Son conocidos los beneficios del té verde al tomarlo, aportando antioxidantes y protección contra ciertas enfermedades. Pero este no sirve solamente para despertarse a la mañana o relajarse por las tardes. También se puede usar el té verde para la piel.
Cada vez se utiliza más este ingrediente en los cosméticos y cosmecéuticos, siendo uno de los activos herbales que más se está extendiendo. Así, se buscan aprovechar los beneficios de esta planta para la salud y belleza cutáneas.
El consumo oral del té verde también puede beneficiar a la piel.
En este artículo te contaré cuales son estos beneficios, los usos del té verde para la piel y más.
Los compuestos fenólicos que contiene brindan la misma protección a la piel que la que dan cuando se lo consume oralmente. De esta manera, tiene efectos antiinflamatorio, antioxidante y fotoprotector en ella.
Dadas estas propiedades, también se lo considera anticancerígeno, ayudando a prevenir la enfermedad.
Así, el té verde es:
La actividad antiinflamatoria del té verde está relacionada con el hecho de que es un antioxidante.
También se ha observado que el principal componente activo del té verde, la epigalocatequina-3-galato (EGCG), es antiinflamatoria.
Su uso es considerado incluso para mejorar enfermedades de tipo inflamatorio.
Es muy conocida la capacidad antioxidante del té verde, debido a su contenido en polifenoles.
Esto se ha confirmado tanto para su ingesta oral, como para su uso sobre la piel.
Por ejemplo, en un estudio del 2000, se observó un incremento de antioxidantes en el plasma de voluntarios, luego de que estos, previo ayuno, hubieran bebido té verde. La diferencia era mayor cuanto más té hubieran bebido. Así, habiendo bebido 150 ml, la cantidad de antioxidantes sólo aumentó un 1% luego de 1 hora. En cambio, consumiendo 450 ml, el aumento era del 12% a la hora.
Otro estudio, del 2006, también afirma que el té verde aumenta la cantidad de antioxidantes en el organismo. De esta manera, sugiere su capacidad de proteger a la persona del estrés oxidativo y las enfermedades y problemas relacionados con él.
Por supuesto, estos beneficios también se trasladan a la piel.
En un estudio del 2003, se observaron los efectos de la aplicación tópica de polifenoles de té verde y de la EGCG, antes y luego de exponer la piel a luz UV. Se observó que tenía un efecto antioxidante en la piel, inhibiendo el estrés oxidativo.
Así, usar el té verde sobre la piel aumenta los antioxidantes en ella y esto ayuda a combatir el estrés oxidativo.
Se encontró que el té verde aplicado tópicamente puede servir como «protector solar«. Esto se debe a que el principal compuesto activo en el mismo, la epigallocatechin-3-galato (EGCG), funciona como antiinflamatorio, antioxidante y pantalla solar.
Así, se observó que su aplicación tópica reducía el numero de células dañadas por el sol, protegía a las células Langerhans de la epidermis y disminuía el daño al ADN.
De esta manera, se lo considera un elemento preventivo de los daños que puede causar la luz solar y una alternativa natural de fotoprotección.
Asimismo, en el estudio del 2006, se vio que la aplicación tópica de polifenoles de té verde y de la EGCG antes de la exposición UV tuvo un efecto fotoprotector, previniendo la inmunosupresión e inflamación.
Los estudios en animales y humanos, in vitro e in vivo, sugieren que los polifenoles del té verde son fotoprotectores por naturaleza…
Katiyar SK. Skin photoprotection by green tea: antioxidant and immunomodulatory effects. Curr Drug Targets Immune Endocr Metabol Disord. 2003 Sep;3(3):234-42. doi: 10.2174/1568008033340171. PMID: 12871030.
Como idea, combinar extracto de té verde con un protector solar común puede tener un efecto sinérgico que ayude a protegerse mejor de la radiación UV.
Como el envejecimiento está relacionado con la inflamación y el estrés oxidativo, se considera que el té verde puede ser un buen anti-age, dado que disminuye la inflamación y combate los radicales libres que causan envejecimiento prematuro.
El té verde también puede reducir otros efectos causados por los rayos UV, como eritema, inmunosupresión y la generación de tumores.
