El envejecimiento cutáneo es un proceso biológico en el cual existe una acumulación de alteraciones estructurales y fisiológicas, las cuales cambian la apariencia de la piel.
La piel envejece de acuerdo con dos procesos: el envejecimiento cronológico y el envejecimiento prematuro.
El primero es un proceso natural y el segundo depende de factores externos.
La mayor parte del envejecimiento de la piel (se dice que el 90%) se debe al fotoenvejecimiento. Es decir, depende más de factores externos, una parte de los cuales podemos controlar.
Son muchos los factores que intervienen en el envejecimiento, por lo que resulta un proceso complejo.
En este artículo voy a referirme a qué es y cómo se manifiestan los tipos de envejecimiento, qué es el fotoenvejecimiento y los factores que causan envejecimiento prematuro.
Este tema es importante para entender más qué busca lograr o qué combaten las rutinas anti-age.
Envejecimiento cronológico
Existen muchas teorías acerca de por qué ocurre el envejecimiento natural. Se pueden mencionar, por ejemplo, el acortamiento de los telómeros, la disfunción mitocondrial, al activación de ciertos genes y la oxidación de las células.
Aunque no hay acuerdo respecto a qué se debe o por qué ocurre (ni cómo detenerlo), se sabe que se trata de un proceso gradual, intrínseco y multifactorial, que lleva a la degradación de los tejidos.
Factores implicados son la genética y el metabolismo, lo que puede influir en la manera en que las células funcionan y producen radicales libres, como subproducto de su actividad.
Así, en al piel, aproximadamente entre el 1,5% y el 5% del oxígeno producido se convierte en radicales libres. Los fibroblastos, queratinocitos y la melanogénesis son los principales generadores de radicales libres. Los melanocitos están sometidos a alto estrés oxidativo debido a esto último.
Con el tiempo, la cantidad de radicales libres producidos supera a los antioxidantes naturales, lo que lleva a la atrofia. El número de fibroblastos y queratinocitos disminuye, así como la producción de colágeno y elastina.
También disminuye su actividad la mitocondria, organela de las células que produce energía, en la forma de adenosina trifosfasica ATP. El mal funcionamiento de este organelo provoca una menor energía en las células, lo que es también responsable por el envejecimiento y desórdenes de la piel.
Otro factor en el envejecimiento intrínseco es el aumento de las metaloproteinasas (MMPs) y la disminución de los inhibidores de estos. Esto lleva a activar el proceso de degradación del colágeno, bloquea su síntesis y activa respuestas inflamatorias. * *
Características de una piel madura
Los signos de envejecimiento cronológico en la piel son:
- Pérdida del óvalo facial, por reabsorción de los huesos
- Sequedad
- Piel más delgada
- Disminución del tejido celular subcutáneo
- Arrugas finas
- Pérdida de elasticidad
- Menor contenido de agua y lípidos
- Palidez
La piel se va volviendo más delgada. Esto sucede de manera progresiva a partir de los 20 años, cuando termina el proceso de engrosamiento. La epidermis se adelgaza más rápido en mujeres que en hombres, con un adelgazamiento del 6,4% por década. La dermis se adelgaza de la misma manera en ambos sexos. *
Disminuye el recambio de las células, por lo que el proceso natural de descamación y renovación de la piel es más lento (por eso se recomiendan los peelings para ayudar en este proceso)
Los corneocitos se redondean y se vuelven más grandes, lo que puede resultar en un estrato córneo más grueso. *
Las células de la capa basal se comportan de manera atípica, con lo que la cantidad de nutrientes y agua que llegan a la epidermis disminuye. También, la unión entre la dermis y la epidermis se aplana, por haber menos papilas de la capa basal, lo que también reduce la transferencia de nutrientes.
Se reduce el factor emoliente celular, habiendo menor contenido de agua y de lípidos.
La dermis también se adelgaza, presentando menos células y menos fibroblastos. Debido a la menor cantidad de fibroblastos, se produce menos cantidad de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
Asimismo, el colágeno se desorganiza, la elastina se calcifica y pierde fuerza. Todo esto aumenta la rigidez y dificulta la regeneración de la piel en caso de lesión. También hace que se generen arrugas.
La hipodermis también disminuye su volumen.
Se afecta la síntesis de vitamina D.
Los folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas funcionan de manera más lenta.
