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Manteca de karité o shea butter: propiedades y usos para la piel. Qué tener en cuenta para comprarla

La manteca de karité, shea butter o Butyrospermum parkii es un ingrediente que se ha vuelto muy utilizado en cosmética.

Así, hoy en día la vas a poder encontrar en distintos productos, sea como ingrediente activo o como excipiente vehicular.

Sin embargo, su uso mundial es relativamente reciente y hasta hace unas décadas era simplemente parte común y tradicional de la alimentación y el cuidado estético africanos.

Dado esto, ¿se puede afirmar que tiene todas las propiedades que se publicitan?

En este artículo, voy a intentar aclarar algunas dudas sobre este ingrediente e informar sobre algunos usos, sus posibles efectos secundarios y su adquisición.

Primero…

¿De dónde viene la manteca de karité?

La manteca de karité proviene del fruto de un árbol originario de África, produciéndose en más de 20 países en este continente. Entre estos, se incluyen a Nigeria, Ghana, el Congo, Etiopía, Senegal, Sierra Leona, Sudán, Uganda, Kenia, entre otros.

O sea, se da en toda una franja en el medio del continente, como se ve en la imagen en esta noticia. Es decir, en las sabanas.

El nombre científico de este árbol es Vitellaria paradoxa, pero es más conocido como Butyrospermum parkii. También se lo llama shea tree en Inglés y karité en Francés.

Es de tamaño pequeño a mediano, pudiendo llegar a medir 15 metros. Asimismo, puede tardar entre 15 a 40 años en madurar para producir frutos, de los cuales se extrae la manteca de karité.

Este árbol se encuentra intrincado con la cultura y la economía de varios países africanos.

Así aunque se trata de una planta que crece de manera silvestre, aproximadamente el 80% de la masa boscosa que se encuentra en granjas africanas está compuesto por este árbol.

También se lo utiliza como parte del sistema de agricultura desde hace centenios.

Además, a pesar de que el fruto de este árbol y el óleo que se extrae de él son cada vez más importantes a nivel internacional, la mayor parte de la recolecta de karité se destina al mercado interno.

Otras partes del árbol, como las hojas, raíces y corteza, son usadas medicinalmente, por ejemplo, para tratar quemaduras, diarrea, dolor de garganta, como vermífugo y enjuague para los ojos ante el veneno de la cobra escupidora.


El fruto del karité

El fruto está compuesto por una cáscara, la pulpa y normalmente encierra una sola semilla, aunque a veces pueden ser dos, tres o hasta cuatro.

La cáscara o epicarpio suele ser fino y, debajo de él, se encuentra el mesocarpio, que es blando. Estos suelen constituir aproximadamente el 55% del fruto entero, aunque los valores pueden variar entre 33% y 75%.

La pulpa es una parte importante de la dieta local, razón por la cual la mayoría de los frutos van al mercado interno.

Además, el sabor de la pulpa suele ser un factor para determinar la calidad del árbol y su producido. Otros factores son la cantidad de aceite que se obtiene de ellos y la cantidad de frutos obtenidos.

Las semillas, por otro lado, son puestos a secar al sol, para luego extraerles los aceites o lo que se conoce como manteca de karité.

La recolección del fruto es realizada por las mujeres, que se levantan antes de que salga el sol para movilizarse hacia las zonas con árboles.

No se tiran los frutos directamente del árbol, sino que se recogen los que ya están en el suelo. Esto es para evitar recoger los frutos inmaduros, que tendrán menos aceites y pulpa.

Esta actividad es una fuente de ingresos para estas mujeres.

Cómo se obtiene el aceite

La extracción de estos óleos se suele realizar de manera tradicional. Se hierven las semillas, se las deja secar al sol, se las muele y se tuestan hasta formar una pasta.

Luego, se hierve esta pasta en agua, para que las grasas salgan a la superficie, las que se colan y se dejan enfriar, con el fin de que tome la forma de manteca.

Puede tomar unas 8 horas en producirse.

Así se obtiene la manteca de karité, lista para el uso culinario o cosmético. *

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¿Qué contiene?

La pulpa del fruto del árbol de karité concentra una alta cantidad de vitamina C, aproximadamente 196 mg en cada 100 gramos. Esto llega a cubrir el 98% de los requerimientos diarios de una embarazada y el 331% de los niños entre 4 y 8 años.

El núcleo de la semilla es rico en grasas, el que varia entre 17 a 59 gramos por cada 100 gramos de núcleos secos. *

La manteca de karité se compone de triglicéridos, con ácidos grasos oleicos, esteárico, linoleico, alfa-linoleico y palmítico. Así, tiene tanto ácidos grasos omega 6 como omega 3.

