Tal vez ya te hayan dicho que los puntitos que tenés en la nariz no son puntos negros, sino simples y ordinarios filamentos sebáceos. Y que no tenés nada de lo que preocuparte ni razón para maltratarlos.
Pero ¿qué son estos filamentos sebáceos? ¿Por qué son diferentes de los puntos negros? ¿Hay alguna manera de quitarlos?
En este artículo, te voy a describir a los filamentos, diferenciarlos de los puntos negros y dar consejos sobre cómo tratar con ellos.
¿Qué son los filamentos sebáceos?
Los filamentos sebáceos son pequeñas obstrucciones parciales de los poros que se ven como pequeñas líneas blancas o grisáceas en la piel. Están compuestos por una mezcla de sebo, bacterias, células muertas y un folículo piloso. Se pueden encontrar en la zona centrofacial, como mentón, alrededor de la boca, frente y, especialmente, en la nariz.
Su forma es como la de pequeñas estructuras cilíndricas y suelen ser de color blanco, amarillento o gris (en el exterior). Son uniformes respecto a su tamaño, es decir, verás que todos los filamentos sebáceos se parecen bastante entre sí. Lo que sostiene a estas estructuras es un esqueleto de 10 a 30 capas de células espinosas, las cuales envuelven a la acumulación de sebo, bacterias, fragmentos de corneocitos y al folículo piloso.
Forman parte natural de la anatomía de la piel y se forman cuando el sebo se queda acumulado en los poros. Esto es resultado de la producción normal de este y el no removerlo de los poros. Es decir, no necesariamente hay sobreproducción por las glándulas sebáceas ni un problema grave de higiene o salud de la piel.
Su aparición notable es frecuente más que nada en personas en la post-pubertad, con poros grandes y seborrea, es decir, de piel grasa. Por supuesto, también pueden verse en personas con piel mixta, en la zona T del rostro. *
¿Cuándo son un problema los filamentos sebáceos?
Aunque son una parte normal de la piel e inofensivos, no indicando por lo común ningún problema cutáneo grave, existen casos donde pueden exacerbarse.
Así, si las estructuras cilíndricas sobresalen del rostro, esto puede indicar una negligencia en el cuidado personal, especialmente de la higiene. *
Además, se vuelven un problema estético notable, como se puede ver en este caso.
¿Cómo diferenciar a los filamentos sebáceos de los puntos negros?
Puede que sea bastante normal confundir los filamentos sebáceos con los puntos negros, pero no son lo mismo.
Ambos implican una obstrucción de los poros a partir de una acumulación de sebo, células muertas y bacterias. Y ambos suelen aparecer en la zona centrofacial y T del rostro y son más prominentes en pieles grasas.
Sin embargo, los filamentos sebáceos son una obstrucción parcial y su presencia es normal, mientras que los puntos negros obstruyen completamente al poro y son un signo de la patología cutánea del acné.
Hice un cuadro comparativo para que sea más fácil visualizar las diferencias. Así, podemos ver que los filamentos sebáceos y los puntos negros se distinguen entre sí de esta manera:
Filamentos sebáceos | Puntos negros |
Obstrucción parcial del poro | Obstrucción completa del poro |
Se ven como líneas blancas o grisáceas | Se ven como manchas oscuras |
Color blanco, amarillento o gris | Color negro |
Textura suave al tacto, no sobresalen | Sobresalen como una protuberancia de la piel, con bordes definidos en la abertura del poro |
Tamaño y forma uniformes | Pueden variar en formas y tamaños, suelen ser más grandes que los filamentos |
Formados por sebo, células muertas, bacterias y un folículo piloso, donde hay | Formados por sebo, células muertas, bacterias y queratina |
No son signo de acné, sino parte normal de la piel | Son signo de acné, su presencia no es normal |
Mejoran manteniendo una buena higiene | Pueden prevenirse y mejoran manteniendo una buena higiene |
Probablemente no se pueda eliminarlos por completo | Se los puede remover con presión o ayuda dermatológica |
¿Cómo prevenir la aparición de los filamentos sebáceos? Y ¿cómo tratarlos una vez que aparecieron?
Como dije, los filamentos son parte natural de la piel, así que no es que se pueda evitar su existencia. Quitarlos, por ejemplo, con esas cintas adhesivas para la nariz o las mascarillas peel-off no te servirá de nada y es un maltrato a la piel. La razón es que los poros vuelven a llenarse con filamentos sebáceos al cabo de 30 días*.
En todo caso, se puede evitar que aparezcan de manera prominente, es decir, que no se los note a simple vista. Asimismo, se puede minimizarlos una vez que “aparecieron”.
Para esto, la recomendación principal y más simple es seguir una rutina de higiene facial adecuada. Podés usar el limpiador que te sea más apropiado, según tu biotipo, Puede ser un gel de limpieza, una espuma de limpieza, un jabón facial o algún limpiador suave.
También podés agregar a tu rutina el uso de ácido salicílico, un activo que sirve para limpiar los poros de manera profunda. Puede encontrarse en tu limpiador o en un serum.
Asimismo, podés realizarte peelings o exfoliaciones químicas con AHAs o BHAs, ayudando a limpiar y renovar la epidermis. Si tus filamentos sebáceos ya son notables, además, estos tratamientos te ayudarán a minimizarlos (“tratarlos”).
Una mascarilla de arcilla o de fango también son una opción para mantener la piel limpia, libre de exceso de sebo y bacterias, evitando o reduciendo los filamentos. Con el fango, además, te podés hacer un peeling suave.
Exfoliarse físicamente también podría ayudar, al remover las células muertas excesivas.
Por último, evitá los productos comedogénicos, que pueden atrapar el sebo en los poros.
Podés encontrar más información sobre los diferentes AHAs en el artículo sobre peelings. Asimismo, te recomiendo que veas las propiedades del fango para la piel.
¡Espero que este artículo te haya ayudado a entender mejor qué son los filamentos sebáceos y qué hacer con ellos! ¡Compartí este post para que sigamos creciendo!