Como sabemos, el zinc tópico, en la forma de óxido de zinc, puede servir para sanar diversos tipos de heridas. Esto se puede deducir a partir de su efecto beneficioso sobre la piel y como se ha visto que potencia la sanación de distintas maneras, como pudimos aprender en detalle en un artículo anterior.
De esta manera, se plantea el uso del óxido de zinc para sanar heridas de úlcera en la piel.
Las úlceras cutáneas son un tipo de lesión de la piel, de forma circular, que suele aparecer en las extremidades inferiores (piernas y pies). Una de sus causas tiene que ver con la mala circulación de la sangre, lo que también hace que se dificulte su sanación y se desarrolle a una lesión dolorosa. Pueden ser leves, pero también graves y causar la pérdida de la epidermis, sin tratamiento. En casos severos, también puede provocar la pérdida de la dermis y la hipodermis, llegando al hueso.
Sin embargo, vamos a ver que no siempre existe prueba suficiente de que el óxido de zinc pueda ser efectivo para tratarlas. Aunque esto no significa que no nos vaya a servir nunca.
Por otra parte, hay casos de úlceras muy graves donde el óxido de zinc parece no tener efecto alguno y es mejor utilizar otros tratamientos.
Así, en este artículo vamos a ver las cuestiones que existen acerca de usar óxido de zinc para sanar úlceras de distinto tipo.
Porque el óxido de zinc no funciona igual en todos los tipos de heridas y tampoco se puede afirmar que sea una cura mágica ni el mejor tratamiento para absolutamente todo.
Más de un estudio indica que la falta de zinc en el organismo, entre otras cuestiones, también predispone a padecer de úlceras de presión.
¿Y estas qué son?
Las úlceras por presión, escaras o úlceras por decúbito son una lesión de la piel u otros tejidos blandos que se forma por la presión prolongada sobre un área específica del cuerpo. Suelen aparecer en las partes del cuerpo donde el hueso se encuentra directamente recubierto por la piel, como talones, tobillos, coxis, caderas y la parte posterior de la cabeza. Pueden ocurrir por pasar mucho tiempo en una silla o una cama, en personas con dificultades para moverse. Su desarrollo es multifactorial y suele implicar una situación donde la persona no es consciente de la presión, sea por falta de sensibilidad o inconsciencia, de manera que no trata de aliviar la presión. *
Por ejemplo, un estudio del 2019 buscó dilucidar los mecanismos por los cuales la deficiencia de zinc predispone a padecer de úlceras por presión graves. Realizaron el experimento en ratones, dividiéndolos en dos grupos: uno con una dieta normal con zinc y otro deficiente en zinc. Se les causó una herida que generó la úlcera.
Los investigadores pudieron ver que la deficiencia de zinc efectivamente causó la formación de escaras severas y prolongadas en el tiempo. Observaron que la deficiencia de zinc aumentaba el desorden vascular (de las venas), el estrés oxidativo y la apoptosis (muerte celular) que eran consecuencia de la herida inicial que había generado la úlcera.
También vieron que la suplementación con zinc mejoró estos factores.
Concluyeron que la deficiencia de zinc aumenta el daño causado por la herida de úlcera, induciendo la formación de escaras severas y prolongadas. También consideraron a la suplementación oral como una opción terapéutica razonable para pacientes con estas heridas que presentaran deficiencia de zinc.
Así, se consideró usar el zinc para tratar este tipo de úlceras. A esto puede seguir que también se considerara, lógicamente, el uso tópico del mineral que, como vimos, puede dar buenos resultados.
Por ejemplo, un primer estudio de 1985 compara la efectividad de una solución llamada Varidase con el óxido de zinc para tratarlas. El estudio se realizó en 28 pacientes con úlceras por presión necróticas, es decir, que presentaban tejido muerto. La efectividad se midió según se eliminara el tejido muerto al cabo de 8 semanas.
Se logró la eliminación del tejido muerto en el 43% de los pacientes tratados con Varidase y en el 50% de los tratados con óxido de zinc. Así, ambos remedios tuvieron una efectividad similar. Es decir, el óxido de zinc es tan efectivo como la solución Varidase para remover el tejido necrótico en úlceras por presión.
Por supuesto, se puede criticar a este estudio el que sea pequeño y “viejo”. De manera que sería sólo un indicio de la utilidad del óxido de zinc en este caso.