También contiene ésteres de triterpeno.

Los triterpenos se encuentran en el aceite de varias plantas y tienen ciertas propiedades curativas, a partir de que genera diversas reacciones biológicas.

Así, se considera que son antiinflamatorios, antivirales, antibacteriales y antitumorales. Además, podrían beneficiar al sistema inmune.

Asimismo, pueden inducir la migración de células y disposición de colágeno, y acelerar el proceso de curación de heridas. De esta manera, también se los considera beneficiosos para reparar la piel.

La manteca de karité presenta compuestos fenólicos, los que se encuentran también, por ejemplo, en el té verde o el café, teniendo propiedades antioxidantes.

Otro antioxidante que contiene es el tocoferol o vitamina E. *

Asimismo, contiene vitamina A, también antioxidante.

Otro compuesto que puede contener la manteca de karité es el látex. El látex es una proteína vegetal que puede causar reacciones alérgicas. Aunque también tiene cierto efecto fotoprotector.

Puede encontrarse en mayor cantidad en la manteca de karite sin refinar de ciertas zonas de África.

También contiene ácido cinámico, un ácido orgánico de color blanco con olor parecido a la miel, y que es abundante en la corteza del árbol de canela (de ahí el olor). Se le reconocen ciertas propiedades terapéuticas, por ejemplo, como anticancerígeno (incluyendo la inhibición de la proliferación de células cancerígenas en los melanomas en la piel), como antibacterial, antifúngico y antioxidante. *

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Propiedades de la manteca de karité para la piel

Las propiedades de la shea butter van a variar según la calidad del producto. Voy a exponer estas propiedades suponiendo que se trate de una de buena calidad o premium, a lo que me referiré más adelante.

En general, la manteca de karité se considera muy compatible y beneficiosa para la piel. Esto se debe a que se funde con el calor corporal, con lo que es absorbida fácilmente.

De esta manera, permite que se aprovechen las siguientes propiedades:

Humectante

Por ser un lípido, sirve para reponer la barrera lipídica de la piel, evitando así una mayor pérdida de agua.

Con esto, se puede mejorar la salud de la piel, la cual suele perder su barrera con el baño diario y la limpieza.

Así, usar la manteca de karité es una forma de reponer esta barrera. De hecho, se considera que tiene un efecto protector mayor al del aceite mineral y logra mejorar los niveles de protección cutánea mejor que este incluso después de que la piel se haya desecado por el lavado o el uso de alcohol. *

De esta forma, dada su capacidad de retener el agua, puede ayudar a las pieles secas.

Antioxidante

Se considera que la manteca de karité tiene propiedades antioxidantes, por su contenido en compuestos fenólicos y en vitaminas A, Cy E.

Antiinflamatorio

Se considera que la manteca de karité tiene propiedades antiinflamatorias, por su contenido en triterpenos.

Asimismo, se realizó un estudio en el 2012 con el extracto metanólico de este ingrediente. Se encontró que lograba inhibir la actividad de varias enzimas inflamatorias. La prueba fue in vitro, esto es, con células en un laboratorio.

Aún así, esto pudo explicar la acción terapéutica de la shea butter en afecciones que implican inflamación, como, por ejemplo, en dermatitis, úlceras y, como veremos, en quemaduras.

Regenerativas

Puede regenerar el tejido celular, al mismo tiempo que suaviza la piel. Así, se ha visto su uso en la curación de quemaduras y heridas, lo que da indicio de esta propiedad.

Más adelante, veremos estos usos.

El contenido en triterpenos también indica la posibilidad de que contenga esta propiedad.

Los triterpenos son efectivos en reducir el tiempo en que tarda una herida en cerrarse y acelerar el proceso de curación. Además, moderan la generación de radicales libres en la herida, promueven la migración y proliferación de células y la deposición de colágeno. Todo esto los hace aptos para tratar heridas.

Entonces, la capacidad regenerativa de la manteca de karité podría depender de la cantidad de triterpenos que contenga, lo que dependerá de su calidad, como mencioné.

¿Anti-age?

Se afirma que la manteca de karité es anti-age. Esto tiene sentido si se piensa del lado de que evitaría que la piel se seque, lo cual es una forma de prevenir mayor envejecimiento o mejorar la apariencia. El envejecimiento suele implicar una piel más seca.

Así, podría prevenir el envejecimiento prematuro causado por el sol y la sequedad.

Además, es uno de los ingredientes botánicos más utilizados para formular cosméticos anti-age.

La capacidad antiinflamatoria también podría prevenir el envejecimiento, así como la presencia de vitaminas antioxidantes.

