El peeling es uno de los tratamientos más populares al hablar de cosmética. Tal es así que, con una visión romantizada de sus beneficios, hay quienes intentan este procedimiento en casa, lo que no siempre tiene buenos resultados.
Pero, ¿qué es el peeling? ¿Qué es lo que le hace a la piel? ¿Por qué es efectivo?
Si alguna vez escuchaste o leíste sobre los alfahidroxiácidos o AHAs, vas a ver que aquí tienen su uso principal y que van más allá del rejuvenecimiento. Además, vas a conocer otros ácidos y sus beneficios.
También vamos a ver cómo se realiza el peeling con un bisturí y otros procedimientos físicos.
Conocer los cuidados, precauciones, preparación y expectativas que se pueden tener respecto al peeling también es importante. Y, por supuesto, si estás incluida en alguno de los casos en que no podés realizarte este procedimiento.
Por último, vamos a ver si es posible hacerse un peeling en casa de manera segura y cómo.
El peeling puede ser parte de un tratamiento para una afección o problema estético específico. Por ejemplo, para acné, hiperpigmentación, aclararse la piel, envejecimiento, cicatrices, entre otros.
Este post está basado en un trabajo para mis clases de Cosmetología. Surgió como un machete de ácidos, al que le fui agregando recomendaciones. Luego, busqué información para completarlo.
El peeling consiste en ir quitando la capa córnea de la epidermis.
Esto se hace a través de la disolución de las uniones entre los corneocitos o células que forman esta capa externa.
De esta manera, se remueven células muertas e imperfecciones que se encuentren en esta subcapa de la piel.
Dado que remueve células muertas, también se lo considera una especie de exfoliación mas profunda.
Implica siempre un daño controlado a la piel, con el fin de estimular a esta a que se regenere y produzca así más elastina y colágeno.
Es esta estimulación artificial la que genera este efecto de renovación de la piel, logrando el recambio de células, reducción de manchas y cicatrices, reversión de signos de envejecimiento y mayor firmeza y flexibilidad de la piel.
Realizarse un peeling no necesariamente implica una descamación exagerada de la piel, como esas fotos en que esta se está saliendo a capas y prácticamente uno puede tocar y sacar la capa córnea muerta, como si fuera piel de serpiente.
Así, los efectos a esperar dependerán del tipo de peeling y medios utilizados.
De esta manera, existen peelings que son más suaves y cuyos resultados no se notarán a la primera, lo que no significa que no esté haciendo efecto. El resultado, en estos casos, se obtendrá luego de varias sesiones. Estos tipos de peelings pueden ser convenientes, aunque sean más lentos, en tanto son más seguros, aptos para pieles oscuras y con menos efectos secundarios.
Los peelings más fuertes son normalmente realizados por dermatólogos. Es conveniente hacer este tipo de peeling si se padece de alguna patología que lo amerite. Por ejemplo, para el acné y sus secuelas, cuando son muy graves, puede hacerse un peeling con ácido retinoico.
Una piel así aun puede beneficiarse de un peeling cosmético, más suave.
En definitiva, para que un peeling cosmético muestre resultados, son necesarias varias sesiones. No esperes resultados inmediatos y tené constancia.
Además, puede que no sea el tratamiento más efectivo cuando hay mucha flaccidez o arrugas muy profundas o existe un padecimiento grave que tratar. *
Antes de hacer un peeling, es necesario conocer tu biotipo y fototipo, así como cualquier condición que contraindique su realización.
Así, si tu biotipo es muy seco, puede que no sea una buena idea realizarse un peeling, especialmente si ya tenés problemas de descamación o una piel muy fina.
Respecto al fototipo, los más oscuros son los que pueden presentar complicaciones. Estos son más susceptibles a manchas. Además, cuando, por ejemplo, se busca hacer un peeling químico, no puede usarse cualquier ácido. Esto se debe a que la harán más propensa a desarrollar manchas o decolorarla.