Hay una mayor susceptibilidad a la radiación UV , a las lesiones, a los neoplasmas y a las ampollas. La barrera de la piel está alterada y es más débil. Esto puede conducir a patologías como la xerosis, marcada por una extrema sequedad. *
En el envejecimiento intrínseco, la piel puede mantenerse suave, las arrugas son más finas, la atipicidad de la capa basal es moderada, los cambios en el colágeno son moderados, la vasculatura (venas debajo de la piel) se mantiene normal y no se produce inflamación. *
Así, la apariencia resultante es una piel pálida, seca, fina, casi trasparente, suave, con arrugas finas, sin manchas y de un tono uniforme. *
En caso de haber heterogeneidad en la pigmentación, esta es moderada. *
Envejecimiento prematuro
El otro tipo de envejecimiento de la piel es el extrínseco, también llamado prematuro.
Este es causado por factores externos, no relacionados con el proceso natural de envejecimiento. Así, sucede antes de lo que sería natural.
Como veremos, incluye varios factores, de los cuales el más importante es el fotoenvecimiento. * *
Fotoenvejecimiento
Es responsable del 90% del envejecimiento visible. Se debe al daño acumulado por la exposición a la luz UV. *
Este porcentaje resulta aún más acertado en pieles claras, como los fototipos I, II y III, estando los fototipos I y II en mayor riesgo. Los fototipos oscuros pueden presentar un porcentaje menor, gracias a la protección natural de la melanina. *
Su efecto se ve especialmente en las áreas expuestas, como el rostro, el cuello, el escote y los brazos. *
La exposición excesiva al sol causa quemaduras solares y supresión inmune. La exposición repetida va acumulando el daño, lo que causa el fotoenvejecimiento y también puede llevar al cáncer de piel.
Se manifiesta en el cutis por la flaccidez, una apariencia a cuero, telangiectasias, un tono amarillento, arrugas y signo malignos como manchas o rojeces.
Así, los rayos UV pueden causar cambios morfológicos y funcionales en la piel, como cambios en la matriz extracelular, inmunosupresión y alteraciones vasculares como las rojeces.
La patogénesis del fotoenvejecimiento está determinado por dos factores*:
- La matriz metaloproteinasa
- Las especies reactivas de oxígeno
La matriz metaloproteinasa
Las metaloproteinasas (MMP) son enzimas proteolíticas compuestas por zinc que degradan los componentes de la matriz extracelular, o sea, de los tejidos. Así, degradan al colágeno y la elastina, entre otras proteínas.
La radiación ultravioleta induce la presencia de las MMP en la dermis y epidermis, así como su expresión genética.
Los diferentes tipos de MMP primero hidrolizan el colágeno y luego lo continúan degradando, lo que genera una marcada reducción en el mismo.
Luego de la exposición a los rayos UV, la acción de las MMP se inhibe en parte y comienza el proceso de recuperación.
Sin embargo, el proceso de reparación y producción de nuevo colágeno es imperfecto, lo que lleva a una matriz celular desorganizada.
Debido a esto, una nueva exposición a los rayos UV, junto con esta reparación imperfecta, van a llevar a la acumulación del daño, que es lo que termina generando el fotoenvejecimiento.
Este proceso, si se lleva por mucho tiempo y en una piel predispuesta, puede llevar al cáncer de piel.
En palabras más simples, la radiación UV genera un daño en la piel, esta se repara de manera imperfecta, de manera que, la próxima vez que hay una reparación, la misma no sucede en la piel como estaba antes, sino en una ya previamente dañada y, por lo tanto, parcialmente degradada. Este daño se va acumulando, daño tras daño, reparación tras reparación.
Las especies reactivas de oxígeno
La exposición a los rayos UVA y UVB estimula la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que puede darse en grandes cantidades.
Las ROS tienen varias funciones, entre las que se incluyen la oxidación de los lípidos y cierta intervención en la degradación del ADN.
Cuando la cantidad de ROS supera los antioxidantes existentes en el organismo, se produce el estrés oxidativo. Se considera que es este el principal causante de fotoenvejecimiento.
El exceso de ROS es capaz de dañar las estructuras de la piel, como el colágeno y la elastina, pero también al ADN. Esto puede llevar al desarrollo de enfermedades como el cáncer. *
¿Qué es un radical libre?
Un radical libre es una molécula inestable, caracterizada por tener un electrón sin aparear. Dado esto, buscará unirse con otras moléculas, generando reacciones biológicas.
Cuando este electrón logra unirse a una estructura, como una fibra de colágeno, causa una destrucción en cadena (autocatálisis), hasta que se acaben todas las moléculas en la misma.
Así es como provoca la degradación de los tejidos.