Asimismo, se afirma que la presencia de triterpenos, vitamina A y ácido cinámico ayuda a mantener la elasticidad de la piel, al inhibir a la enzima elastasa, que degrada esa proteína. De la misma manera, la vitamina A y los esteroles promoverían la reducción de arrugas.

Además, presenta compuestos fenólicos, sustancias antioxidantes presentes también en el té verde, el café y las uvas.

Y, por supuesto, la gran cantidad de vitamina C también ayudaría proteger a la piel de los radicales libres, previniendo el envejecimiento prematuro.

Todos estos factores indicarían que la manteca de karité sería anti-age.

Desgraciadamente, no se han hecho estudios que confirmen este efecto en humanos.

¿Protector solar?

Se dice que tiene ciertas propiedades de protección contra los rayos UV. Esto se debe a la presencia de ácido cinámico y látex, los cuales absorben esta radiación.

Sin embargo, el FPS ronda entre 3 y 4. Es decir, no llega al mínimo recomendado de FPS 15. *

Así, no te va a funcionar por sí solo como protector solar, aunque se puede combinar con otras sustancias. Por ejemplo, puede ser un vehículo (excipiente) para el óxido de zinc o el óxido de titanio, protectores minerales que reflejan los rayos del sol.

¿Antibacterial?

Hay estudios que sugieren que la manteca de karité también puede poseer propiedades antibacterianas, por lo menos, frente a ciertas bacterias.

Así, un estudio en África buscó crear jabones antisépticos a partir del aceite del árbol del neem y de manteca de karité. Concluyó con que logró un jabón de estas características usando solo la manteca.

En otro estudio se observaron las propiedades antibacterianas de la corteza del árbol Vittelaria paradoxa.

Sin embargo, estos estudios no parecen suficiente para afirmar que la manteca de karité sea antiséptica. O, por lo menos, no en un grado considerable.

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Usos de la manteca de karité

Obviamente no conozco todos los usos que se le han dado a la manteca de karité en África. Estas son algunas utilizaciones que he encontrado mencionadas o de las que se han hecho estudios comprobándolas.

Curar quemaduras

Se considera que la manteca de karité podría ayudar a tratar quemaduras.

Esto se vio en un estudio que comparaba el efecto de distintas muestras de manteca de karité sobre heridas de quemaduras en ratas.

El resultado fue que la manteca de karité tenia un efecto terapéutico y lograba curar las heridas cuando iba acompañada de otros ingredientes, como aceite de palta, aceite de uvas y vitamina C o ácido ascórbico.

Esta combinación logró potenciar el efecto antiinflamatorio y mejorar la respuesta inmunitaria y producción de colágeno por fibroblastos.

Por otro lado, usar manteca de karité cruda, sin ningún proceso de refinado ni limpieza, puede acarrear consecuencias negativas, debido a la presencia de microorganismos e impurezas. Así, en el estudio generó pus y el empeoramiento de las heridas, dado que se usaron muestras puras traídas directamente de un mercado de Sudáfrica, las que no se habían tratado de ninguna manera.

Por supuesto, el estudio causa ciertas dudas, debido a que hubieron ingredientes extra que ayudaron a la curación.

Así, se necesita mayor investigación.

Por otra parte, se sugiere que la manteca de karité también sirve para tratar quemaduras solares. Esto se debe a su contenido en antioxidantes y sus propiedades antiinflamatorias.

Cicatrizar heridas

Dado que tiene propiedades regenerativas, se puede usar para ayudar en la cicatrización de heridas.

También existe evidencia de que puede servir para evitar la formación de cicatrices queloides, que son aquellas que sobresalen de la piel por una mala cicatrización.

Estas pueden verse desde una fina línea que sobresale a cosas más graves: masas grandes de carne acompañadas de irritación y dolor, luego de la mala curación de heridas, incisiones, traumas en la piel o, también, por la presencia de bacterias. Estas pueden crecer en el espacio de meses y años.

En el África subsahariana es común entre la gente local la formación de queloides. Se realizaron estudios a partir de la afirmación de más de un paciente de que remedios tradicionales, entre los que se incluye la manteca de karité, los había ayudado.

El uso de esta demostró tener un efecto inhibitorio en los fibroblastos queloides que son responsables del desarrollo de este tipo de cicatrices.

Este se debe a que contiene ácidos grasos omega 3, antiinflamatorios, y triamcinolona, un esteroide usado como agente farmacológico para tratar las queloides.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el estudio se realizó in vitro, no en pacientes, y que se encontraron compuestos con mayor eficacia, como el aceite de pescado.

