Excipientes

¿Qué son los galatos? Descubre este potencial peligro en tus cosméticos

Los galatos o ésteres de ácido gálico son sustancias sintéticas antioxidantes que se usan como excipientes conservantes en alimentos y cosmética.

Desde 1947, se los empleó en las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica (para medicamentos de uso tópico), para prevenir la oxidación o formación de peróxidos en grasas, vitaminas, perfumes y aceites esenciales, con lo que se busca evitar que se enrancien.

Químicamente, son ésteres alquílicos del ácido trihidroxibenzoico. Tiene escasa resistencia al calor, por lo que no puede usarse en aceites de fritura o alimentos que sean sometidos a altas temperaturas, como las galletas o los productos de repostería. Así, se utilizan en los aceites comestibles, mezclados con BHA y BHT.

Normativas y dosis máximas utilizadas

En Europa, conforme la Directiva Europea 92/2/CE, el máximo de galatos que se permite en los alimentos es de 200 mg por kilo de grasa para la fabricación profesional de alimentos tratados con calor. Los valores cambian para ciertos tipos de productos, como papas deshidratadas (25 mg/kg), chicles y suplementos dietéticos (400 mg/kg), aceites esenciales (1000 mg/kg) y aromatizantes alimenticios (100 mg/kg).

En los cosméticos y productos farmacéuticos se permite entre el 0,001% y el 0,1%. Se suelen utilizar los galatos acompañados por BHT y BHA.

En USA, se permite octil de galato en un porcentaje de menos del 0,0075% en la margarina y propil de galato en menos de 0,02% en todos los aceites y hasta 0,1% en la margarina.

Estos son algunos ejemplos. Como ves, los galatos siguen estando permitidos en bajos porcentajes.

Galatos y alergias

Se considera que los galatos son sensibilizantes, es decir, que pueden causar reacciones en el organismo, en grados de moderado a potente.

A pesar de su extenso uso en alimentos y cosméticos, los casos de alergia publicados han sido relativamente pocos.

Para explicar esto, se ha teorizado que se indujo una tolerancia en la población a partir del consumo frecuente y en bajas dosis de galatos en los alimentos.

Kahn et al demostró esta hipótesis experimentando con cobayas, a las cuales les suministró en la dieta una solución alcohólica de galatos y en aceite de oliva durante 7 días. Asimismo, se las inmunizó luego por vía intradérmica. El resultado fue que presentaban tolerancia al galato y no se producían reacciones alérgicas.

También se comprobó que resulta más difícil provocar una alergia por vía epicutánea, es decir, por aplicación sobre la piel o ingesta.

Además, se hicieron pruebas en seres humanos. Así, Marston estudió unas 245 mujeres, de las cuales 13 dieron positivo en dermatitis alérgica. De estas, 10 habían usado cosméticos que contenían galatos y liposomas juntos.

Los liposomas son microesfereas huecas, formadas por una o varias capas lipídicas, las cuales contienen los principios activos del cosmético. Presenta la ventaja de lograr una maejor absorsión, penetración y difusión en el organismo de estos principios activos, produciendo mayor efecto sobre la piel. Se los utiliza cada vez más en la industria cosmética, como en cremas emolientes y antienvejecimiento.

Casos de reacciones a los galatos

Hay diferentes formas en que se puede manifestar la sensibilización al galato. La más común es la queilitis, que consiste en la inflamación aguda o crónica de los labios, que puede extenderse alrededor de la boca y puede ser causado por distintos factores, como el contacto con irritantes o alérgenos, la exposición prolongada al sol y deficiencias nutricionales.

También pueden producirse eccemas diseminados, dermatitis aerotransportadas, dermatitis en las manos, en la cara y otras zonas del cuerpo o lesiones ulcerativas.

El tipo de manifestación variará de acuerdo al tipo de producto con galatos utilizado, sea este un cosmético, alimento o medicamento.

Hasta 1990, los pocos casos de reacción al galato eran de origen ocupacional.

Los casos más comunes actualmente se dan por el uso de ciertos cosméticos, especialmente labiales. También, se dieron casos por el uso de cremas con liposomas y lociones corporales. Lo más común, entonces, será la queilitis o la dermatitis, sea en la cara o generalizada.