Caracteristicas de una piel fotoenvejecida
La piel fotoenvejecida puede presentar algunas de las siguientes características:
- Arrugas finas y líneas de expresión
- Sequedad
- Flaccidez
- Aspereza
- Microvárices
- Telangiectasias
- Rojeces
- Manchas
- Lentigo solar
- Color amarillento
- Apariencia coriácea (de cuero)
- Apariencia opaca
- Tono desigual
- Engrosamiento de la epidermis
- Piel delgada
- Queratosis seborreicas (elevaciones)
- Hiperplasias seborreicas (elevaciones amarillentas con una depresión en el medio)
- Queratosis acníticas (placas escamosas rojas)
- Carcicomas o melanomas (cáncer de piel, como el caso más grave)
No todas ellas deben estar manifiestas en una piel para que sea fotoenvejecida.
De hecho, se puede hablar de dos tipos de piel fotoenvejecida para las pieles claras: la piel citrina (HP) y la telangiectásica (AP).
La piel citrina presenta flaccidez, arrugas profundas, despigmentaciones, apariencia coriácea, fragilidad, mayor dificultad para repararse (más aún que la envejecida cronológicamente) y prevalencia de lentigo solar.
La piel telangiectásica es suave, brillante, con arrugas finas, despigmentaciones, telangiectasias y una prevalencia de queratosis acnítica y carcicomas.
Las personas con fototipos I y II suelen presentar una piel fotoenvejecida telangiectásica. Mientras que las personas con fototipos III y IV suelen desarrollar piel citrina.
En la piel fotoenvejecida, sucede algo llamado elastosis, que es el cambio en la calidad y cantidad de las fibras elásticas de la piel. Estas disminuyen su cantidad y pierden su fuerza. Además, se desorganizan y reemplazan a la estructura de fibras normal. Esto resulta en un pérdida de elasticidad de la piel.
Se observó que existe más elastosis en una piel citrina, que en una telangiectásica.
El colágeno también se ve afectado. El colágeno compone entre el 70% al 80% del peso de la dermis. Hay 24 tipos de colágeno, siendo el más común el I.
Los colágenos I a III se ven enormemente reducidos en el fotoenvejecimiento. La fotodegradación del colágeno I resulta en arrugas y se lo ha relacionado también con el cáncer de piel.
También se reduce el colágeno tipo VII, el cual forma las fibrilas encargadas de unir los tejidos (anchoring fibrils). Esto se ha visto más en pieles AP que en HP.
El resultado es una unión entre la dermis y la epidermis más débil y plana, lo que puede generar fragilidad, mayor propensión a padecer ampollas, atrofia, lesiones y arrugas. Así, se ha observado una mayor reducción de este colágeno en la base de las arrugas, en comparación con los flancos.
En el fotoenvejecimiento, también hay una disminución del receptor CD44, encargado de las interacciones entre células. Su presencia permite la síntesis de lípidos y estructuras esenciales para la matriz celular epidérmica. Además, es receptor del hialunorato y fija las moléculas de ácido hialurónico (AH). Su falta hace que el AH se quede en la superficie de la dermis y no pueda pasar a la epidermis, de manera que esta pierde su capacidad de retener agua, perdiéndose hidratación. También, se pierde elasticidad y disminuye la capacidad de reparación.
La cantidad de ácido hialurónico en sí también disminuye.
En la piel fotoenvejecida, se pueden observar vasos sanguíneos dilatados e inflamación, especialmente en la piel de tipo AP. Esta mayor vasculatura se vuelve más evidente a partir del adelgazamiento de la piel.
Este adelgazamiento también es mayor en la piel fotoenvejecida respecto a la que tienen sólo envejecimiento cronológico.
En la piel AP, el adelgazamiento se da principalmente en el estrato córneo, la subcapa que está en contacto directo con el exterior.
En cambio, en la piel HP, se da en el estrato lúcido y, a pesar de que se ve más gruesa, en realidad, la epidermis es más delgada en este tipo que en el AP. Esto tiene sentido si se tiene en cuenta que el estrato lúcido es más fino en la base de las arrugas y las pieles HP suelen estar muy arrugadas.
Por último, aunque algunas de las características y procesos que mencioné también se dan en el envejecimiento cronológico, los mismos se ven agravados en el fotoenvejecimiento. *
Otras causas de envejecimiento prematuro
Aunque la radiación UV es el principal causante de envejecimiento prematuro, existen otros factores que pueden generar radicales libres y dañar la piel.
Algunos de estos son el tabaco, la contaminación del aire*, la falta de sueño, la dieta y el estrés*.