Dermatitis atópica

Se encontró que la shea butter se puede usar en el tratamiento para la dermatitis atópica.

Un estudio en el 2015 demostró la eficacia de extractos botánicos junto con la manteca de karité para tratar esta afección dermatológica.

Como sucedió con el estudio respecto a quemaduras, se obtuvieron resultados positivos por el uso de la manteca de karité combinada con otros ingredientes, todos los cuales actuaron de manera sinérgica para lograr el efecto deseado.

La mezcla contenía, entre otros, manteca de karité, dimeticona, glicerina, vitamina B, ceramidas, alantoína y bisabolol.

Al cabo de dos semanas de aplicación, se había mejorado bastante la apariencia de la piel y se habían reducido los síntomas como picazón, descamación, eritemas, aspereza e irritación.

En otro estudio del 2015, se observó que una crema y limpiador con extracto de manteca de karité eran igual de efectivas que la crema y limpiador con ceramidas.

El mismo se realizó en Hong Kong en 34 niños de 4 a 12 años de edad, quienes estaban en circunstancias similares respecto a la severidad de su enfermedad y tratamientos usados.

Se recomendó a los pacientes que usaran la nueva crema con extracto de manteca de karité en las zonas con eccema y pliegues de las articulaciones, al menos, dos veces al día. Al cabo de 4 semanas, se midieron tanto los resultados de este tratamiento así como la aceptabilidad del producto.

Se vio que la efectividad y la aceptabilidad de esta crema eran iguales al de las cremas con ceramidas, que son las más recomendadas por los dermatólogos para esta afección. Así, estas, en realidad, no serían superiores a una crema con manteca de karité.

Asimismo, se observó que los pacientes que más aceptaban la nueva crema eran los que obtenían mejores resultados. Esto se debió a que estaban más a gusto con el producto, usándolo más y de la manera adecuada.

De esta manera, la manteca de karité podría ser un ingrediente activo útil para tratar la dermatitis atópica.

Humectar, prevenir la piel seca, proteger la piel

Como uso tradicional, la manteca de karité es un humectante, oclusivo y protector, que puede servir si estás en un clima desfavorable, para proteger tu piel de la sequedad.

Por ejemplo, los hombres africanos se untan con manteca de karité para meterse en minas de sal y las mujeres para protegerse de la resequedad que puede causar el sol de la sabana. *

También me encontré un estudio que trata sobre el uso de la shea butter como humectante para la piel, el cuero cabelludo y el pelo por los nigerianos. Desafortunadamente, no es de dominio público.

No hay que olvidar que la shea butter contiene ácidos grasos, efectivos para humectar la piel. Así, estos lípidos ayudan a la piel a retener la humedad y contribuyen a la barrera cutánea.

Más usos

También se sugiere que se puede utilizar para:

  • Sarpullidos
  • Aliviar picaduras (uso tradicional, no existen ensayos clínicos)
  • Suavizar la piel
  • Minimizar líneas de expresión y arrugas
  • Prevenir síntomas de fotoenvejecimiento
  • Psoriasis
  • Caspa
  • Estrías
  • Úlceras en la piel
  • Labios resecos
  • Cuidado de la zona del cordón umbilical (recién nacidos)
  • Sarna

Como siempre, hay que recordar que la manteca de karité tiene varios usos en África, usándose también como medicina tradicional o ingrediente para prepararlas.

De hecho, una revisión de estudios del 2022 encontró referencia a 24 condiciones dermatológicas en que se usaría la shea butter en la medicina del África subsahariana.

Entre estas, las más investigadas fueron la curación de heridas, el cuidado del cordón umbilical y la sarna.

Consideraciones

La manteca de karité es un producto relativamente nuevo en el mercado. Hasta los ‘80s era más bien algo común de la sabana africana, más que un commodity mundial de la cosmética.

Así, no se puede decir que existan suficientes estudios respecto a sus propiedades. Por esta razón, no están confirmados todos los usos que se proclaman.

Por otra parte, más allá de los ensayos clínicos, la manteca de karité ha tenido un uso tradicional en África, ayudando a mantener la salud y belleza de la piel en un clima seco y soleado.

Así, hay varias cosas de la manteca de karité que podemos considerar por las utilizaciones que se le han dado por milenios.

Estas, que son parte de la medicina tradicional, están siendo redescubiertas, investigadas y confirmadas por la ciencia moderna.

Será cuestión de tener un balance e informarse lo más posible, para no caer, por un lado, en cualquier afirmación hecha por la publicidad, ni, por el otro, en un escepticismo nihilista (como muchas personas que terminan diciendo que los ingredientes naturales o de tradiciones no sirven para nada y sólo la “ciencia” tiene la respuesta).

