¿Viste esas fotos de mujeres con una ridícula máscara verdosa en la cara? Se ve tan babosa, pero es parte de un tratamiento de belleza. ¡Eso que tiene en el rostro bien podría ser fango! ¿Y qué es el fango? ¿Es como la arcilla? En este artículo vamos a ver casi todo sobre la fangoterapia.
Vamos a ver qué es el fango, por qué es beneficioso, qué compuestos tiene, por qué es diferente de la arcilla, consejos para adquirir el fango, una breve Historia de la fangoterapia, los tipos de fango, cómo lo podés usar y cada cuánto, sus efectos secundarios y contraindicaciones.
¿Valdrá la pena usar esa cosa en la cara?
¡Seguí leyendo!
¿Qué es el fango?
Se define como fango o barro a la mezcla de tierra y agua, en la cual la cantidad de esta última supera a la de tierra.
El diccionario de la Real Academia Española lo define como “lodo glutinoso que se forma generalmente con los sedimentos térreos en los sitios donde hay agua detenida”. *
Con esta sola definición puede parece que agarrar cualquier barro que se encuentre en la calle y ponérselo en la cara sería una buena idea. Sin embargo, hay que diferenciar entre el concepto común de fango o barro y su acepción más cosmetológica o terapéutica.
Así, en este artículo, vamos a estar hablando del fango terapéutico.
¿Qué es el fango terapéutico?
Se trata del fango que se utiliza en tratamientos estéticos y también en terapias alternativas.
Se caracteriza por extraerse de lugares específicos, como de los volcanes, mares y ríos, tener cierta composición y propiedades específicas.
Respecto a la composición, un fango terapéutico es rico en oligoelementos y minerales.
Según la RAE, un oligoelemento es un “elemento químico que en muy pequeñas cantidades es indispensable para las funciones fisiológicas”. *
Así, puede contener, por ejemplo, cobre, cobalto, silicio, zinc, magnesio, manganeso y potasio. También puede contener sulfatos, agua, mica, fósiles, calcio, azufre coloidal, hierro, bentonitas, caolines, microalgas, ácidos, alcoholes y lípidos.
Asimismo, el fango terapéutico tiene propiedades astringentes, descongestivas, regenerativas, anti-age, antiinflamatorias, aclarantes, promotoras de la circulación, equilibrantes y limpiadoras.
El fango que se extrae y comercializa primero pasa por un proceso de laboratorio que lo analiza y se asegura que no contenga elementos contaminantes, como cianuro, mercurio, plomo, hongos, bacterias y desechos orgánicos.
Este fango terapéutico es el que se utiliza para hacer fangoterapia.
Un estudio sobre el fango
En el 2015, se investigó la composición del fango termal, con el fin de buscar estándares de referencia para el fango termal de uso terapéutico y cosmético con los que medir su eficacia. Varias de las afirmaciones de este estudio pueden aplicarse al fango en general.
Así, el fango es caracterizado como una sustancia compleja, que deriva de la mezcla durante largos periodos de tiempo de arcilla y agua. Así, se da un proceso de maduración en el que el agua va aportando elementos orgánicos, como microalgas, resultando en un producto natural con tanto elementos orgánicos como inorgánicos.
Respecto al fango termal, en el estudio se identificaron diversos compuestos (aparte de los minerales y oligoelementos), producto del proceso de maduración, como ácidos grasos saturados e insaturados, alcoholes de cadena larga, ácidos hidroxilos, ácidos dicarboxílicos, quetoácidos e hidrocarbonos. También se observó que, a mayor maduración, mayor era la cantidad de lípidos.
El fango del Mar Negro
Este fango marino es muy conocido y ampliamente utilizado, gracias a la comercialización global de este producto. Además, es un fango que se aplica directamente en los spas in situ, es decir, a las orillas del mismo Mar Negro.
Dada su popularidad, se han realizado varios estudios sobre este barro en particular, más que de otros.
Por ejemplo, un estudio del 2019, buscando medir el grado de irritación que puede causar este fango en la piel, examinó sus componentes. El examen se realizó en barro tomado directamente del mar hipersalino, sin procesar ni tratar. Encontró los siguientes minerales y oligoelementos en su constitución:
- Potasio (K)
- Sodio (Na)
- Cloro (Cl)
- Magnesio (Mg)
- Manganeso (Mn)
- Calcio (Ca)
- Trióxido de azufre (SO3)
- Dióxido de silicio (SiO2)
- Aluminio (Al)
- Bromo (Sr)
- Hierro (Fe)
- Mercurio (Hg)
- Cromo (Cr)
- Cobalto (Co)
- Níquel (Ni)
- Cobre (Cu)
- Zinc (Zn)
- Arsénico (As)
- Cadmio (Cd)
- Plomo (Pb)
- Estroncio (Sr)
Esto se puede apreciar como ejemplo de lo que puede contener un fango que se considera efectivo y beneficioso. Como ves, incluye algunas sustancias nocivas, como plomo, arsénico, cadmio y mercurio, que, como dije, son removidas cuando el fango es preparado para comercializar.
Por supuesto, podría implicar posibles efectos secundarios en caso de aplicación directa o si no se removieron antes de envasar.
Haré referencia a la cuestión de la toxicidad más adelante.
Asimismo, vas a ver que volveré a mencionar a este fango.
¿Por qué es diferente el fango de la arcilla?
Siendo ambos productos de la tierra, es probable que te hagas esta pregunta.
Seguro ya habrás visto en más de un lugar como la arcilla también se vende como producto de belleza. Incluso puede que te lo encuentres con mayor disponibilidad que el fango.
Así, ¿qué diferencia me puede hacer usar uno o el otro?
Podemos empezar por decir que se considera que el fango contiene más oligoelementos y minerales que la arcilla y, por lo tanto, más propiedades.
El fango, además, puede contener otros elementos, como algas, sales y lípidos, y las partículas pueden ser variadas en tamaño. La arcilla, por su parte, suele tener partículas más finas.
Otra diferencia es el origen, lo que también influye en las propiedades y la disponibilidad.
Así, el fango puede tener un origen volcánico, marítimo o fluvial.