No me voy a detener sobre todos los factores que existen (porque son muchos), sino explicar algunos.
Por ejemplo, el clima, los baños calientes con jabón fuerte, medicamentos como los corticoides y enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad también pueden envejecer la piel. *
Dicho esto, los siguientes son algunos factores externos que aceleran el envejecimiento de la piel:
Estrés
Existe un vínculo intuitivo entre el estrés y el envejecimiento prematuro, especialmente cuando es estrés crónico.
Este estimula el sistema autónomo, el hipotálamo, la glándula pituitaria y otros sistemas para luchar contra la amenaza percibida. Cuando esto continúa por un tiempo, puede generarse una deficiencia del sistema inmune, mayor producción de radicales libres y daño al ADN. Todo esto termina dañando los tejidos, incluyendo la piel. *
Un estudio del 2020 ya afirma que las personas expuestas a estrés crónico, efectivamente envejecen más rápido, lo que se puede observar en personas que sufren de estrés post-traumático (PTS). Sus telómeros son más cortos y padecen de inflamación crónica, la cual puede llevar a otras patologías, como diabetes, arteroescleorosis e hipertensión.*
Por otra parte, el estrés moderado puede aumentar la longevidad, en tanto mejora la capacidad de resistir al estrés oxidativo. *
Esto se debe a que estimula una respuesta adaptativa, mientras que el estrés crónico genera una respuesta maladaptativa, que afecta la regulación de los genes, y aumenta la vulnerabilidad al envejecimiento prematuro por otros factores. *
Fumar
Para 1969, ya se había hecho la observación de que los fumadores suelen verse más viejos que los no fumadores.
Fumar adiciona a los efectos de la radiación UV. Así, está relacionado con una mayor cantidad de metaloproteinasas, menor cantidad de colágeno I y III, mayor elastosis y más telangiectasias.
Se reduce la síntesis de colágeno por los fibroblastos y la cantidad de inhibidores de las metaloproteinasas. *
Se observó una importante relación entre fumar y la aparición de arrugas, siendo este hábito por sí solo capaz de generar un gran envejecimiento prematuro. De hecho, se vio que los fumadores pesados tenían una probabilidad 4,7 veces mayor de desarrollar arrugas profundas respecto a los no fumadores.
El envejecimiento de la piel empeora aún más cuando se le adiciona la exposición continua al sol sin protección, en tanto ambos factores inducen la expresión de las metaloproteinasas de manera acumulativa. *
Esta relación entre fumar y las arrugas se vuelve más notable luego de los 30 años de edad y está relacionada con cuánto fuma la persona. También se observó que, entre los 40 y 50 años, los fumadores presentan arrugas como los no fumadores 20 años mayores que ellos (o sea, personas de 60 a 70 años). *
En el 2019 se realizó un estudio sobre el envejecimiento facial observado en mujeres que consumían alcohol y cigarrillos.
En este, se relacionó el hábito de fumar con mayor severidad de arrugas en la frente, patas de gallo, líneas glabelares, bolsas, ahuecamiento de la zona del lagrimal, arrugas gruesas nasolabiales, comisuras orales (en la boca), comisuras periorales (alrededor) y labios más finos. No hubo pérdida de volumen de la cara ni vasculatura o telangiectasias.
La severidad y los síntomas de envejecimiento manifestados dependerían del número de años que se fumó. Por ejemplo, las líneas periorales y las patas de gallo se manifiestan luego de 20 años de fumar. La pérdida de volumen de los labios, con entre 11 a 20 años de fumar.
Por otra parte, la mayoría de los síntomas puede manifestarse incluso con pocos años de fumar, incluyendo las arrugas nasolabiales, de la frente, bolsas, ahuecamiento y profundas comisuras en la boca.
La severidad aumenta con los años.
Estos efectos se ven también en personas que dejaron de fumar, en tanto el daño no es reversible de por sí.
Se concluyó que los dermatólogos deberían aconsejar a sus pacientes que, por el bien de su piel, eviten fumar. Si ya fuman, es recomendable que lo dejen, especialmente si son jóvenes. En caso de que pidan tratamiento anti-age, este deberá ser más intensivo y extensivo para contrarrestar los efectos negativos de los factores extrínsecos.
Por cierto, fumar también es un factor independiente de envejecimiento prematuro. Así, causa envejecimiento en una persona aunque esta no se exponga a la radiación UV. * *
Alcohol
Se sabe que el consumo de alcohol también tiene el efecto de envejecer la piel. Esto es aún más cierto en el caso del consumo crónico de alcohol, que causa envejecimiento prematuro en todo el organismo.