Esto se vio claramente en un estudio de 1992, en que se hicieron varias pruebas con ratones. Estos fueron expuestos a radiación UV por 1 semana a 10 días y luego se les aplicó un químico, todo lo cual causaba cáncer de piel. Asimismo, se les ofreció té verde como única fuente de hidratación. En todos los casos, se observó que el número, la incidencia y el tamaño de los tumores en la piel eran menores al control (que no tomaba té verde).
Así, el té verde efectivamente puede prevenir y mejorar el estado del cáncer de piel.
Asimismo, en una revisión de estudios del 2000, se afirma que está demostrado que el este té tiene un efecto anticancerígeno (y antiinflamatorio) también en piel humana, en la que ya se habían realizado algunos estudios.
Además, interviene en los mecanismos para la proliferación de las células, por lo que puede regular respuestas inflamatorias y de tumores.
Colectivamente, estos datos sugieren que el té verde posee un efecto quimiopreventivo significativo contra cada estadío de la carcinogénesis, y que puede ser útil contra las respuestas inflamatorias asociadas con la exposición de la piel a promotores químicos de tumores así como a la radiación solar.
Mukhtar H, Katiyar SK, Agarwal R. Green tea and skin–anticarcinogenic effects. J Invest Dermatol. 1994 Jan;102(1):3-7. doi: 10.1111/1523-1747.ep12371720. PMID: 8288907.
Desde hace tiempo, se conoce bien que el té verde es un potente antibacteriano.
Por ejemplo, es efectivo contra las bacterias Staphylococcus epidermidis, Micrococcus luteus, Brevibacterium linens, Pseudomonas fluorescens y Bacillus subtilis.
Actúa previniendo la adhesión de las bacterias malignas en las mucosas o en la piel, sin resultar dañino a las bacterias benignas.
Asimismo, es efectivo especialmente contra el Propiniobacterium Acnes, considerado uno de los causantes del acné.
También, en un estudio del 2013, se investigó la capacidad del té verde para combatir a bacterias con resistencia a los medicamentos convencionales. Este tipo de bacterias está causando estragos en los hospitales de todo el mundo y son responsables de infecciones de nosocomio, es decir, existentes y contraídas en hospitales.
Se usó extracto de té verde contra una variante de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y contra Pseudomonas aeruginosa, bacteria con resistencia a varias drogas, frecuente en hospitales y que puede causar infección del tracto urinario y pneumonía.
Se observó que este extracto era efectivo contra ambas bacterias, tanto aquellas con resistencia como sin. Así, su efectividad contra las bacterias sacadas de laboratorio (sin resistencia) fue comparable a la de antibióticos convencionales y sólo levemente menos efectiva. Además, seguía siendo efectivo contra las bacterias resistentes a antibióticos.
Dado esto, se concluyó que la inclusión del té verde como medicina complementaria para combatir bacterias resistentes a los medicamentos tradicionales sería muy útil.
Tal es la capacidad antibacterial del té verde que, en un estudio del 2021, se consideró su uso como enjuague bucal. Así, se observó que el té verde tuvo un efecto antibacteriano en la saliva y la placa bacteriana, por lo que se concluyó que podría ser una buena adición a las medidas estándar de higiene oral.
En definitiva, el té verde es un potente antibacteriano, útil contra varios tipos de bacterias, incluso cuando presentan resistencia a antibióticos, lo que puede ayudar en patologías de la piel que implican la presencia de bacterias, como el acné.
Dadas estas propiedades, algunos usos que se le da al té verde son:
El té verde puede ser un gran aliado contra el envejecimiento prematuro.
Esto se debe a que es antioxidante y antiinflamatorio, con lo que puede combatir los radicales libres causantes del envejecimiento y reducir la inflamación que lo caracteriza.
Así, ayudará a que mantengas una piel joven y sana.
Como dicen los estudios que mencioné, el té verde aumenta la cantidad de antioxidantes en el organismo y sirve para proteger al organismo y a la piel de los efectos que pueden resultar de la exposición a la radiación solar.
Así, puede prevenir el edema, la rojez, la inmunosupresión y combatir el estrés oxidativo.