Más adelante veremos qué ácidos pueden usarse en este caso.
Además, el peeling está contraindicado en estos casos:
Estas son contraindicaciones generales. Algunos peelings son más suaves que otros y pueden ser indicados en algunas de estas situaciones. Asimismo, algunos de estas contraindicaciones están relacionadas con posibles efectos secundarios de peelings químicos, especialmente cuando son profundos, como veremos.
Teniendo en cuenta que el peeling va a exfoliar toda la capa córnea, hay que usar el sentido común respecto a si te conviene o no hacerte un peeling.
Como con el aclarado de piel, es necesario tener una rutina de cuidados establecida, que garantice el éxito del tratamiento, el mantenimiento de los resultados y la disminución del riesgo de efectos secundarios.
Una rutina básica de cuidados debe incluir los tres pasos básicos: limpieza, hidratación o humectación y protección.
A esto le podés agregar cualquier tratamiento diario extra que te ayude a mantener el resultado del peeling o tratar el problema por el cual te lo has hecho.
El uso de protector solar, sea comercial o casero, va a ser vital para disminuir el riesgo de efectos secundarios.
Así, dado que el peeling deja a la piel desprotegida, es esencial tu compromiso con el cuidado diario de la piel.
Asimismo, es importante que estés bien informada: sobre las opciones de peeling, tu fototipo, tus sensibilidades, los productos a utilizar, el profesional que realizará el tratamiento y cómo cuidarte.
Podrás enterarte de parte de estas cuestiones aquí.
Si tenés pensado hacerte un peeling, evitá realizarte cualquier tratamiento que haga que esté contraindicado, como el uso de retinoides, fenoles, láser u otros peelings.
Asimismo, evitá tomar sol sin protección, usar camas solares, exfoliarte o afeitarte, que también es una forma de exfoliación y que podría irritar la piel.
También se recomienda evitar tratamientos para el cabello, como alisado permanente, teñirse u otros que usen químicos que podrían reaccionar en caso de peeling químico.
Además se recomienda evitar tomar aspirinas en la semana anterior al tratamiento y no ir al gimnasio 24 horas antes del mismo. *
Se considera que la mejor época del año para hacerse un peeling es el invierno.
Aunque, en teoría, el verano también está bien, siempre y cuando te cuides mucho. Como nunca sabés si vas a cumplir o si la vida va a interferir, lo mejor es en invierno para estar segura. Es igual que con el aclarado de la piel.
Esto se debe a que también deja a la piel desprotegida y expuesta, al quitar una capa de esta.
La frecuencia con que se realiza puede variar según el método. Para un peeling cosmético, puede variar de una vez al mes a una vez cada semana.
Ya habiendo explicado qué es el peeling, las precauciones, expectativas y contraindicaciones, voy a mencionar por qué alguien, a pesar de sus posibles riesgos, querría hacerse un peeling cosmético. Seguro que ya habrás leído algo de esto, así que voy a repasar los beneficios que puede traer este procedimiento, de manera general.
En general, los peelings pueden usarse para:
Un peeling puede ser una herramienta de belleza especialmente útil al aumentar la edad, debido a que el ritmo con el que se recambian las células va disminuyendo. Así, el peeling puede ayudar mucho a mantener la juventud de la piel.
Y, como veremos, también tiene usos para el tratamiento de afecciones específicas, como acné.
Los peelings pueden clasificarse según la profundidad, es decir, hasta qué capa de la piel son capaces de llegar, y por el medio utilizado.
Este tratamiento puede clasificarse en:
Actúan en la epidermis, la capa más superficial de la piel.
Retiran el estrato córneo.
Son de tipo cosmético.
En este artículo, me voy a enfocar más en este tipo de peeling.
Estos llegan hasta la dermis papular, esto es, la primera subcapa de la dermis, tratando también a la epidermis.