El consumo crónico estimula la secreción de glucocorticoides, hormona del estrés. Esta, asimismo, activa el sistema nervioso simpático y el eje de las glándulas del hipotálamo, pituitaria y adrenales. Esto fomenta varios procesos fisiológicos, acelerando los latidos del corazón, la respiración y la circulación de la sangre desde la piel a los músculos, para facilitar la respuesta de huida o lucha ante el peligro.
Como mencioné, la activación continuada de estos procesos produce un gran desgaste en el organismo, consumiéndose las reservas de antioxidantes. Esto lleva a envejecimiento prematuro.
La cantidad de corticoides en personas que toman alcohol resulta mucho mayor que la que se puede encontrar en el organismo bajo situaciones de estrés. Se teoriza que, o bien la bebida deshinibe a las glándulas mencionadas, o que el organismo reconoce a la intoxicación por alcohol como una situación sumamente estresante.
Además, la producción excesiva de glucocorticoides contribuye a la degeneración celular, debilita el sistema inmune y aumenta el riesgo de diabetes, hipertensión, arteriosclerosis, problemas de memoria, debilidad muscular y problemas de sueño.
El efecto de los corticoides y el alcohol, además, empeora con la edad, debido a la mayor susceptibilidad y la menor capacidad de desarrollar una tolerancia a la intoxicación. *
Un estudio del 2011 probó la relación entre el consumo excesivo de alcohol, alcoholismo o desorden del uso del alcohol y el envejecimiento. Se encontró que los telómeros se acortaban aún más que en una persona no alcohólica, lo que es consistente con el envejecimiento celular acelerado que se observa. Un estudio del 2019 volvió a confirmar este acortamiento de los telómeros.
En el 2019 también se realizó un estudio sobre el envejecimiento facial observado en mujeres que consumían alcohol y cigarrillos (que mencioné).
Respecto al alcohol, su consumo excesivo (más de 8 tragos en la semana) fue asociado con más arrugas en la parte superior del rostro (como la frente), bolsas en los ojos, comisuras alrededor de la boca, pérdida de volumen y mayor vasculatura. También causó la disminución de las concentraciones de antioxidantes, como los carotenoides, en la piel, talangiectasias, despigmentaciones y falta de uniformidad en el tono.
Por otra parte, el consumo moderado puede causar sólo pérdida de volumen, bolsas, vasculatura y telangiectasias, y de una manera más moderada que para los alcohólicos.
Téngase en cuenta que el consumo de alcohol es uno de los detonantes y agravantes de la rosácea, caracterizada por la presencia de telangiectasias, entre otros problemas. *
Se concluyó que los dermatólogos deberían aconsejar a sus pacientes que, por el bien de su piel, no se pasen de un consumo de alcohol moderado. En caso de que pidan tratamiento anti-age, este deberá ser más intensivo y extensivo para contrarrestar los efectos negativos de los factores extrínsecos.
De cualquier manera, se puede ver que, por sí solo, el consumo de alcohol empeora la piel y causa envejecimiento prematuro en exceso e, incluso, en moderación cuando es frecuente.
Mala alimentación
Se considera que existe cierta relación entre la dieta y el envejecimiento.
En un estudio del 2007 realizado en mujeres de mediana edad, se observó que una dieta rica en carbohidratos y grasas aumentaba la apariencia envejecida, con mayor cantidad de arrugas, sequedad y atrofia cutánea.
La forma de cocinar también puede influir en la alimentación y su capacidad o no de producir envejecimiento.
Así, una revisión del 2015 se refiere a un proceso llamado glicación, que es la alteración del grupo amino de las proteínas por azúcares, y que produce ciertos productos finales (AGEs o advanced glycation end products). La acumulación de estos en los tejidos está relacionada con enfermedades y con el envejecimiento de la piel, produciendo vulnerabilidad al estrés mecánico, menor capacidad de regeneración y vasculatura más visible.
Se indica que existen ciertos métodos de preparar la comida que aumentan la cantidad de AGEs, como freír, saltear o hacer en la plancha. En cambio, los métodos basados en agua, como hervir o cocer a vapor, generan menos AGEs.
