La punta de diamante es un tratamiento cosmetológico que ha adquirido popularidad en los últimos años.
Se lo considera una especie de peeling físico y que es efectivo y con pocos efectos secundarios. Sin embargo, aunque tiene varios beneficios, este tratamiento no es para todos.
Este artículo está basado en mis notas de clases de Cosmiatria y sirve a manera de resumen sobre el tema.
¿En qué consiste el peeling con punta de diamante?
El peeling con punta de diamante consiste en el uso de un aparato o máquina que barre con las células muertas de la piel, impurezas, puntos negros y toxinas.
Aunque es llamado peeling, se lo considera una microdermoabrasión (la dermoabrasión es un tratamiento más fuerte y de tipo dermatológico), en el que este aparato succiona las células muertas. Así, remueve las impurezas e imperfecciones halladas en la capa mas superficial de la piel.
De esta manera, remueve la capa córnea (como un peeling) a través de la abrasión por medios mecánicos. Esto promueve la formación de nuevo tejido en la epidermis, más joven y sano. *
Suele ser facial, pero también puede realizarse en otras partes del cuerpo, como brazos, piernas, glúteos, pecho, espalda, brazos, antebrazos, codos, rodillas y manos.
Así, por ejemplo, puede usarse para renovar un escote envejecido o tratar las estrías.
¿Qué instrumentación se usa?
Se usa un “dermabrader” portable, movido por un pneumático o un motor, que es controlado a pedal. Esto, asimismo, está conectado a un panel de controles.
Este aparato cuenta con un cabezal, sostenido por puntas de diamante, desde el cual se realiza una succión leve de la piel y se arrastran las impurezas.
Para funcionar, las puntas de diamante rotan a cierta velocidad. A más velocidad, mayor es la intensidad del tratamiento y se requiere aplicar menos presión para conseguir un resultado.
El efecto se genera a partir de la exfoliación generada por las puntas de diamante que rotan y por la succión. Estas puntas son pequeñas y pueden venir en diferentes formas (cónicas, cilíndricas, forma de pera o de bala). Las puntas más finas y suaves se usan para zonas o pieles más delicadas. *
Así, el tipo de cabezal a usar, así como la intensidad de la succión, varían según el tipo y sensibilidad de la piel y la zona a tratar.
Esto se mide a través de micras. Cuantas más micras, más abrasivo será el cabezal.
Por ejemplo, un cabezal de 250 micras puede servir para una piel grasa asfixiada.
En cambio, un cabezal con menos micras, por ejemplo, 75, será menos abrasivo y puede servir para pieles sensibles o con principio de rosácea (con la enfermedad aún no manifestada, pero ya viéndose algo de rojez ocasional).
Una abrasión media puede ser entre 120 a 180 micras.
Higiene del instrumento
La succión de este aparato literalmente se lleva las células muertas de la piel, lo que se puede comprobar al limpiarlo con un cepillo.
Así, es importante mantenerlo limpio y realizar la higiene correspondiente con el cepillo y el alcohol o solución antibacterial luego de usarlo en cada cliente.
¿Qué tener en cuenta antes de realizarse uno?
Antes de realizarte un peeling con punta de diamante, hay que saber cuál es tu tipo de piel. El grosor y resistencia de la misma dependen en parte de este y va a determinar la manera en que se realice el tratamiento.
También hay que tener en cuenta si tu piel es sensible o no. Una piel sensible aún puede realizarse el tratamiento, pero dependerá de tu grado de sensibilidad.
Tené en cuenta las patologías que tengas, tanto de la piel, como del resto del organismo. Por ejemplo, no se recomendaría hacerse este peeling si padecés de herpes o dermatitis.
Deberás informar de todo esto a la cosmetóloga o cosmiatra que te haga el tratamiento.
Asimismo, revisá las contraindicaciones del tratamiento, antes de decidir realizarte uno.
También le podés preguntar a una dermatóloga de tu confianza que le parece sobre que te realices este tratamiento, si tenés más dudas.
Cómo se hace el tratamiento con punta de diamante
Se empieza el tratamiento con la limpieza facial.
Si la persona se encuentra maquillada, se la desmaquilla y luego se usa un producto de limpieza cutánea acorde a su biotipo, como puede ser una emulsión de limpieza para la piel seca o una espuma purificante para la piel grasa.
Luego, se inicia la sesión con el uso de la máquina con puntas de diamante.
Los movimientos en la cara serán de abajo hacia arriba y de adentro hacia afuera, de manera que tenga un efecto lifting. También puede que se lo realice en zigzag.
La punta se pasará por la misma zona de 1 a 4 veces, dependiendo de la resistencia de la piel y la zona. Así, en la frente y la zona debajo del contorno de ojos, se pasará una sola vez, dado que es una piel más fina. Mientras que en el mentón y los cachetes puede pasarse hasta 4 veces.
No es necesario dejarlo mucho tiempo sobre la piel, en una misma zona, sino que el cabezal está constantemente en movimiento, a velocidad moderada.
En el caso de que se esté tratando alguna imperfección en particular, se pasará la punta en sentido contrario a la imperfección, como puede ser una cicatriz, una estría o una arruga.