Son de grado médico, por los que los debe realizar un dermatólogo.
Se realizan con compuestos como ácido tricloroacético o concentraciones mayores de AHAs.
No me voy a centrar tanto en este tipo de peeling en este artículo, que pretende ser una guía básica de tipo cosmetológica.
Llegan hasta la dermis reticular, esto es, la segunda subcapa de la dermis, tratando también a la epidermis.
También son de grado médico.
Se realizan con sustancias potentes como el fenol o concentraciones mayores de ácido tricloroacético.
De nuevo, no me voy a enfocar en este artículo sobre este tipo de peeling, que es más propio del dermatólogo.
Según los medios utilizados, los peelings pueden ser físicos o químicos.
Este tipo de peelings se realiza con la aplicación de un instrumento físico, con el que se retira la capa córnea de la piel.
En este aspecto, se considera que tiene los mismos beneficios de renovación de la piel que los peelings químicos.
Así, puede mejorar la textura de la piel, uniformar el tono, reducir manchas y cicatrices, suavizar arrugas, fomentar la formación de colágeno y elastina y aportar firmeza, elasticidad y luminosidad.
Tipos de peelings físicos son:
El peeling con punta de diamante consiste en el uso de un aparato o máquina que barre con las células muertas de la piel, impurezas, puntos negros y toxinas.
Este aparato cuenta con un cabezal, sostenido por puntas de diamante, desde el cual se realiza una succión leve de la piel y se arrastran las impurezas.
Según el tipo y sensibilidad de la piel y la zona a tratar, varía la intensidad de succión y el tipo de cabezal, el cual puede ser más o menos abrasivo.
Esto se mide a través de micras. Cuantas más micras, más abrasivo será el cabezal.
Por ejemplo, un cabezal de 250 micras, el cual puede servir para una piel grasa asfixiada.
En cambio, un cabezal con menos micras, por ejemplo, 75, será menos abrasivo y puede servir para pieles sensibles o con principio de rosácea (con la enfermedad aun no manifestada).
Una abrasión media puede ser entre 120 a 180 micras.
La succión de este aparato literalmente se lleva las células muertas de la piel, lo que se puede comprobar al limpiarlo con un cepillo.
Así, es importante mantenerlo limpio y realizar la higiene correspondiente con el cepillo y el alcohol o solución antibacterial luego de usarlo en cada cliente.
Este tratamiento no utiliza ningún tipo de químicos y, en principio, no vuelve a la piel fotosensible. Aún así, sí la deja más expuesta, por lo que sigue siendo importante protegerse.
Es un tratamiento no invasivo, indoloro y moderno, que presenta varias ventajas.
Entre ellas se encuentran:
Para usar este método como peeling, se puede hacer una vez por semana, por lo menos tres semanas o sesiones.
Para mantenimiento, se recomienda una vez al mes.
Se realiza con un bisturí de tipo médico, el cual debe ser de acero quirúrgico. La hoja debe ser de calibre 10.
No es como el rasurado, ya que se utiliza una hoja más fina y se es más específico.
El bisturí debe pasarse por la cara, siguiendo el óvalo facial, en un ángulo de 45º. Es decir, debe estar inclinado, no horizontal ni vertical. Además, no se debe ejercer presión. Esta no es necesaria, dado el filo de la hoja.
El tratamiento no presenta efectos secundarios. Salvo el de dejar la piel expuesta y más sensible al sol, por lo que es importante usar protector solar. Este es un efecto que presentan todos los peelings, en mayor o menor medida.
Más allá de eso, no presenta las desventajas de los peelings químicos, como quemaduras o reacciones adversas. Si está bien hecho, tampoco debería provocar heridas.
El dermaplanning remueve las células muertas, la suciedad y el vello en el rostro. Deja a la piel más suave, luminosa y de un tono más claro. Estimula los fibroblastos, por lo que estos producen más colágeno y elastina. Dado que aclara la piel, puede ayudar a mejorar la apariencia de las manchas.