Por otra parte, ciertos alimentos y compuestos se relacionan con la salud, la belleza y el mantenimiento de la juventud. Estos incluyen vitaminas (A, C, D, E y F), ácidos grasos como omega 3, lactobacilos, coenzima Q10, antioxidantes como tocoferoles, flavonoides, curcumina, resveratrol y carotenoides. La nutricosmética se trata del uso de estos. *
Por el contrario, la falta de nutrientes y antioxidantes podría acelerar el envejecimiento, en tanto no habría suficientes para proteger al organismo de los efectos de los radicales libres. Así, una buena dieta resulta esencial para prevenir el envejecimiento prematuro. Sin embargo, puede que no sea tan claro qué es una buena dieta, en tanto las cantidades adecuadas para esto no están establecidas. *
En un documento del 2013, se admite que no hay suficiente información acerca de la ingesta óptima de nutrientes según la edad. En cambio, lo que hay es una convención sobre la ingesta mínima de cada nutriente para evitar la aparición de enfermedades. Ahora se admite que estos incluso pueden ser demasiado bajos, como por ejemplo, con la vitamina D.
Asimismo, se sabe que la restricción calórica, sin falta de nutrientes, puede retardar la aparición del envejecimiento. No se saben bien las razones, aunque podría estar relacionado con el metabolismo y las hormonas. Por el contrario, el exceso calórico podría acelerar el envejecimiento. *
Así, la dieta puede o bien adelantar el envejecimiento o bien retrasarlo. Esto se da en un proceso a largo plazo, por lo que es dependiente de tus hábitos. *
Descanso insuficiente
La falta de sueño, cada vez más prevalente en la sociedad, afecta la integridad de varios sistemas y tejidos en el cuerpo, incluyendo la piel.
Se considera que, ante la deprivación constante de sueño, deja de funcionar la barrera protectora de la piel y las membranas mucosas. Además, se afecta la síntesis de colágeno, el proceso de reparación de heridas y pueden empeorar ciertas enfermedades, como la dermatitis y la psoriasis.
Se atribuye esto a que la deprivación crónica del sueño es una forma de estrés que, como mencioné, afecta el eje de las glándulas hipotálamo, pituitaria y adrenales, resultando en la mayor producción de glucocorticoides, eventualmente desgastando el organismo. * *
Un estudio del 2015 relaciona el descanso insuficiente con un mayor envejecimiento cutáneo. La prueba se realizó en 60 mujeres caucásicas, a las que se clasificó según durmieran bien o mal. Se observó que aquellas que dormían bien presentaban mejores marcadores de salud de la piel, esta recuperaba su función un 30% más rápido que la de quienes dormían mal y se recuperaba mejor del eritema causado por la exposición a la radiación UV. Además, quienes dormían bien tenían una auto-percepción más positiva de su aspecto y atractivo.
Así, se concluyó que la falta crónica de sueño estaba relacionada con más signos de envejecimiento, peor funcionamiento de la barrera de la piel y menor autoestima.
En el 2020, se realizó un estudio sobre 32 mujeres coreanas en sus 40s, observando los efectos de la restricción de sueño sobre la piel. Así, ellas durmieron 8 horas por noche en la primera semana y 4 horas por noche en la segunda.
En la segunda semana, se vio que, luego de sólo 1 noche de restricción, se redujo la hidratación de la piel, el brillo disminuyó, las arrugas y descamación empeoraron. La textura de la piel empeoró al cuarto día. La elasticidad se mantuvo, lo que indicaría que esta se ve afectada más a largo plazo.
Según un estudio del 2022, la falta de sueño afecta la efectividad de tratamientos dermatológicos, principalmente cuando se debe aplicar un medicamento tópico durante la noche. Así, se indica que la homeostasis y barrera de la piel se ven alteradas y que la falta de sueño también puede tener un rol en el envejecimiento y la microbiota de la piel. Así, dormir bien puede mejorar el tratamiento de enfermedades como la dermatitis e imperfecciones cosméticas.
La deprivación de sueño no parece producir daño al ADN en la piel. *
En definitiva, se encontró una relación entre la falta de sueño y la mayor manifestación de signos de envejecimiento. Esto puede tener un efecto a largo plazo ante la deprivación crónica, en tanto se intervienen los procesos de regeneración y protección de la piel.
Contaminación del aire
La piel es la barrera más externa del organismo y está expuesta así a los contaminantes presentes en el aire. Esto puede dañarla y acelerar su envejecimiento.
Uno de los contaminantes presentes en las ciudades es el ozono. Este, aunque bloquea algo de la radiación UV, se vuelve tóxico para la vida cuando se encuentra en la baja atmósfera.
En una prueba en ratones de 1997, se encontró que la exposición de su piel al ozono resultaba en el agotamiento de las reservas de vitamina E en la piel y en la activación del proceso de peroxidación de los lípidos. Se vio que había una acumulación de efectos de estrés oxidativo en el estrato córneo.