Por otro lado, la arcilla simplemente se extrae de las tierras arcillosas y, según los minerales que contenga, puede ser roja, blanca, rosada, gris, amarilla, verde o negra, cada una con sus particularidades.
La arcilla se extrae de capas profundas de la tierra y pasa por un proceso de secado, que elimina microorganismos. Así, es muy común encontrarla comercializada como un polvo, al que se le debe agregar agua mineral para aplicarse.
El fango, por otro lado, era más común encontrarlo en origen, es decir, cerca del volcán, del lago o del mar. Sin embargo, la industria cosmética ha hecho que este producto se haya extendido, por lo que ahora podés encontrarlo a la venta para usarlo en tu casa.
Aún así, es más común encontrar arcilla que fango en el mercado.
Comprando fango: advertencias y consejos
Por eso mismo, hay que tener cuidado a la hora de comprar fango, si ese es el producto que buscás. Hay quienes venden como fango lo que, en realidad, es arcilla.
La arcilla siempre se vende como un polvo, mientras que el fango puede venderse en un recipiente con su humedad de origen, como un barro, o seco, también en forma de polvo.
Revisá la etiqueta, buscando pistas como el contenido y el origen del producto.
Si ves que contiene varios oligoelementos y minerales de distinto tipo y la empresa se encuentra cerca de un volcán o mar, es probable que sea realmente fango.
La arcilla contiene menos tipos de minerales.
Por otro lado, también puede ser fango de río, en cuyo caso, revisá si la empresa tiene sede (y su laboratorio) en un lugar, provincia o Estado, en cuyos ríos se puede encontrar fango que sea útil a esta industria.
Usá tu intuición. Revisá los hechos, sin caer en la paranoia de que nadie es confiable.
Conocer el lugar de donde proviene también te ayudará a cerciorarte de que es un producto de buena calidad.
De la misma manera, revisá la etiqueta para ver si se trata de fango puro o si contiene alguna mezcla, lo que baja la cantidad de minerales del productos, más allá de que puede seguir siendo efectivo.
Por otro lado, el producto podría contener aceites esenciales, glicerina y otros activos que sumarían a la experiencia, trayendo más beneficios.
Por último, podés cerciorarte de que es fango o arcilla por la consistencia que toma al mezclarlo con agua: arcillosa o fangosa; por cómo se siente al aplicarlo sobre la piel y el efecto que tiene.
La arcilla va a tener partículas más finas y tiende a secar más la piel.
Las partículas del fango son más variadas y puede haber cierto número de partículas finas, pero también otras más grandes. Además, es más humectante, no seca tanto como la arcilla y, aunque es limpiadora, es menos efectiva que la anterior para este fin.
Presentaciones del fango en el mercado
Como mencioné, el fango puede venir como barro o en polvo.
Como barro
Se trata del fango mismo, con el agua que ya contiene en origen, tratada para quitar los elementos tóxicos y dañinos, y envasada.
Suelen venir en envases desde 50 ml, listos para usar.
Esta presentación permite distinguirlo muy bien de la arcilla.
En polvo
El fango también puede encontrarse en forma de polvo, en cuyo caso se habrá quitado el agua.
Esta presentación puede ser muy práctica, tanto para el almacenaje, que toma menos espacio, como para el uso. Sólo hay que agregar agua o, incluso, otros productos cosméticos para darle uso. Es también ideal para hacer baños de fango en casa.
La desventaja es que se puede confundir más con la arcilla, lo que hace más necesario estar atento a la hora de comprar el fango.
Historia de la fangoterapia
Antes de contarte más acerca de los tipos de fango y sus beneficios, vamos a ver un poco de Historia sobre este tratamiento milenario.
La fangoterapia se ha utilizado con fines estéticos y terapéuticos desde hace más de 2500 años. Así, se trata de un tratamiento probado por los siglos, que se ha seguido utilizando hasta nuestros días debido a su eficacia.
Por bastante tiempo, no hubo una explicación científica y analítica de por qué funciona tan bien, lo que no ha querido decir que su uso no tuviera sustento, al tener tanta prueba empírica.
Más recientemente, se han empezado a realizar experimentos que explican algunos de los efectos del fango, es decir, por qué funciona como lo hace.
Una temática en estas investigaciones es la distinción entre el efecto que hace por sus compuestos y el que hace por el calor que genera.
También se ha visto que puede estimular la glándula pituitaria, afectar la producción de ciertas hormonas y aumentar la cantidad de algunos aminoácidos.
Así, se ha ido confirmando de manera clínica lo que ya se conocía en la práctica.
Dicho esto, veamos brevemente el desarrollo histórico de la fangoterapia.
Antigüedad
Se considera que el uso de la fangoterapia comenzó en el Antiguo Egipto, primera civilización en desarrollar la cosmética, hace más de 2500 años.
Médicos utilizaban el fango del Nilo para tratar diversas afecciones, como inflamaciones, úlceras, quemaduras, golpes, reuma y para embalsamar.
Asimismo, se le dio un uso estético, untando el cuerpo con el barro y dejando que se secara al sol.
Los beneficios del fango también eran conocidos por los griegos. Así, según Hipócrates, el fango podía utilizarse para tratar la indigestión y las inflamaciones.
Entre los romanos, la fangoterapia en los spas se volvió popular durante la época del Imperio y también se conocían ciertos usos terapéuticos, como para tratar picaduras, heridas, inflamaciones y fiebre.
Los romanos también se beneficiaron del fango del Mar Negro, al llegar a esa zona durante sus campañas de conquista.
También los árabes conocían de su utilidad.
Edad Media
Durante la Alta Edad Media (siglos V a XII) en Europa, se prohibieron un número de prácticas medicinales y de belleza por motivos religiosos.
Así, desapareció el culto a la belleza y al cuerpo, con lo que se vedó el ejercicio físico. También se prohibieron los masajes terapéuticos, incluyendo aquellos con ungüentos, y todo lo que implicara mostrar el cuerpo de alguna manera. El cuidado de los enfermos lo realizaban las monjas, quienes usaban plantas, y la curación estaba relacionada con cuestiones religiosas y “milagros”.
No encuentro información específica sobre la fangoterapia en esa época, por lo que podemos deducir que se encontraría entre los tratamientos abandonados, olvidados o prohibidos.