Puede que se vean los efectos en el día o al día siguiente al tratamiento. En general, se aprecian en poco tiempo.
Se recomienda realizarlo cada 4 semanas o 1 vez por mes. Esto se debe a que, por la renovación celular, volverán a aparecer células muertas acumuladas a los 21 días.
No es necesario que este peeling físico esté acompañado por activos químicos para peeling. Es ya un peeling en sí, por lo que los activos que deberán acompañarlo deberían ser los mismos que se usan luego de un peeling químico: descongestivos, calmantes, regenerativos, hidratantes y protectivos; y no los ácidos.
Se trata de un aparato con un cabezal de acero quirúrgico en ángulo y que emite ultrasonido, es decir, una onda de vibración de alta frecuencia, como resultado de la percusión. Esto actúa sobre la epidermis hasta la dermis. Así, puede tener varios usos: para limpieza, como tratamiento anti-age, masaje lifting, para prevenir el acné y para peeling.
Estos aparatos suelen llevar unos botones que te permiten elegir qué uso le querés dar.
Para hacer un peeling, se elige la opción de limpieza o exfoliación, se coloca el ángulo hacia abajo sobre la piel y se desliza siguiendo las líneas del rostro.
Actualmente también existen técnicas con láser para realizar un peeling a la piel.
Una implica usar el calor del láser para quemar la capa córnea.
En otro tipo de peeling con láser, se llega a la dermis.
También se los suele combinar a ambos, para conseguir mayores resultados.
Así, permite reducir cicatrices, tratar el acné, suavizar arrugas, otorgar firmeza a la piel, aumentar la luminosidad, reducir manchas, aclarar y uniformar el tono.
Antes de su aplicación, se coloca una crema anestésica.
Es un método efectivo, pero que conlleva más riesgos, en tanto puede provocar enrojecimiento, inflamación y hasta costras, lo cual se resuelve al cabo de 5 a 7 días.
No es apto para pieles sensibles. Además, puede que las pieles oscuras no respondan bien al tratamiento o requieran muchos más cuidados. Por seguridad, te recomendaría otro método, si es tu caso o si tenés piel muy sensible.
Se considera que la efectividad es casi inmediata y se recomienda realizarlo una vez al año. Si se requiere de más de una sesión, deberán ser cada 2 a 3 meses.
Este tratamiento es más propio de la dermatocosmética que de la cosmética en sí, debido a los riesgos que implica. * *
Este tipo de peelings se realiza con distintos tipos de ácidos.
Aunque todos pueden servir para renovar la piel, todos tienen efectos añadidos distintos. Así, algunos son ideales para aclararse la piel, otros para tratar el acné . y otros para rejuvenecer. Unos pueden ser usados para cumplir varios fines al mismo tiempo y otros son más específicos.
A continuación te cuento más sobre ellos:
Los alfahidroxiacidos son ácidos de origen natural.
Son solubles en agua y actúan en las capas superficiales de la piel, exfoliándola. Son capaces de hidratarla, por lo que suelen ser aptas para pieles secas. Ayudan a acelerar la renovación celular.
Son capaces de mejorar la apariencia general de la piel, primero ayudando a la renovación celular y luego promoviendo la formación de piel más gruesa, con mayor cantidad de colágeno y elastina. Aumentan la suavidad, firmeza y uniformidad.
Para usos cosméticos, se utilizan en concentraciones no mayores al 10%.
Los alfahidroxiácidos son:
Este AHA deriva de las almendras amargas y es el más suave de este grupo. Esto se debe al alto peso molecular de sus moléculas, lo que hace más difícil su penetración en la piel y que su efecto sea así más lento. Se puede considerar por ello más seguro. Asimismo, requiere más sesiones para tener efecto.
De esta manera, es adecuado para quienes nunca se han realizado un peeling y para pieles oscuras.