En un estudio del 2003, se observó que el ozono, además, inducía la expresión de metaloproteinasas, aumentaba la cantidad de proteínas del estrés y agotaba los antioxidantes. Asimismo, se vio que los efectos no se limitaban al estrato córneo, sino que alcanzaban a estratos más profundos de la piel.
Un estudio del 2010, realizado en 400 mujeres de 70 a 80 años viviendo en ciudades, reveló los efectos de las partículas de polución en la piel. Así, se observó una mayor incidencia (20%) de manchas en la frente y las mejillas. De esta manera, se correlacionaron los efectos de la contaminación aérea en general, incluso en áreas residenciales poco transitadas, con un mayor envejecimiento extrínseco.
Otra forma en que la contaminación causa envejecimiento es a través de la generación de radicales libres, lo que se observó en las nanopartículas derivadas de la combustión, que salen de los caños de escape de los autos. Las nanopartículas son capaces de causar inflamación, estrés oxidativo y se cree que hasta cáncer, y son capaces de traspasar la piel, como mencioné en el artículo sobre el dióxido de titanio. * *
En definitiva, la contaminación del tráfico y otras fuentes que se encuentra en las ciudades daña tu piel y puede acelerar el envejecimiento.
Existen muchos más contaminantes de los que mencioné que podrían tener este efecto, sobre lo cual ya no ve voy a detener.
Shock de calor
El calor en sí es una causa del envejecimiento de la piel, al alterarla por el aumento de la temperatura.
Esto sucede cuando la piel está expuesta a la radiación infrarroja del sol, la cual genera calor por vibración y rotación de las células. *
El calor generado por aparatos electrónicos como los celulares, monitores, secadores de pelo y estufas también tienen un efecto envejecedor. *
Los shocks de calor incrementan la actividad de las metaloproteinasas, que, como mencioné, son un tipo de enzimas que degradan el colágeno y otras proteinas de la matriz extracelular. Así, produce la degradación del colágeno y la elastina. *
Además, el shock de calor puede causar en sí la destrucción del colágeno, al aumentar el nivel de colagenasa y disminuir el de pro-colágeno. *
También disminuye la cantidad de antioxidantes en la piel, como el glutatión, las catalasas y el superóxido dismutasa, enzimas que se encuentran naturalmente en el cuerpo. *
En un estudio del 2012, se mostró que la exposición a un tratamiento de calor crónico induce la formación de arrugas. El experimento se realizó en ratas, a las que se les aplicó un tratamiento de calor de una temperatura de 43º, 3 veces por semana, durante 6 semanas.
Se observó que, aunque a nivel de estructura celular, un tratamiento con calor aumenta el grosor de la dermis y la epidermis, cuando se realiza de manera repetitiva aumenta el daño oxidativo, como consecuencia de la disminución de enzimas antioxidantes y el incremento de las metaloproteinasas, y genera la aparición de arrugas.
Así, la exposición frecuente a shocks de calor y al calor del sol sobre la piel puede acelerar el envejecimiento cutáneo.
Diferencias entre razas
El envejecimiento prematuro se desarrolla de manera distinta según la raza y el fototipo. A diferencia del envejecimiento cronológico o intrínseco, que es parecido en todas las poblaciones.
Así, en las pieles de la raza Caucásica, el envejecimiento prematuro comienza antes, hay mayor cantidad de arrugas y se da esta diferencia entre dos tipos de pieles fotoenvejecida (citrina y telangiectásica). Además, hay mayor tendencia a desarrollar cáncer de piel.
En las razas Asiática y Africana, hay más problemas de pigmentación y menos arrugas. Además, puede que el fotoenvejecimiento empiece más tarde que en la Caucásica, especialmente cuando el fototipo es más oscuro.
Todo esto se debe a la diferencia en expresiones genéticas, incluso aunque el color de la piel se vea claro.
Por ejemplo, comparando pieles de alemanas y japonesas, conocidas por mantener su piel clara, se encontró que en estas últimas se daba con mayor frecuencia un alelo relacionado con la ocurrencia de manchas. La distribución del gen relacionado con la síntesis de melanina también era diferente. De esta manera, las japonesas presentaban más machas por el fotoenvejecimiento y menos arrugas que las alemanas. *
Así, el envejecimiento prematuro se va a manifestar de manera distinta según la genética.
Estrategias contra el envejecimiento prematuro
Una gran parte del envejecimiento extrínseco se puede prevenir.