En la Baja Edad Media, resurge la Medicina y comienza a desarrollarse la Medicina Europea, a partir de la aparición de las Universidades y la publicación de obras, como las farmacopeas. Existe inclinación a la hidroterapia, esto es, la terapia con agua.
Se siguen usando casi los mismos remedios que antes, por lo que nada indicaría una vuelta del fango. Sin embargo, este es el comienzo para que resurja.
Renacimiento
En 1525, Paracelso hablaba de un tipo de fango, el moor austríaco, como un elíxir de la vida, capaz de curar todo tipo de enfermedades.
Edad Moderna
Entre los siglos XVII y XIX, la fangoterapia era popular en los spas de Europa. Se utilizaban aguas termales y compresas de fango, a diferentes temperaturas y de diferentes composiciones, para tratar enfermedades crónicas
Era muy famoso el moor austríaco, ampliamente utilizado por la nobleza europea. Personalidades como Luis XVI y Napoleón, junto a Josefina, se beneficiaron de él.
Siglos XX – XXI
A principios del siglo XX, existieron dos pioneros que contribuyeron a reavivar el interés por el fango y la terapia con tierras en general.
Adolfo Just (1859-1936), naturópata y escritor, en su libro “Regreso a la Naturaleza”, advocó por el uso de curas de tierra para tratar una diversidad de afecciones, incluyendo quebraduras de hueso, picaduras, heridas, fatiga, entre otros. Esto incluía caminar descalzo sobre el pasto o la arena, dormir en el suelo o aplicar compresas de arcilla.
Emmanuel Felke (1856-1926), un pastor protestante alemán, que desarrolló un gran interés por la naturopatía, también contribuyó a traer a los baños de fango a la luz. Así, habiendo sido inspirado por Just, decidió crear su propio método de curación, en el que le prestaba gran importancia a uno de los tratamientos que describía Just: el baño de arcilla. Así, Felke promovió esta terapia y llegó a ser llamado “el Pastor de la Arcilla”.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el fango moor o turba era usado en el tratamiento de heridas.
En la segunda mitad del siglo XX, se volvió a considerar al fango como terapia alternativa, especialmente ante la reacción contra la medicina convencional sintética.
Por ejemplo, no hay un tratamiento sintético satisfactorio para la artritis reumatoidea. Sin embargo, se ha encontrado que el fango termal ayuda efectivamente en esta enfermedad, lo que se ha observado en varios estudios, de los que hablaré más adelante.
Entre otras cosas, se notó que la terapia mejoraba la circulación sanguínea y corregía los niveles de azufre y óxido de nitrógeno en el cartílago de los pacientes. Además, remineralizaba el tejido.
Estados Unidos
Entre los años ‘40 y ‘50, la fangoterapia cobró popularidad en los Estados Unidos, donde se utilizó para tratar la artritis y el reuma en ancianos. En los años ‘70, esta popularidad se vio reforzada al incrementarse el interés en las terapias naturales a nivel general, como reacción ante la artificialidad de la medicina convencional. Entonces, los baños con fango en spas también adquirieron el estatus de ser puntos de encuentro social.
Luego de que decreciera su popularidad, experimentó, nuevamente, un resurgimiento a finales del siglo XX. Esta vez, no sólo como tratamiento para artritis o reuma, sino para una variedad de afecciones, como psoriasis, acné, eccema, pie de atleta, dermatitis, entre otros. De esta manera, actualmente puede decirse que existe una confianza en esta terapia alternativa como cura general.
Hoy en día la fangoterapia es una de las terapias alternativas más comunes.
Tipos de fango que se utilizan en fangoterapia
Habrás observado referirme al fango termal, al moor austríaco o al fango del Mar Negro. Estos son distintos tipos de fangos.
Los fangos pueden clasificarse según su origen y según su composición. Aún así, suele ser la primera clasificación la que se tiene más en cuenta.
Según su origen
Por su origen, el fango puede ser:
- Volcánico o termal: Es el que se obtienen de volcanes o territorios volcánicos. Es el más rico en oligoelementos, minerales y compuestos orgánicos, por lo que es el que más efecto tiene. La extracción del mejor fango de este tipo se realiza de las fallas volcánicas, obteniéndose un producto virgen sin contaminar. Es el que posee la mayor capacidad de devolverle al organismo los minerales y oligoelementos que hubiera perdido, por contener los mismos que el cuerpo humano.
- Oceánico o marino: Extraído del fondo de los mares, contiene algas microoscópicas y es muy rico en sales. Tiene las mayores cualidades drenantes, por lo sirve para fomentar la circulación sanguínea y tratar la celulitis, Un tipo de fango marino muy conocido es, como mencioné, el del Mar Muerto, rico en sales.
- De río, pantanos y lagos: Es rico en azufre y ácidos. También puede provenir de aguas ferruginosas en lagos, que son ricas en hierro. Es el más indicado para reactivar la circulación y como sedante. Se usa en la artrosis, para las fracturas, la inflamación y las lesiones musculares. Un tipo de fango de lago muy conocido es el moor austríaco o turba, que está compuesto principalmente de elementos orgánicos, especialmente materia vegetal, y casi no contiene arcilla.
Según su composición
Por sus compuestos, el fango puede ser:
- Cloruro-sódico: Es estimulante y antiinflamatorio
- Sulfuroso: Es sedante
- Salino-yódico: Estimula la circulación, indicado para celulitis y la artrosis.
Beneficios y propiedades del fango
En primer lugar, ha de mencionarse que se considera que el fango suele ser bien tolerado por la piel, aunque podrían haber indicaciones precaviendo sobre su uso excesivo, según el fabricante.
En el 2018, se realizó un estudio sobre el fango marino del Mar Negro, el cual es ampliamente utilizado en terapias, tanto en los spas de allí como en el resto del mundo, a través de la exportación de sus productos. Se buscó medir la tolerancia de la piel a la aplicación del barro sin tratar durante 30 minutos.
Se observó que hubo una buena tolerancia e, incluso, humectación cutánea. No se notó ningún impacto negativo en la barrera de agua de la piel, el ph, o en los niveles de melanina ni eritema o inflamación.
