
Por ejemplo, en una prueba en conejillos de indias, sólo se produjo una leve inflamación luego de 30 días de la aplicación tópica, lo que se atribuyó al efecto oclusivo del aceite y fue fácilmente revertido.
De la misma manera, no se encontraron reacciones alérgicas en humanos, salvo en personas hiperalérgicas. *
Así, a pesar de su seguridad, se han dado casos de alergia a este aceite. Si tenés esta alergia, será mejor que evites su uso.
Podés probar si la tenés haciendo una prueba en la parte inferior del brazo, colocando unas 3 o 4 gotas del aceite en esa zona, aplicando un vendaje y dejándolo durante 24 horas.
Observá luego si apareció alguna reacción.
Al ser un aceite muy fluido, puede aplicarse directamente sobre la piel.
Es seguro para aplicar en el contorno de ojos.
También se puede mezclar en alguna preparación cosmética, por ejemplo, una mascarilla nutritiva y humectante para la piel. O mezclarse con otros aceites, como el aceite de almendras.
Asimismo, sirve como diluyente para aceites esenciales.
Además, podés buscar productos que lo contengan como ingrediente.
El aceite de jojoba presenta múltiples usos en distintos rubros debido a sus propiedades y características.
En cosmética, es un excelente emoliente y humectante. Es, además, antiinflamatorio, antioxidante y regula la secreción sebácea. Asimismo, posee cierta propiedad limitada antiséptica, antiviral y antifúngica.
Puede usarse para mantener la humectación e hidratación cutáneas, así como conservar la firmeza y elasticidad del rostro. Con esto, puede servir en un tratamiento anti-age, ayudando a retrasar los signos de la edad.
Además, resulta útil para afecciones que impliquen piel seca o la pérdida de la barrera protectiva de la piel, como eccema y dermatitis atópica.
Puede servir tanto para una piel seca como para una grasa.
Casi no presenta contraindicaciones o efectos secundarios, salvo para el caso de personas alérgicas, lo que, aún así, es raro.
Dado todo esto, el aceite de jojoba es ideal para incluir en una rutina de belleza o cuidado cutáneo.
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