Como mencioné, el té verde tiene un efecto anticancerígeno, con lo que puede usarse para prevenir la enfermedad.
El té verde puede ayudar con las infecciones cutáneas, en tanto es antibacterial.
Asimismo, puede reducir la inflamación en ellas.
Se sugiere que el té verde puede ayudar con el acné.
Como es antibacterial y antiinflamatorio, puede ayudar a mejorar esta patología.
Así, puede efectivamente combatir al P. Acnes y reducir la inflamación característica de pápulas y pústulas.
La rosácea es también una de las condiciones dermatológicas en las que se sugiere que el té verde puede ser útil.
Así, podría ayudar a añadir resistencia a la piel, en virtud de su contenido en antioxidantes y capacidad fotoprotectora.
Asimismo, podría reducir la inflamación y rojez asociadas a esta enfermedad a partir de su capacidad antiinflamatoria.
También se sugiere que el té verde puede mejorar las lesiones relacionadas con la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica suele ser tratada con medicamentos inmunosupresores, anti-histaminas y esteroides (corticoesteroides, hidrocortisona), cuyo abuso o uso continuado tiene muchos efectos secundarios, incluido diabetes.
Dado esto, es deseable que exista una alternativa natural.
Así, según un estudio del 2012, el extracto de té verde podría ser esta alternativa.
En este, se trató a 4 pacientes con baños de té verde.
Los pacientes tenían de 5 a 9 años de edad y ya habían pasado por varios tratamientos, como uso de corticoesteroides, medicamentos fotosensibilizantes y fototerapia.
Se los trató por 4 semanas con baños de té verde, usando 700 ml de té verde con 150 ml de agua corriente tres veces por semana. El baño duraba 30 minutos y la temperatura del agua era de 37ºC.
Se observaron mejoras a partir del 12º baño con té verde. Así, disminuyeron las lesiones, la inflamación, la escoriación, se adelgazó la piel y se eliminaron las bacterias que empeoraban la enfermedad (Malassezia sympodialis). La hidratación de la piel prácticamente no cambió. No se observó ningún efecto secundario y todos los pacientes toleraron bien el tratamiento.
Se concluyó que el baño con té verde es un tratamiento efectivo, seguro y sin esteroides para la dermatitis atópica. Menciona, sin embargo, la necesidad de más estudios.
Posteriormente, en otro estudio, del 2019, se observó que un tipo de extracto de té verde es capaz de mejorar las lesiones asociadas con la patología.
El estudio dice que las catequinas, el tipo principal de polifenol en el té, son poco biodisponibles, debido a su gran tamaño molecular. La solución a esto sería el uso de enzimas. Así, a los fines de la investigación, se utilizó un extracto de té verde procesado con tanasa, haciendo a las catequinas más biodisponibles.
Este se administró a ratones.
Se observó que, además de aumentar la actividad antioxidante, el té verde inhibía las histaminas, cuya aparición es típica en la dermatitis atópica y enfermedades alérgicas, sin tener efecto citotóxico en las células.
Asimismo, adelgazó la piel engrosada (liquenificada), aumentó la capacidad de retención de la humedad, redujo la evaporación del agua de la piel, con lo que disminuyó la sequedad, y se redujo la inflamación.
Así, se confirmó el potencial efecto terapéutico del extracto de té verde para la dermatitis atópica. *
En definitiva, el té verde puede ser una alternativa válida y natural para tratar la dermatitis atópica.
Usar té verde en el vendaje de las heridas puede ayudar en su curación.
En una revisión de estudios del 2021, se revisan las maneras en que el té verde (especialmente por su contenido en ECGC) puede ser beneficioso para las distintas etapas de la curación, a partir de las distintas propiedades que posee.
En primer lugar, puede ayudar a la curación de heridas combatiendo los radicales libres.
Aunque los radicales libres (a bajas cantidades) tienen una función en la curación de heridas, cuando el exceso de estos crea estrés oxidativo, esto interfiere en los procesos de regeneración de los tejidos. Esto puede llevar a heridas que no sanan y a inflamación.
El té verde, al ser antioxidante, protege a los tejidos del estrés oxidativo y permite así su recuperación.