Esto fue confirmado en un estudio posterior más largo (4 semanas en vez de una sola aplicación) en el 2020.
Este es solo un ejemplo de la aptitud del fango como tratamiento para el cutis.
Aún así, hay que tener en cuenta que el uso de fango tiene contraindicaciones y efectos secundarios, entre los que se encuentran la irritación que puede causar a la piel, que afecta especialmente a la piel sensible. Esto se debe a que se trata de un producto fuerte, con una gran carga de minerales. Se recomienda testear el producto antes de utilizarlo.
Dicho esto, dado que el barro termal el que más propiedades tiene (y el más fuerte), me voy a centrar en este para describir todo lo que es capaz de ofrecer el fango. Sin olvidar, claro, que los otros tipos también tienen sus ventajas y me referiré también a ellos.
El fango puede presentar todas estas propiedades y beneficios:
Astringente
Se considera que el fango es astringente, esto es, absorbe el exceso de grasa en la piel.
Se atribuye esta propiedad a su contenido en minerales, como hierro, silicio y aluminio.
Limpiador y purificante
El cobalto elimina las células muertas y ayuda a depurar la piel.
También favorece la expulsión de ácido úrico, que es un desecho de la actividad celular, por la descomposición de unas sustancias llamadas purinas, que se encuentran en las células y en ciertos alimentos, como hígado, anchoas, sardinas y cerveza. Un exceso de ácido úrico puede producir problemas como gota y cálculos renales.
Sirve para la eliminación de las toxinas debajo de la piel.
Emoliente y exfoliante
El fango sirve para exfoliar y pulir la piel, dejándola suave.
Antibacterial
El fango tiene poder antibacteriano, especialmente el fango marino.
En el 2005 se realizó un estudio investigando las propiedades antimicrobianas del fango del Mar Negro, con alto contenido en sales. Se observó que existía un muy bajo número de colonias microbianas en este barro y que inhibía la actividad de varios tipos de bacterias, como Propionibacterium acnes y Staphylococcus aureus, que intervienen en la patología del acné, Escherichia colii, que puede causar diarrea, infecciones y problemas respiratorios, y Candida albicans, causante de la cándida. Se atribuyeron estas propiedades a las características físicas y químicas del fango.
Por otra parte, un estudio distinto, del 2016, no pudo confirmar la eficacia de otros tipos de fango contra el Staphylococcus aureus, ni contra el Staphylococcus epidermis.
Así, se puede decir que serán los fangos marinos los que mayor actividad antibacterial aporten a la piel.
Puede que los otros tipos de fango tengan una capacidad antibacterial más débil.
Antioxidante
El fango contiene minerales con propiedades antioxidantes, lo que le da esta propiedad. Por ejemplo, el magnesio y el selenio son antioxidantes, haciendo que el fango sirva para combatir los radicales libres.
Además, la aplicación de fango estimula la producción de enzimas como el glutatión peroxidasa, antioxidante que ya se encuentra naturalmente en el organismo y que necesita selenio para formarse.
Regenerativo
Favorece la reproducción celular y es reconstituyente de los tejidos
El fango contiene magnesio, cobre, silicio y zinc, regeneradores celulares, que activan la formación de colágeno y elastina.
El zinc, cobre y silicio forman parte de la estructura del colágeno y la elastina, con lo que son indispensables para su formación.
Además, cuando se lo usa en tratamientos con calor, fomenta la actividad de los fibroblastos, que producen esas proteínas.
Su capacidad regenerativa le permite incluso ayudar en la sanación de heridas. Así, en el 2012, se realizó un estudio en el que se comparó el uso de fango del Mar Negro con la droga nitrofurazona y con fango negro natural en ratas heridas. Entre los 3 y 21 días, se observó que el fango del Mar Negro aceleraba la sanación de las heridas más que el fango natural negro y aún más que la droga convencional. Esto se atribuyó al alto contenido de minerales y oligoelementos, que actuaron como antiinflamatorios, antisépticos y antioxidantes, promoviendo la proliferación de las células y la migración y actividad de los fibroblastos.
En esta investigación, tanto el fango negro natural como el del Mar Negro tuvieron mejores resultados que el medicamento convencional en la curación de heridas.
Así, el fango es capaz de regenerar la piel.
Anti-age
Por ser regenerativo, antiinflamatorio y antioxidante, el fango ayuda a retrasar el proceso de envejecimiento de las células y revitaliza la piel.
Ciertos fangos, incluso, son grandes estabilizadores de la piel y fomentan la expresión de genes involucrados en la protección celular, la longevidad y la hidratación de los queratinocitos.
Así, en un estudio del 2017, se vio que la terapia con baños de fango caliente puede alterar los telómeros, evitando que se acorten más y, así, evitando más envejecimiento. Se considera que esto tendría que ver con la extensión en la vida de otros elementos del organismo, como los leucocitos, que genera la fangoterapia.
También, un estudio del 2022 menciona que la fangoterapia puede aumentar la actividad de las enzimas glutatión y superóxido dismutasa, ambos antioxidantes naturales del organismo, ayudando así a combatir los radiacales libres causantes de fotoenvejecimiento.
Aclarante
El fango puede servir para aclarar manchas y mantener el tono de la piel.
El contenido en azufre contribuye a esta propiedad y a mantener el color natural.
Además, el efecto regenerativo y antioxidante, que hace que sea anti-edad, ayuda a revertir el fotodaño y, con ello, aclara el tono de la piel.
(Como podés leer en el artículo sobre el envejecimiento, uno de los efectos del fotodaño es el oscurecimiento de la piel y un tono amarillento)
Asimismo, como veremos más adelante, puede usarse para realizar un tipo de peeling suave, lo que renovará la piel, desvaneciendo las manchas y el tono oscuro.
Equilibrante
El fango termal, así como las aguas termales, sirven para equilibrar la piel, en más de una manera.
Así, en un estudio de 1998, en el que se usó fango termal en distintos tipos de piel, se encontró que este puede equilibrar pieles grasas o seborreicas, secas y normales, normalizando la cantidad de sebo, y el ph.