Dicho esto, veamos las posibles complicaciones de usar shea butter.

Contraindicaciones y efectos secundarios de la manteca de karité para la piel

Aunque es raro, la manteca de karité puede llegar a causar alergia. *

Esto normalmente se debe a la presencia del látex. Así, las personas que ya son alérgicas a esta sustancia podrían sufrir de una reacción por el uso de este ingrediente. Especialmente si se encuentra sin refinar. *

En el proceso de refinado, muchas veces, se le quita el látex, pero también varias de sus propiedades beneficiosas.

Generalmente, se considera que no causa reacción alérgica a aquellas personas que sean alérgicas a semillas o frutos secos como maní, almendras o nueces. Las semillas del árbol de karité no suelen contener muchas proteínas que causen una reacción alérgica. *

Si la manteca de karité, aún así, la causa, por contener proteínas, probablemente es de mala calidad, pues se trata de compuestos no deseados en este producto.

Comprando manteca de karité

Si vas a una droguería o lugar donde venden materias primas, tal vez no sea tanto problema y simplemente te den un pote con manteca de karité, sin mucha publicidad, ni anuncio, ni nada que certifique que es orgánico.

En mi caso, yo tengo un pote que dice que mi manteca de karité es de Alemania, que supongo que significará que allí fue producida desde el fruto traído de África y refinada, lo que me da seguridad, dado el estándar alemán.

Si vas a una plataforma de ventas online, puede que veas varias marcas de shea butter que digan que son certificadas orgánicas.

Pero el tema es que, ¡todas son orgánicas!

El árbol crece sin ayuda humana en las sabanas africanas y los frutos son recolectados por mujeres del lugar. No hay mucho procesamiento en eso.

Sí va a ser importante qué esté testeada y graduada, para asegurarse que la que vas a adquirir esté libre de alérgenos y sea de buena calidad. Así, un mal producto puede contener, por ejemplo, mercurio, plomo, proteínas, hongos o colonizaciones bacterianas.

Para conseguir una manteca de karité que sirva no sólo como un humectante o emoliente, sino que tenga todas sus propiedades antioxidantes y curativas, te recomiendo que busques una de grado premium sin refinar.

Esta conserva todas sus propiedades y ha sido testeada para asegurarse de que no contenga compuestos dañinos. Es la que puede mejorar bastante la apariencia de la piel al cabo de 4 a 6 semanas de uso diario y tratar afecciones como eccema.

Sin embargo, tené en cuenta que también contiene látex de manera natural, al estar sin refinar, el cual es un alérgeno. Así, tenés que saber primero si no tenés alergia al látex.

Si la necesitás más como materia prima, por ejemplo, como vehículo o excipiente para una crema, te va a bastar con lo que se llama grado cosmético o comestible. Esta no preserva tantas propiedades como la premium, sino que es probable que haya sido refinada para eliminar el olor, color y agentes tóxicos o alérgenos, y tenga conservantes para evitar que se enrancie.

Sigue siendo de utilidad para humectar, pero ha perdido aproximadamente el 75% de sus propiedades o componentes bioactivos, de los cuales se conoce desde hace relativamente poco.

Por cierto, si ya tenés manteca de karité sin refinar y huele muy fuerte o mal o lleva fragancia añadida, es probable que esté rancia. No se supone que huela mal. * *

Conclusiones

La manteca de karité o shea butter es una grasa o aceite vegetal que se ha usado durante centenios o, tal vez, milenios en el África subsahariana, donde sus usos y propiedades son bien conocidos.

Sin embargo, debido a que el interés en este ingrediente es relativamente reciente en el mercado internacional, existen pocos estudios clínicos respecto a su eficacia para ciertos padecimientos o para todo lo que se proclama que puede hacer este producto.

Así, puede ser una buena idea evaluar cuáles han sido sus usos tradicionales y observar los estudios que existen.

Queda en claro que es un buen humectante, que puede ayudar a las pieles resecas y a protegerse de los factores negativos del clima. También, presenta ciertas propiedades regenerativas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Sus propiedades como protector solar, antiage y antibacteriano se encuentran controvertidas.

Para aprovechar al máximo los beneficios que puede tener este ingrediente, lo mejor es conseguir un producto de primera calidad sin refinar, sin dejarse llevar por la etiqueta de “orgánico”.

Y tener precaución en caso de que tengas alergia al látex, ya que tal vez no puedas usarlo en esta forma.

¿Usás o usaste manteca de karité? ¿Qué resultados te dio?

¡Decíme en los comentarios!

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