Durante la curación de heridas, también se produce inflamación como una manera de combatir los patógenos. El té verde tiene un efecto inhibitorio sobre los factores que causan esta inflamación, como las citoquinas.
Asimismo, las bacterias pueden infectar la herida y retrasar su curación. El té verde puede prevenir esto, al ser antibacterial.
Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus y Escherichia coli son bacterias que se presentan comúnmente en heridas y pueden ser inhibidas por el té verde, especialmente por su componente activo: ECGC.
Durante la regeneración, también se produce la angiogénesis, esto es, la generación de nuevos capilares, la cual está regulada por distintos factores pro- y anti-angiogénicos. Las células inflamatorias, por ejemplo, pueden producir factores pro-angiogénicos. El exceso de estos puede producir problemas, como telangiectasias.
El té verde puede reducir la angiogénesis anormal y prevenir así la formación de telangiectasias.
Durante la curación de heridas, también puede ocurrir la fibrosis, que es un proceso de reparación anormal en respuesta al daño crónico. Implica la proliferación excesiva de fibroblastos, los cuales producen una gran cantidad de colágeno. Esto incrementa el tejido conectivo fibroso y crea cicatrices queloides.
El té verde tiene un efecto antifibrosis, de manera que inhibe la producción excesiva de colágeno y evita la formación de cicatrices queloides.
Dadas todas estas cualidades (antioxidante, antiinflamatorio, antibacterial, anti-angiogénico y antifibrosis), el ECGC del té verde puede promover la curación de heridas.
El estudio también sugiere que puede obtenerse un mejor efecto cuando se aplica el tratamiento tópico inmediatamente luego de que se generó la herida. *
Por sus propiedades antimicrobianas, el té verde puede usarse como enjuague bucal, reduciendo la cantidad de bacterias en la boca y previniendo así el mal aliento y problemas como la gingivitis.
Existe una buena cantidad de evidencia respecto a las bondades del té verde para la piel, a partir de las propiedades que he mencionado.
Sin embargo, aún queda el problema de la formulación cosmética para aprovechar estos beneficios. Con esto me refiero a que los productos no suelen estar testeados y a que puede que contengan una cantidad de fenoles del té verde demasiado pequeña para que tengan efecto.
Se considera que la concentración en un cosmecéutico o cosmético de un 5% de extracto de té verde puede ser suficiente para que tenga un efecto.
Como esto no siempre es claro en la etiqueta de ingredientes, será cuestión de probar y buscar referencias.
O de hacer algo casero.
Aunque el té verde es el más popular y extendido, otros tipos de té también tienen beneficios parecidos.
Dado el contenido en polifenoles, también son antioxidantes, antiinflamatorios, fotoprotectores y potencialmente anticacnerígenos.
Por ejemplo, el té negro también tiene la capacidad de inhibir la inflamación y ayudar en caso de tumores.
También es fotoprotector y puede revertir los signos de fotoenvejecimiento, inflamación y carcinogénesis, luego de la exposición a la radiación ultravioleta.
El té blanco es un antioxidante más potente que el verde.
El té rojo puede combatir el estrés oxidativo tan bien como el té verde.
El té verde es un ingrediente muy conocido, popular e investigado que ofrece una infinidad de beneficios en la piel.
Así, la puede proteger del estrés oxidativo y de los efectos del sol, retrasar el envejecimiento, favorecer la curación de heridas, reducir la inflamación, ayudar en la dermatitis atópica, eliminar bacterias, mejorar el acné y la rosácea, entre otros.
Sus propiedades se deben al contenido en polifenoles, especialmente en ECGC.
Aunque la biodisponibilidad del mismo no suele ser alta, se ha visto que el consumo o aplicación tópica del té verde igual tiene efecto. Además, se siguen desarrollando maneras de volverlo más biodisponible, por ejemplo, usando enzimas.
Usar una crema con suficiente concentración de extracto de té verde y tomarlo como infusión regularmente te pueden ayudar a mantener la salud y belleza de tu piel.
Si tenés una rutina anti-age, para la rosácea o contra el acné, el té verde es un ingrediente que deberías considerar.
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