Asismismo, puede mejorar el microbioma de la piel, a partir de su contenido en minerales, microorganismos y propiedades físicas. Esto mejora el sistema inmune de la piel.*
Calmante
El fango termal es capaz de disminuir el estrés, al reducir el dolor y la inflamación causantes de aquel. Modifica la cantidad de hormonas del estrés en el organismo.
Así, tiene una propiedad analgésica. *
Antiinflamatorio
El fango ayuda a bajar la inflamación.
Actualmente, existen varios estudios que han comprobado esto, generalmente centrados en buscar un tratamiento para enfermedades como la artritis.
Por ejemplo, en el 2004, un estudio de la Universidad de Padova en Italia observó los efectos de baños de barro en ratas de laboratorio a las que se les había inducido artritis en las patas.
Se realizó sobre 30 ratas, a las que se dividió en 3 grupos, según el tratamiento: en uno se les aplicó fango a 40º por 15 minutos y luego se sumergieron en agua termal a 37º por 10 minutos, a otro se le administró indometacin, medicamento convencional, y al grupo de control se le dio sólo una solución salina.
Se comprobó que con el fango se había logrado una reducción de la inflamación a los 20 días, incluso mayor a la del medicamento. El fango utilizado era de tipo termal, obtenido de la terma de Montegrotto, y el tratamiento con este era el mismo que el realizado con pacientes de artritis en los spas de Europa.
Otro estudio, del 2016, confirmó la propiedad antiinflamatoria de distintos tipos de fango, al inhibir la actividad de ciertas moléculas causantes de inflamación.
Esta capacidad antiinflamatoria también influiría en la piel.
Por ejemplo, en el estudio del 2005 sobre el fango del Mar Muerto, se vio que bañarse en este, además de mejorar la barrera de la piel, reducía la inflamación. Se atribuyeron estos efectos al contenido en magnesio.
De esta manera, el fango podría reducir el eritema a partir de la presencia de minerales como el magnesio.
Incluso se conoce que la falta de este mineral causa inflamación en el organismo y es utilizado como suplemento para combatirla.
Con todo esto, se puede decir que la fangoterapia tiene efecto antiinflamatorio.
Vasoestimulante
Se sabe que la aplicación de fango estimula la microcirculación sanguínea.
Esto se observó, por ejemplo, en un estudio del 2003, en el que se aplicó barro a 14 pacientes con insuficiencia venosa en las piernas y 6 con osteoartritis. Se vio que la microcirculación aumentaba, lo que duró más que el calor que dejaba el fango. A pesar de ello, no se pudieron dilucidar en ese estudio los mecanismos que hacen que esto sea así.
Otro estudio, del 2008, también observó está propiedad de promover la microcirculación, al redistribuirse la sangre hacia el área en el que el fango da calor. Además, se vio que la carga en el sistema cardiovascular fue mínimo. Así, los latidos del corazón aumentaron a 8 por minuto durante la aplicación del fango y volvieron a la normalidad a los tres minutos de retirarse.
De esta manera, la fangoterapia puede aumentar la circulación sanguínea.
Usos para el fango
El fango es un producto muy práctico y multifacético para la belleza, pudiéndose usar para distintos fines y problemas.
Anti-age
Como mencioné, los oligoelementos le dan al fango propiedades antioxidantes. Se debe tener en cuenta que los antioxidantes naturales que ya se encuentran en el cuerpo están constituidos por oligoelementos, como selenio, magnesio, hierro o zinc.
Además, el zinc es parte fundamental en la composición de la piel, siendo esta el tercer tejido con más contenido de zinc en el cuerpo. Contribuye especialmente en la regeneración de heridas y a la disminución de la inflamación.*
El fango logra estimular a los fibroblastos que se encuentran en la dermis para producir más colágeno y elastina, lo que otorga firmeza y elasticidad a la piel.
De esta manera, es útil en tratamientos para combatir el envejecimiento prematuro.
Para utilizarlo de la manera adecuada en este sentido, se puede complementar con activos hidratantes y humectantes, debido a que el fango puede causar sequedad, al ser astringente. También se pueden usar activos o productos antioxidantes, para sinergizar con el efecto anti-age del fango.
Así, por ejemplo, si el fango viene en polvo, se puede mezclar a este con una emulsión líquida que contenga activos como el ácido hialurónico o la glicerina, para hidratar, y vitaminas C o E, como antioxidantes complementarios.
Hecha la preparación, se coloca la máscara, con un pincel, en el rostro, evitando las cavidades oculares y los labios.
Si el fango viene ya envasado con su humedad de origen, puede colocarse este como máscara primero y los activos mencionados después. También se puede hacer un preparado con este fango y un sérum con activos como el ácido hialurónico, vitamina C o E y con aceites esenciales.
El tiempo que se debe dejar actuar puede ser variable, pero, en general, será el que indique el fabricante en la etiqueta del producto. Pueden ser unos 10 a 15 minutos.
Otra guía es dejarla en la piel hasta que se seque y solo entonces retirarla.
Si se detecta una sensibilidad al producto, esto es, la máscara causa picazón intensa o ardor, se debe retirar inmediatamente. De esta manera, se evita causar mayor daño, especialmente en quienes tienen piel sensible.
Sentir la piel tirante o algo de picor es normal.
La máscara se retira con agua a temperatura ambiente. Se puede enjuagar la cara en la canilla o usar pons de algodón con agua para retirarla.
Luego de la máscara de fango, se pueden agregar otros productos complementarios, especialmente en el caso de que se haya usado el fango envasado sin ningún agregado.
Algunos ejemplos de productos que se pueden aplicar en forma de máscara (una segunda máscara, sí), luego del fango, son:
- Máscara de colágeno, que servirá para otorgar mayor firmeza a la piel
- Máscara basada en vinoterapia, con polifenoles de uva, que también tienen efecto antioxidante
- Máscara con ácido hialurónico, para ayudar en la hidratación de la piel
- Máscara descongestiva. Me refiero con esto a un producto que contenga activos que alivien la piel, como manzanilla, bisabolol, caléndula, rosa mosqueta, aloe vera, pepino, té verde, hamammelis, malva, entre otros. Una máscara descongestiva puede servir mucho si hubo irritación o sensibilidad.
Cada máscara tendrá su tiempo de actuación indicada por el fabricante y se retiran también con agua.