Esta utilidad, sin embargo, no es mayor que con otras terapias:
Encontré una revisión de estudios del 2017 respecto a los distintos tratamientos tópicos para las úlceras por presión. La revisión fue grande, incluyendo unos 51 estudios, sumando un total de 2964 participantes, la mayoría de mayor edad, y comparando 39 tratamientos tópicos distintos, entre ellos, el óxido de zinc.
Al igual que con las úlceras venosas, los investigadores consideraron a la evidencia existente en general como de baja calidad e inconclusa, de manera que no pueden determinar qué tratamiento tópico es en realidad mejor para tratar estas lesiones. De hecho, dicen que parece no haber ningún tratamiento que sea más efectivo que una simple gaza con solución salina. Así, afirmaron que ningún tratamiento estudiado tuvo más del 50% de probabilidad de ser el mejor.
Respecto al óxido de zinc, afirman que es poco claro que la intervención con óxido de zinc tópico más povidona (polímero usado como vehículo) aumente la probabilidad de curación en comparación con aplicar una simple gaza con solución salina. Además, se consideró que la evidencia a favor del óxido de zinc era imprecisa o de baja certeza, con la posibilidad de que se hubieran cometido errores en los estudios
De todo esto podríamos concluir que aplicar óxido de zinc en una úlcera por presión es mejor que nada, pero no va a ser necesariamente mejor que otros tratamientos disponibles, ni mucho menos el mejor.
Es cierto que el óxido de zinc puede tratar variedades de heridas y se ha visto su efectividad ante úlceras de ciertos tipos. Pero, en el caso de las úlceras venosas, ¡existe una laguna del conocimiento!
¿Qué son las úlceras venosas?
Las úlceras venosas son un tipo de heridas crónicas que se desarrollan debajo de la piel de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Se forman a partir de un daño a las venas de la pierna, que hace que estas estén debilitadas y se acumule la sangre en un lugar. Así, hay dificultad para bombear la sangre al corazón y las venas se encuentran bajo presión. Como síntomas, aparece una mancha roja en la pierna, la piel de la herida se puede endurecer, la úlcera puede tener una descarga de olor desagradable y puede haber dolor, picazón e hinchazón en la pierna afectada. Es el tipo más común de úlcera, representando al 60% de las mismas. *
Siguiendo, encontré dos revisiones de estudios que, habiendo visto al menos gran parte los estudios a la fecha de su realización, nos dan esa conclusión.
Una es del 2014, en la que los investigadores encontraron 11 estudios que les parecieron relevantes y a los cuales analizaron.
Dicen que la evidencia de que usar óxido de zinc sea efectivo para sanar úlceras venosas es de baja calidad. Así, se hicieron estudios pequeños, con insuficiente rigor, con métodos desactualizados o inconsistentes y algunos fueron patrocinados por la industria cosmética.
El óxido de zinc se había utilizado en los estudios de distintas maneras, por ejemplo, de manera complementaria a una terapia de compresión, en vendajes compresivos en sí o como un protector sobre la piel. De cualquier manera, la información les resultó pobre.
Urgieron que se realizaran nuevos estudios más rigurosos, grandes y sin interferencia de la industria, para que los médicos puedan aplicar un tratamiento adecuado y basado en evidencia científica.
Como ejemplo, veamos uno de los estudios más tempranos, de 1984. Se realizó en 37 pacientes con úlceras venosas (18) o arteriales (19). A una parte de estos se los trató con una compresa sola y a otros se los trató con una compresa con óxido de zinc, durante 8 semanas. El resultado fue satisfactorio, en tanto se vio una reducción de la úlcera en el 83% de los pacientes que usaron zinc. Esto se dio en solo el 42% en el otro grupo. Según los investigadores, esto indicaría que usar óxido de zinc en el tratamiento mejora la curación de las úlceras.
Así, a pesar del resultado positivo, el cual nos puede dar indicio de que el óxido de zinc nos podría servir como ayuda para tratar estas úlceras, se ve que el estudio se realizó en relativamente pocas personas. Esto es lo que critican los investigadores modernos. Es sencillamente poca prueba como para hacer afirmaciones grandilocuentes sobre el óxido de zinc (los científicos son muy cautos, sí).
Luego, en el 2021, se hizo otra revisión de estudios sobre el tratamiento tópico de estas úlceras, revisando las investigaciones que se realizaron desde el 2014 hasta ese año (2014-2021).