Respecto a los alimentos, los orígenes pueden variar. Así, pueden producirse casos de origen ocupacional y no ocupacional.

Los casos de sensibilización al galato de origen ocupacional se dan entre los trabajadores de la industria alimentaria. Por ejemplo, el caso de un sujeto que elaboraba pan de jengibre y tuvo una reacción al galato de propilo (GP), de otro que manipulaba quesos para su venta y se sensibilizó al galato de dodecilo (GD), de una trabajadora con dermatitis aerotransportada que mezclaba GD en polvo con grasa de pollo y de un individuo con dermatitis en cara y manos que mezclaba galato de octilo con mantequilla de maní.

Los casos de sensibilización al galato de origen no ocupacional se dan por el consumo de ciertos alimentos. Por ejemplo, el de un niño que ingirió margarina y tenía edema de labio.

Respecto a los medicamentos de uso tópico, se han dado casos de queilitis y dermatitis por el uso de cremas antibioticas, cremas con corticoides, cremas antipsoriasis y labiales naturistas.


Galato de octilo

Prevención de reacciones por galatos

Para prevenir que se produzca una reacción negativa por los galatos, lo primero que hay que hacer es identificar aquellos productos que lo contengan.

Esto no siempre es tan fácil, pues, aunque se conozca que uno puede ser más sensible al galato o que tienen tendencia a las alergias, no siempre sabe en qué productos finales está incluida, por tener estos una composición compleja.

Las diferentes leyes en el mundo suelen establecer la obligación a las empresas de nombrar los ingredientes o compuestos que llevan sus productos. A partir de ellas, también se permite el uso de ciertas nomenclaturas para denominar los distintos compuestos.

Así, habrá que fijarse si el alimento o cosmético contiene alguna sustancia con el nombre de galato, gallate, GD, GP o GO.

Una vez identificado, en caso de un cosmético, dejar de usarlo y reemplazarlo por otro; en caso de un alimento, realizar una dieta de exclusión, esto es, excluir ese alimento de la dieta.

También podés buscar listas de cosméticos y de alimentos que contengan galatos.

Cuando la sensibilización al galato es de origen ocupacional, la prevención incluirá una variedad de factores. Así, se debe proteger al individuo a través de la ropa adecuada, el uso de cremas barrera, medidas de higiene personal y ambiental, la regulación del uso de alérgenos e irritantes en el lugar de trabajo y la educación sobre los riesgos de estos alérgenos.

Tratamiento de reacciones por galatos

Se tratará la reacción de acuerdo con el tipo de que se trate. Así, si es dermatitis, se la tratará igual que una dermatitis normal, pero teniendo en cuenta que evitar los galatos será esencial para el tratamiento.

Las medidas también dependerán de la intensidad, localización y extensión del problema.

Además, hay que tener cuidado con la aplicación de otros productos tópicos, pues podrían contener excipientes que también ocasionen alergias en la piel ya sensibilizada y podría dar lugar a otro tipo de alergia o reacción.

Cuando no todas las fuentes de sensibilización están identificadas, puede que la dermatitis resurja, hasta que la persona aprenda a modificar correctamente su ambiente personal o laboral para aislarse del alérgeno.

Conclusiones sobre los galatos

Los galatos son alérgenos de grado moderado a alto.

Su utilización suele estar regulada y la mayoría de la población presenta una tolerancia inducida al mismo, por lo que los casos de reacciones alérgicas son pocos.

En la actualidad, la mayoría de los casos de alergia a galatos se deben al uso de cosméticos.

Los labiales son los principales causantes de reacciones alérgicas por galatos.

Lo mejor es evitar productos que contengan galatos y protegerse, de ser necesario.

Evitar los galatos también es vital en el tratamiento de la reacción.

Bibliografía

https://piel-l.org/blog/44767

https://www.alergonorte.org/cmsAdmin/uploads/160.pdf

http://revista.seaic.org/junio2002/173-177.pdf

https://www.actasdermo.org/es-sensibilizacion-por-galatos-revision-46-articulo-13112412

https://www.fda.gov/food/food-additives-petitions/food-additive-status-list

P.D.:

Si encontraste un cosmético en tu casa que tenga galatos, ¡comentáme!

Jessica Wicher

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