En el caso del fotoenvejecimiento, protegerse del sol, evitar las horas de mayor radiación, usar sombrero y gorro, así como protector solar, pueden ayudar en gran medida.
Podés aprender sobre más medidas para protegerse de la radiación en el artículo Radiación ultravioleta: cómo cuidar más tu piel.
Llevar un estilo de vida saludable también hace la diferencia:
- No fumar o dejar de fumar
- Comer bien, especialmente alimentos que contengan antioxidantes
- Hacer ejercicio de manera moderada
- Dormir lo suficiente
- Tomarse momentos para relajarse
- Llevar adelante alguna práctica de meditación, yoga o tai chi
- No consumir alcohol
En fin, hábitos de sentido común que te pueden mejorar la salud y la calidad de vida.
Por otro lado, existen factores que casi no se pueden prevenir, como la contaminación ambiental.
Para las personas que viven en grandes ciudades, es muy poco lo que pueden hacer para evitar los compuestos tóxicos en el aire, lo que llevará a cierto envejecimiento extrínseco.
Recomiendo aumentar el consumo de antioxidantes y cosméticos anti-age que los contengan, con el fin de combatir mejor los radicales libres que puede producir este tipo de polución.
En los últimos años, se han desarrollado tecnologías para protegerse de la contaminación, incluyendo algunos productos cosméticos. *
Asimismo, según las circunstancias en las que vivamos, cierto nivel de estrés puede ser inevitable. Lo recomendable es tomar el control de tu vida y llevarla a una existencia más agradable o adecuada para vos.
También forman parte de las estrategias para combatir el envejecimiento prematuro los tratamientos cosméticos, como, por ejemplo, los peeligs, la fangoterapia, la vinoterapia, el uso de retinol y de vitamina C.
Conclusiones sobre el envejecimiento de la piel
La piel envejece de dos maneras: de manera intrínseca y de manera extrínseca.
El envejecimiento intrínseco o cronológico es un proceso natural, considerado inevitable, en el que los distintos sistemas del organismo van perdiendo sus funciones.
Una piel que presenta sólo este tipo de envejecimiento tiene una apariencia uniforme, suave, con líneas finas y pérdida de volumen.
El envejecimiento extrínseco es causado por factores externos, como la radiación UV, el estrés, la mala alimentación, la falta de sueño y hábitos como fumar o beber.
En pieles caucásicas, se considera que hay dos tipos de envejecimiento prematuro. Uno causa una apariencia coriácea, amarillenta, con manchas y muchas arrugas gruesas, mientras que el otro implica la aparición de telangiectasias y arrugas finas.
Además, el envejecimiento de la piel puede comportarse de manera distinta según las diferentes razas.
Mientras que el envejecimiento cronológico está fuera de nuestro control, no sucede lo mismo con el prematuro. Así, se pueden tomar estrategias adecuadas para prevenirlo o tratarlo.
Estas incluyen llevar adelante cierto estilo de vida, protegerse del sol y realizar tratamientos cosméticos.
Y bueno… esto es lo que puedo decir por ahora sobre el envejecimiento de la piel según lo que estudié e investigué, en resumen y omitiendo cosas.
Se podría hablar muuuuuuucho más sobre el tema y hay infinidad de estudios al respecto.
Es una cuestión compleja e intrigante. Todo el mundo envejece y todos quieren verse y sentirse bien.
[…] pudiendo ayudar a la piel a protegerse de los efectos de los radicales libres y, así, combatir el envejecimiento […]
[…] de los radicales libres. Esto lo hace muy interesante para tratamientos para prevenir y tratar el envejecimiento […]
[…] veces puede causar cambios casi permanentes en la piel. Al irla dañando, genera fotodaño y fotoenvejecimiento, uno de cuyos síntomas visibles es tener la piel más oscura respecto al tono base o incluso […]
[…] o problema estético específico. Por ejemplo, para acné, hiperpigmentación, aclararse la piel, envejecimiento, cicatrices, entre […]
[…] de los queratinocitos. También protege el tejido que se está formando, protegiéndolo contra las especies reactivas de oxígeno y las […]
[…] esta manera, al combatir el envejecimiento, puede hacer que la piel alrededor de los ojos sea más firme, eliminar patas de gallo y reducir […]
[…] embargo, este se debe a la reversión de los síntomas del fotoenvejecimiento. Así, no se trata necesariamente de inhibir la producción de […]
[…] De esta manera, es útil en tratamientos para combatir el envejecimiento prematuro. […]