Posterior a las máscaras, te podés colocar tu crema de cara favorita, adecuada a tu biotipo y objetivos.
Por último, colocarse el protector solar, que también sirve en el tratamiento anti-age, al prevenir el daño causado por la luz UV.
De esta manera, evitarás deshacer el tratamiento realizado.
Peeling
El fango puede servir de reemplazo a los ácidos que se utilizan para hacer el peeling.
Esto se debe a que tiene cierta cualidad abrasiva, al mismo tiempo que estimula los fibroblastos.
Así, consigue promover la renovación de la piel.
Para realizar un peeling utilizando fango se deben aplicar mascarillas de este producto con cierta asiduidad. Un método es utilizar el fango cada día de por medio durante un mes.
Se trata, así, de un peeling suave y se puede utilizar en el caso de que un peeling con ácidos esté contraindicado o no se quiera usarlos. Tené en cuenta que, al ser suave, tardará más en hacer efecto.
Si se trata de fango en polvo, lo podés mezclar con agua para aplicarlo sobre la piel. Si viene en un envase, lo aplicás directamente. Obviamente, sobre la piel ya limpia.
Lo dejás actuar como expliqué anteriormente, teniendo en cuenta el tiempo indicado por el fabricante y la sensibilidad o resistencia de la piel a tratar. Para el caso del peeling, lo podés incluso dejar actuar por algo más de tiempo, si la piel es resistente.
Por supuesto, tené siempre en cuenta los efectos secundarios y las precauciones que mencioné anteriormente. Evitá causar irritación.
Habiendo ya actuado, se retira con agua.
Luego de la máscara de fango, podés utilizar productos que contengan activos descongestivos o hidratantes, en forma de máscara, emulsión o gel, para aliviar el efecto del fango.
Un producto con ácido hialurónico como hidratante es una excelente opción.
Al finalizar, colocáte el protector solar. Recordá que un peeling deja a la piel desprotegida, por lo que es importante su uso, además del hecho de que se suelen terminar los protocolos cometológicos con la pantalla solar.
Para aprender más sobre los peelings y los cuidados que hay que tener luego de realizarse uno, leé el artículo Guía básica del peeling y cómo hacerlo en casa.
Acné
Los oligoelementos y minerales le dan al fango propiedades astringentes, por lo que puede servir para eliminar o reducir el exceso de sebo en la piel. Además, sirve como regulador de la glándula sebácea.
Al tener un efecto peeling, si se lo usa adecuadamente, puede ayudar a disminuir las manchas causadas por la inflamación (hiperpigmentación postinflamatoria).
Además, el uso de la fangoterapia como opción contra el acné ha sido estudiada y efectivamente utilizada incluso en acné de grado 3 o papulo-pustuloso.
Para tratar el acné utilizando fangoterapia, se debe empezar, por supuesto, por limpiar la piel, para lo que se utilizará un producto acorde al biotipo graso que suele padecer esta patología. Así, puede tratarse de un gel o espuma de limpieza, por ejemplo.
Luego, se coloca el fango, sea el que viene envasado o una mezcla que hagas con el fango en polvo. Puede tratarse simplemente del fango con agua o mezclado con algún activo que complemente o ayude a tratar el acné.
Por ejemplo, para una piel acneica que, además, está deshidratada, puede mezclarse el fango con un gel o sérum que contenga ácido hialurónico.
También pueden agregarse activos como manzanilla, bisabolol, caléndula, malva, hamamelis o rosa mosqueta, que alivien la inflamación propia del acné.
Otra idea es agregar activos antisépticos, que ayudarán a combatir las bacterias causantes de la enfermedad (así es, “la enfermedad”), como el aceite esencial de árbol del té.
Se deja actuar la máscara como ya indiqué, de acuerdo al tiempo que diga el fabricante o la sensibilidad al producto.
Luego, se retira con agua.
Después de esto, podés colocarte activos hidratantes, antiinflamatorios o que ayuden a regular la glándula sebácea.
Por ejemplo, podés usar un tónico herbáceo con manzanilla, hamamelis y vitamina E.
También podés usar un tónico o un spray de agua termal, que sirva para regular el ph de la piel. Esto también ayuda a regular la producción sebácea y controlar las bacterias.
Otra opción es un gel que contenga ácido hialurónico, para hidratar, o activos antiinflamatorios, como los ya mencionados.
Una piel grasa también tiene la opción de usar aceite de jojoba, el cual no va a tapar loa poros y tiene propiedades antisépticas. Su aptitud para este tipo de piel se debe a que no es realmente un aceite, sino una cera vegetal.
Los aceites, en general, están contraindicados para piel grasa.
Podés terminar colocándote un protector solar sin aceites.
Para limpiar y preparar la piel
Como mencioné, el fango termal tiene propiedades purificantes y limpiadoras, removiendo las impurezas de la piel.
Esto también contribuye a preparar la piel antes de hacer un tratamiento, de manera que absorba mejor los productos y el tratamiento sea más efectivo. De esta manera, se pueden obtener resultados en menos tiempo.
Celulitis, estrías y flaccidez
El fango termal estimula la circulación sanguínea y promueve la generación de colágeno y elastina, con lo que tonifica y reafirma.
De esta forma, es útil para tratar la celulitis y la flaccidez. Además, reduce la acumulación de grasa y elimina las toxinas debajo de la piel.
Al fomentar la regeneración de la piel y actividad de los fibroblastos, puede también servir para las estrías, lesiones en la piel y cicatrices. Por supuesto, requeriría bastante tiempo para ser efectivo.
Para tratar estas afecciones a través de la fangoterapia corporal, se debe primero preparar la zona. A este fin, se debe higienizar el área con una solución antiséptica o incluso con una mezcla de agua y gel o espuma limpiadora. No se buscará hacer una limpieza a fondo, como con la cara, ya que la piel del cuerpo suele presentar menos sebo que aquella, además de que el fango es fuerte como producto.
Luego, se equilibra el ph, usando, por ejemplo, agua termal o un tónico adecuado.
A continuación, se coloca el fango en la zona, ya sea con pincel o, también, con las manos (con guantes).