Se encontraron unos 43 ensayos sobre el tratamiento tópico de estas heridas en general (es decir, no sólo sobre el zinc).
Los investigadores afirman que encontraron enormes lagunas en el conocimiento sobre el tratamiento tópico de estas úlceras.
O sea que es probable que nuestras dudas sobre el uso del óxido de zinc para las úlceras venosas no se hayan aclarado nada de nada.
Invocan a los científicos, médicos e incluso a la industria a colaborar para llenar este vacía intelectual.
Así, a pesar de que existan muchos productos cosméticos con óxido de zinc promocionados para tratar las úlceras venosas, para los científicos de ahora al menos, no resulta tan claro que funcionen. O, por lo menos, que sean tan efectivos como dicen.
Por otra parte, esto no significa que un producto con óxido de zinc no te pueda ayudar. Es probable que te encuentres testimonios y anécdotas sobre la utilidad de alguno de estos productos, como, por ejemplo, las bandas de compresión con óxido de zinc.
Esta es una banda tensora o elástico, generalmente de algodón, saturada con pasta de óxido de zinc. La idea es mantener a la zona protegida, humectada, evitar la irritación y aprovechar las propiedades beneficiosas del zinc tópico para la piel. *
Por ejemplo, la herida también se puede infectar, para lo que se suele administrar antibióticos. Estos no curan la herida, solo tratan la infección.* En esto el óxido de zinc también podría ser de ayuda, ya que es antibacterial.
También podría ayudar en parte con la hinchazón, por ser antiinflamatorio. Además, al ser antioxidante, reduciría el daño por radicales libres, los cuales son generados al ocurrir la herida misma.
Sin embargo, la compresión es también una parte importante del tratamiento. Esta mejora la circulación de la sangre, ayudando a reducir y eliminar la acumulación de sangre.
De hecho, se considera que la terapia de compresión es la más práctica, efectiva y de bajo costo, siendo el tratamiento principal usado de forma médica.
Así, la terapia para las úlceras venosos consiste en dos estrategias: la compresión y el tratamiento directo de la herida. *
De esta manera, esas bandas con zinc estarían intentando cubrir ambas partes del tratamiento con un solo producto, ayudando a que sea más sencillo.
Existe una revisión de estudios del 2008 que, de hecho, concluye a favor de usar estos vendajes con óxido de zinc como tratamiento principal. Los investigadores afirman que, siendo la terapia principal recomendada actualmente la de compresión (sin zinc), esta no funciona en una minoría de pacientes. En cambio, usar óxido de zinc como ungüento principal en los vendajes permite que las úlceras curen incluso cuando hay dificultad en la sanación.
Por supuesto, no es el tratamiento recomendado médicamente porque, como dije, falta evidencia.
O sea, faltan más estudios bien hechos y hay demasiada cautela.
Ahora, como el óxido de zinc es un principio activo con más ventajas que desventajas, esto es, con pocos o nulos efectos secundarios, vale la pena probarlo.
La lepra es una infección crónica de la piel, por lo que suelen aparecer como complicaciones distintos tipos de lesiones en esta.
Una complicación común son las lesiones ulcerosas en los pies. En este caso, se pudo ver que el óxido de zinc tópico pudo mejorar estas heridas.
Por ejemplo, en un estudio en la India de 1982, investigadores compararon el uso de unas cintas adhesivas con óxido de zinc contra el método extendido de usar gazas, vendajes y esponjas con algún antiséptico, como Eusol.
Realizaron el experimento con la participación de 90 pacientes de lepra con distintos tipos de úlceras en los pies y talones. De estos, a la mitad se les aplicó vendajes según la práctica del hospital, y la otra mitad usaron las cintas con óxido de zinc.
Observaron que los pacientes que habían usado las cintas con zinc habían sanado más rápido que quienes recibieron el tratamiento convencional.
Atribuyeron estos resultados a distintas propiedades de las cintas con óxido de zinc:
Los investigadores concluyeron que las cintas adhesivas con óxido de zinc son un tratamiento de valor para las úlceras de la lepra.
La mayor ventaja en su uso, vieron, fue que los pacientes las usaran en sus casas, en los estadios tempranos de la aparición de la úlcera, pare prevenir complicaciones graves.
Luego, en un estudio de 1991, dos investigadores compararon la eficacia para la sanación de las úlceras de los pies de usar óxido de zinc más povidona iodo o de usar solamente esta última.