La sesión puede durar unos 40 minutos.
Beneficios del tratamiento con punta de diamante
Este tratamiento no utiliza ningún tipo de químicos y, en principio, no vuelve a la piel fotosensible. Aún así, sí la deja más expuesta, por lo que sigue siendo importante protegerse.
Es un tratamiento no invasivo, indoloro, rápido y moderno, que presenta varias ventajas para la piel.
Entre ellas se encuentran:
- Elimina las células muertas
- Promueve la renovación celular
- Reduce las marcas de acné y cicatrices
- Mejora y uniforma el tono de la piel
- Reduce las arrugas finas
- Estimula a los fibroblastos a producir más colágeno y elastina
- Puede eliminar las manchas
- Ayuda a eliminar puntos negros y blancos
- Desobstruye los poros
- Suaviza la piel
- Mejora la circulación sanguínea
- Tonifica la piel
- Puede reducir la apariencia de estrías y cicatrices
Además, el procedimiento puede aumentar la absorción de activos por la piel.
Se considera seguro para todos los fototipos. *
Frecuencia del tratamiento con punta de diamante
Para usar este método como peeling, se puede hacer una vez por semana, por lo menos tres a cinco semanas o sesiones. Puede ser más si hay arrugas, cicatrices o manchas.
Según la sensibilidad o resistencia de la piel y lo que se busca, también puede hacerse cada 15 días.
Para mantenimiento, según el tipo de piel, se recomienda una vez cada 2 o 3 meses, o una vez por mes, si se tiene una piel más gruesa o grasa.
Cuándo se ven resultados
El momento en que empezarás a ver resultados depende de que tipo de afección estés tratando y cómo es tu piel.
Así, con la primera sesión, ya puede que notes alguna mejora, como una mejor tonicidad de la piel o que esta se encuentre más limpia. Es probable que no resuelva por sí solo el problema particular por el que te estés tratando.
De esta manera, las líneas finas de expresión y el acné puede necesitar unas 5 sesiones para que se vean resultados.
Mientras que las cicatrices profundas y las manchas pueden necesitar de 10 a 12 sesiones. *
Contraindicaciones del tratamiento con punta de diamante
Este procedimiento se encuentra contraindicado en estos casos:
- Herpes
- Dermatitis atópica
- Impétigo
- Zonas con verrugas
- Rosácea
- Telangiectasias o venitas rojas
- Hipersensibilidad de la piel
- Piel alérgica
- Brotes de acné
- Acné de tercer o cuarto grados
- Quemaduras recientes en la zona
Asimismo, se recomienda consultar con el médico si conviene hacer este tratamiento en caso de estar tomando medicamentos antiinflamatorios. *
Además, deberías reconsiderar este procedimiento en el caso de que tengas una piel seca o muy fina. Es probable que no sea el tratamiento más apropiado.
Efectos secundarios del tratamiento con punta de diamante
Realizado correctamente, se trata de un tratamiento indoloro y no invasivo, con pocos efectos secundarios.
La piel puede presentar rojez durante la sesión e inmediatamente luego de esta, lo que es normal.
Asimismo, puede quedar algo más sensible de manera temporal.
Podría causar hiperpigmentación, en caso de que se obvien los cuidados y no te protejas del sol.
Cuidados posteriores al tratamiento con punta de diamante
El cuidado más importante es el uso del protector solar, lo que es algo común en los peelings.
Aunque no se estén usando químicos fotosensibilizantes, la piel queda más sensible y sin el estrato córneo. Así, durante este proceso de renovación también se la debe proteger de la radiación UV.
Asimismo, luego de la sesión, podés usar una mascarilla con activos calmantes, como manzanilla, malva, tilo o bisabolol, para reducir el enrojecimiento y sensibilidad.
Con estos cuidados, ya podrías volver a tu rutina normal.
Recuperación
La recuperación por parte de la piel puede ser relativamente rápida.
De hecho, en un estudio del 2009, se observó que la piel del rostro recuperaba su función luego de 2 días. Así, inmediatamente luego del tratamiento y al día siguiente, la piel estaba expuesta, con una mayor pérdida de agua y eritema (hinchazón). Pero al día 2, ya había vuelto a la normalidad. Esto se vio tanto en las mejillas como en la frente.
Esta regeneración tan rápida es lo que permite que pueda hacerse este procedimiento de manera semanal.
Conclusiones
El peeling o microdermoabrasión con punta de diamante es un método moderno de renovación de la piel.
Presenta pocos efectos secundarios, es adecuado para todos los fototipos y es capaz de tratar manchas, arrugas, cicatrices, estrías y rejuvenecer la piel.
Antes de realizarse este tratamiento, es muy importante tener en cuenta tu tipo de piel y si presenta sensibilidad.
Además, hay ciertas situaciones en que no puede realizarse, como cuando hay rosácea, verrugas o herpes.
Terminada una sesión, los mejores cuidados son el uso de protector solar y algún activo calmante.
La recuperación es bastante rápida y permite volver a la rutina diaria enseguida.
¿Conocés a alguien que se haya hecho este tratamiento? ¿Cómo fue la experiencia?
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