Después de esparcir el producto de manera apropiada, para hacer el efecto de calor, se colocan filminas de aluminio sobre el fango y se recubre con una toalla o frazada. Se deja actuar por 20 minutos o lo que se estime adecuado.
Se retira con agua y se termina de secar con papel tisú o una toalla limpia.
Luego se puede volver a rociar agua termal o tónico equilibrante y aplicarse una máscara descongestiva o regenerativa. Por ejemplo, podés aplicar aloe vera por algunos minutos.
Se termina retirando el producto o dejando que se absorba, según lo que hayas colocado.
Se recomienda que, después de este tratamiento, se mantenga el área cubierta con la ropa. Si no, aplicar protector solar.
Suavizar rugosidades
El fango es naturalmente exfoliante y pule la piel, con lo que se lo puede usar para suavizar las rugosidades de codos, rodillas y talones.
Podés realizar una especie de máscara de aplicación directa en estas zonas, a la que dejarás actuar por unos 15 minutos o el tiempo que toleres. Luego, lo retirás con agua.
También podés masajearte con el fango en estas rugosidades.
Baño de inmersión con fango
Anteriormente, expliqué formas de usar el fango para tratar diferentes problemas. Estas se corresponden con lo que es la aplicación directa.
Otro modo de usarlo es con baños de inmersión, esto es, que te metas en una piscina o bañera llena de fango.
Esto te va a dar un tratamiento corporal completo, que puede servir para flaccidez, celulitis, estrías, suavizar rugosidades y la piel en general, para relajarse y aliviar dolores musculares y para renovar la piel de todo el cuerpo, combatiendo el envejecimiento.
Es más bien un tratamiento de spa, que se suele realizar en aquellos que se encuentran cerca de un volcán o en territorio termal.
Sin embargo, actualmente también puede realizarse en casa.
Tené en cuenta que va a ser diferente del que pueda realizarse en un spa in situ, en tanto en este se utilizarán aguas termales, lo que potenciará el efecto.
En tu casa, en cambio, estarás usando agua común tibia o caliente, a la que mezclarás con fango en polvo, aunque podés agregar aceites esenciales para añadir activos, y sales de baño, para perfumar.
Para realizarlo, llenás la bañera de agua y añadís dos tazas del fango de tu elección. Luego, la mezclás hasta que no queden grumos. Si la consistencia es muy líquida, podés añadir más fango,
Sumergís tu cuerpo en la bañera, salvo la cabeza. Podés probar ir metiéndote de a poco.
El tiempo en el que te mantendrás en la bañera puede ser variable, según tus necesidades, tu tolerancia, la cantidad y tipo de fango utilizados. Así, algunos recomiendan no más de 20 minutos, mientras que otros admiten hasta 1 hora disfrutando del baño.
Cuando termines de bañarte, enjuagáte con una ducha tibia.
No te apures a limpiar la bañera. Deberás relajarte por lo menos durante media hora para que el tratamiento de fangoterapia sea completo.
Frecuencia de uso
El fango no es algo que se recomiende usar todos los días. Por el contrario. Al ser tan cargado en minerales, es mejor espaciar su uso.
Así, puede utilizarse tres veces por semana, dos veces por semana o, más normal, una vez por semana. Si tu piel es más sensible, podría ser una vez cada 15 días o incluso una vez por mes.
Va a depender de tus necesidades, tolerancia y el tipo de fango.
Así, una piel grasa que necesite este tratamiento como forma de purificar el rostro y remover imperfecciones causadas por acné puede que lo use 3 veces por semana.
Por otra parte, una persona con piel seca o sensible, que quiere beneficiarse de este producto, deberá utilizarlo cada 15 días o cada mes, con precauciones que aminoren los efectos secundarios que pueda tener, como usar una crema humectante o máscara descongestiva luego del tratamiento.
Usos medicinales de la fangoterapia
Dado su alto contenido en minerales y oligoelementos, no debería ser de extrañar que el fango no solo es favorecedor en lo estético, sino que también puede contribuir a la salud.
Psoriasis
Un uso muy característico y conocido del fango en la salud, por ejemplo, es para tratar la psoriasis, una enfermedad crónica de la piel que acelera el proceso de descamación de la epidermis y produce sequedad y placas escamosas.
Así, hay un estudio del 2005 que buscó medir los beneficios de la terapia con baños de fango y agua termal en pacientes con psoriasis. Se realizó en hombres y mujeres de mediana edad, a los que se dividió en dos grupos: a uno se le administraron drogas convencionales usadas para esta patología, mientras que al otro se le aplicó la fangoterapia. El experimento duró 12 días, al cabo de los cuales se constató que en ambos grupos hubo una reducción significativa de los síntomas. Así, la conclusión fue que tanto el medicamentos convencional como la terapia con fango son tratamientos eficaces contra la psoriasis.
Dermatitis seborreica
Se considera que el fango sirve para distintos tipos de dermatitis.
Según un estudio del 2004, el fango puede normalizar la hidratación del estrato córneo, el ph, la pérdida de agua a través de la piel y la cantidad de sebo en pacientes con dermatitis seborreica.
Dolores musculares
Sirve para relajar y tonificar los músculos, con lo que se pueden tratar los músculos doloridos o cansados, por ejemplo, de las piernas y brazos. Para este fin, se lo debe aplicar a una temperatura de 35º. *
Curar heridas
Por ser regenerativo y antiséptico, sirve para mejorar la cicatrización y sanar heridas, úlceras, quemaduras, supuraciones, abcesos, llagas, picaduras. Esto se debe, como mencioné al hablar de los beneficios, al alto contenido de minerales y oligoelementos, con propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antioxidantes. *
Artritis
Ya me había referido a esta patología al hablar del efecto antiinflamatorio del fango.
Para tratarse con fango, se debe colocar el producto directamente en las articulaciones afectadas, a una temperatura de 45º. *
Patologías cardíacas
El fango puede ser útil para prevenir ciertos tipos de cardiopatías, según una disertación del Dr. Sathyanath para la Universidad Médica Tamil Nadu en la ciudad de Chennai, India, del año 2018.