El experimento se realizó por 6 semanas en 38 pacientes de lepra con úlceras simples, a los que se dividió en dos grupos según el tratamiento utilizado.
Después, se midió la superficie de las úlceras y si estas se habían reducido. En líneas generales, se logró una mayor reducción de las lesiones en los pacientes tratados con la combinación de óxido de zinc y povidona iodo.
Sin embargo, según los investigadores, estadísticamente no existiría gran diferencia y las condiciones del país (Indonesia) habrían influenciado el resultado (y es un estudio pequeño).
¿Será así realmente o tomamos este estudio como indicio de la eficacia del óxido de zinc?
Usar zinc tópico no siempre es el tratamiento más efectivo, especialmente cuando hay úlceras severas y con complicaciones.
En estos casos, puede seguir siendo útil, pero no ya como principio activo y mucho menos como terapia única.
Además, actualmente existen tratamientos más modernos.
Así, en un estudio del 2014, investigadores evaluaron la eficacia de usar una pasta con óxido de zinc y fenitoína sódica, que se usa para sanar la piel al poder engrosar la epidermis, para tratar úlceras crónicas en la planta de los pies.
Se trataba de úlceras graves, que o bien había afectado al hueso o no habían sanado por meses y aumentaban el riesgo de que hubiera una amputación.
Realizaron el experimento en 40 pacientes y, al cabo de 4 semanas, vieron buenos resultados en general. Así, 33 ya habían presentado evidencias de formación de tejido fibroso sobre la herida (granulación, principio de sanación) y 22 habían resuelto la úlcera.
Sin embargo, el óxido de zinc no tuvo un efecto en sí, sino que sirvió más que nada como un vehículo efectivo para la fenitoína.
Es decir, el óxido de zinc fue sólo el excipiente y no tuvo efecto farmacológico notable.
Actualmente existe un tratamiento muy efectivo, seguro y de bajo costo, que se realiza con lo que se llama matríz autónoma de fibrina rica en plaquetas (o MAFP o PRFM en inglés).
Esta es mucho mejor que el óxido de zinc o que este ingrediente en combinación con medicamentos para tratar las úlceras.
Así, en un estudio del 2021, los investigadores vieron que la MAFP es capaz de reducir el área de las úlceras en un 75,99% al cabo de 5 semanas. Mientras que una pasta con óxido de zinc y medicamentos lo hizo en solo un 47,75%.
En otro estudio, del 2017, los investigadores habían observado una efectividad del 93,52% de la MAFP para mejorar úlceras que no sanaban. Así, al cabo de 5 semanas y 5 aplicaciones, estas ya se habían cerrado (¡!).
Así, la MAFP es mucho mejor que el óxido de zinc, pero, aunque de bajo coste, no es tan accesible y requiere asistencia médica.
Para conocer más sobre el uso del zinc tópico para mejorar esta lesión que se presenta en la lepra, tengo un artículo específico de este tema, que hice por pura curiosidad. Ahí vas a encontrar más detalles sobre los experimentos y sus resultados. También te vas a poder aclarar que es la MAFP y la fenitoína sódica.
Como pudimos ver, no está del todo claro en qué medida el óxido de zinc puede beneficiar la curación de las úlceras. O, por lo menos, de los tipos de úlcera vistos.
Así, aplicar óxido de zinc a una úlcera por presión no es mejor que cualquier otro tratamiento.
Respecto a las úlceras venosas, los científicos consideran que hay una laguna del conocimiento, aunque no se pierde nada en probar usar los vendajes comprensivos con óxido de zinc.
En las úlceras que aparecen en la lepra, usar cintas adhesivas con óxido de zinc fue efectivo para tratarlas, cuando estas no presentaban complicaciones mayores. Para las úlceras graves, son mejores otros tratamientos, como la fenitoína tópica o, mejor, la MAFP.
En definitiva:
| Aplicar óxido de zinc… | |
| Úlceras de presión | Da igual. No es mejor que otros tratamientos disponibles. |
| Úlceras venosas | Junto con la compresión, puede ser beneficioso, a pesar de que la ciencia no lo reconozca del todo aún |
| Úlceras en la lepra | Sirve para las úlceras en los estadios tempranos, pero no si son graves. |
El óxido de zinc es muy beneficioso para la piel, pero no lo resuelve todo. Su efectividad va a variar en cada caso, como vimos en este análisis.
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