En este se aplicó el tratamiento con fango frío simultáneamente en ojos y abdomen, una técnica común en la Naturopatía, en voluntarios a los que se les había hecho correr sobre una cinta. El fin era dilucidar el efecto de este método en la frecuencia cardíaca. Se observó que esta y el pulso disminuían, con lo que se consideró que este tratamiento fomenta la actividad del sistema parasimpático y podría mantener el tono del corazón, lo que serviría para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Además, se sugiere que los baños de fango pueden tener un efecto beneficioso en el sistema cardiovascular, especialmente en aguas ricas en dióxido de carbono, que podrían disminuir la resistencia vascular y aumentar el flujo sanguíneo.
Otras afecciones
El fango también es un conocido remedio para enfermedades reumáticas, así como también para tratar problemas articulares, contusiones y lesiones óseas. Para lesiones óseas, artritis y reuma, se lo debe aplicar a 45º.
Puede beneficiar al sistema digestivo, en cuyo caso, se aplica en el abdomen. Con esto pueden tratarse indigestiones e inflamación.
Sirve para tratar afecciones del sistema nervioso, como depresión, ansiedad, insomnio, estrés y angustia. Esto se debe a sus propiedades relajantes y revitalizantes.
De hecho, se considera que un baño de fango ayuda a regular los niveles de cortisol, aumentando la resistencia al estrés sin interferir en el ciclo cicardiano.
Puede usarse para tratar el dolor de cabeza, aplicándolo sobre frente y sienes.
También sirve para calmar los dolores de la menstruación.
Asimismo se considera que sirve para la gota, fibromialgia, artrosis y eccemas
Efectos secundarios de la fangoterapia
A pesar de sus múltiples beneficios, el fango presenta ciertos efectos secundarios que hay que tener en cuenta al decidir utilizarlo.
Sequedad
El uso directo de fango en la piel puede secarla, dada su propiedad astringente, pudiéndose llevar los lípidos que se hallen en la superficie cutánea.
Este efecto y su grado dependerá del tipo de fango que se utilice. Así, algunos pueden ser más secativos que otros, por ejemplo, si tienen mayor cantidad de sales, dado que se ha observado que el fango también puede contribuir a la humectación cutánea y no seca tanto como la arcilla.
Irritación
Debido a su alta carga en minerales y otros compuestos, el fango puede llegar a ser irritante, especialmente en las pieles sensibles.
Una forma de evitar este efecto a la hora de usar fango, es dejarlo sobre la piel por menos tiempo y usar activos que luego combatan la irritación.
El grado de irritación que pueda causar también dependerá del tipo de fango.
Toxicidad
Se están investigando los riesgos de toxicidad que podrían existir para la salud humana por el uso de fango. En un estudio del 2015, se observó daño al ADN de linfoncitos humanos y de ratas in vitro, lo que indicaría esta posibilidad. Se consideró que este está relacionado con la presencia de compuestos orgánicos.
Téngase en cuenta que el fango natural, sin tratar, puede contener sustancias como plomo, mercurio, arsénico, así como microorganismos y bacterias. Estos, sin embargo, son retirados al procesarse el producto para su comercialización como cosmético, como he mencionado.
Contraindicaciones de la fangoterapia
También hay casos en los que está contraindicado el uso de fango, especialmente los baños de fango.
- Mujeres embarazadas: Están contraindicados los baños de fango, dado que el calor y la presión del agua pueden promover el parto.
- Lactancia: También esta contraindicado el baño.
- Cardiopatías: Se considera que el fango, por promover la circulación sanguínea, debe evitarse en caso de patologías del corazón. Sin embargo, como hemos visto, en un estudio se comprobó que no se estresa mucho el sistema cardiovascular.
- Deficiencia pulmonar: Está contraindicado el baño, por el calor y presión del mismo, que pueden dificultar más la respiración.
- Problemas circulatorios graves: Dada su propiedad vasoestimulante, conviene no arriesgarse utilizando el fango en estos casos.
- Menstruación
- Pústulas: Aunque el fango está indicado para el acné, no se debe aplicar directamente sobre el brote, especialmente en caso de pústulas, que podrían explotar.
- Rosácea: En esta patología existe una mayor sensibilidad de la piel, que podría verse agravada por el uso de fango.
- Heridas abiertas: Aunque el fango puede ayudar en la cicatrizacion, no se recomienda en heridas abiertas, dado que puede irritar.
¿Vale la pena?
Para decirte la verdad, existe una variedad de tratamientos antiage y astringentes que pueden servir de reemplazo.
Sin embargo, la fangoterapia, como hemos visto, ofrece ventajas muy interesantes- Se trata de un producto único, lleno de oligoelementos beneficiosos para la piel, y con más de una función.
Así que, diría que, si no tenés contraindicaciones y te encontrás con la posibilidad de hacerla, vale la pena la experiencia. Luego decidirás si se convierte en un tratamiento estrella en tu rutina o no.
A mí, personalmente, me gusta mucho. El fango es polifacético y puede servir para corregir varias imperfecciones. Además, una sesión de fangoterapia siempre se siente como un spa y me deja fresca y sintiéndome bella. Simplemente maravilloso.
En resumen
La fangoterapia es un método terapéutico que favorece tanto a la salud como a la belleza. Es utilizado desde hace más de 2500 años y sus beneficios son bien conocidos.
Beneficios de la fangoterapia son:
- Relaja
- Promueve la circulación sanguínea
- Regenera la piel
- Revitaliza
- Retrasa el envejecimiento cutáneo
- Exfolia, pule y suaviza la piel
- Elimina el exceso de grasa
- Depura y ayuda en la eliminación de toxinas
- Equilibra el ph cutáneo
- Es antiage y revierte el fotodaño
- Es antiinflamatorio y sirve para enfermedades como artritis
- Alivia los dolores musculares
- Sirve para tratar el acné
- Es antioxidantes, con lo que combate los radicales libres
- Aclara y mantiene el tono de la piel
- Sirve para la celulitis y la flaccidez
- Estimula la creación de colágeno y elastina
- Sirve para la cicatrización de heridas y úlceras
- Promueve la relajación
- Sirve contra afecciones nerviosas como depresión, ansiedad o insomnio
- Puede fortalecer el sistema cardiovascular
¿Alguna vez probaste la fangoterapia? ¿Como fue tu experiencia? Si no la probaste, ¿lo harías?
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