Se considera que el ácido mandélico presenta las siguientes ventajas:
Puede hacerse un peeling con mandélico de 1 vez por semana a 1 vez cada 2 semanas. Pueden requerirse entre 4 a 8 sesiones.
Este AHA deriva de la caña de azúcar. Es más fuerte, debido a que el peso molecular de sus moléculas es más bajo, lo que hace que penetre la piel más fácilmente. Así, actúa más rápido y requiere de menos sesiones. Es, por lo mismo, algo más riesgoso, pudiendo irritar la piel, y no apto para pieles oscuras.
Presenta como ventajas:
Deriva de la leche agria. Se encuentra de manera normal en el cuerpo y es un compuesto natural de la piel.
Es más suave que el glicólico, dado que su peso molecular es más alto que el de aquel, pero más fuerte que el mandélico.
Presenta como beneficios:
Este AHA deriva de las uvas. También se encuentra en los plátanos y tamarindos. Suele presentar una coloración roja.
Presenta un peso molecular alto, el doble del del glicólico. Así, se suele usar en conjunto con otros ácidos para asegurar la efectividad.
Tiene como ventajas:
Deriva de las manzanas. También presenta alto peso molecular y actúa de manera lenta.
Se suele usar en conjunto con otros ácidos.
Presenta como beneficios:
Deriva de los cítricos, como limón, naranja, lima o pomelo (toronja).
Es utilizado para pieles grasas, en tanto disminuye la cantidad de óleo, regula la secreción sebácea y achica los poros.
Tiene un ph muy bajo, por lo que puede sensibilizar la piel.
No es apropiado para pieles secas, maduras ni sensibles.
Se suele agregar en cosméticos y no se acostumbra usarlo solo.
Al actuar, se descompone en ácido láctico, con lo que logra preservar la hidratación de la piel.
Es aclarante, queratolítico, antibaceteriano y seborregulador.
Se considera que es muy efectivo, dado su bajo peso molecular y fácil penetración. Así, es usado para hacer peelings profundos y medios (dermatocosmética).
Presenta como ventajas:
Los betahidroxiácidos son solubles en aceite, con lo que son aptos para pieles normales a grasas. Actúan en la superficie de la piel y dentro del poro, limpiándolo en profundidad.
Dado esto, su acción es más fuerte.
Para uso cosmético, la proporción utilizada es hasta el 2%.
El betahidroxiácido más utilizado es el:
Este es el BHA más conocido (y el único popular, al parecer). Deriva de la corteza de sauce.
Retira la capa externa de la piel y limpia dentro del poro. Así, puede ayudar a las pieles grasas.
Tiene como ventajas:
Como desventaja, puede resecar la piel. *
Estos ácidos son bastante recientes en la cosmética, con lo que aún no se conoce acabadamente todo sobre ellos. Se producen a partir de la oxidación de la lactosa.
Sin embargo, se los considera de última generación y menos propensos a irritar la piel, dado su mayor peso molecular. Son suaves y pueden fomentar la renovación celular, hidratar y combatir los radicales libres.
Presentan una estructura molecular similar a los alfahidroxiácidos y son también solubles en agua.
Así, tienen muchos de los beneficios de los AHAs, pero son más suaves. Dado esto, se los puede encontrar en cosméticos para aclarar la piel, para limpiarla e, incluso, para hidratarla.
Al mismo tiempo, su potencial hidratante y antioxidante es mayor al de los AHAs.
Entre ellos se encuentran:
Este es el PHA más conocido.
Presenta como ventajas:
Este PHA deriva de la oxidación de la glucosa del maíz. Es, además, un principio activo que se encuentra en el ácido glicólico.
Se considera que combina bien con todo tipo de cosméticos e ingredientes. Por ejemplo, puede potenciar la acción de los retinoides, sin incrementar la sensibilidad.
Tiene como ventajas:
Este es un ácido dicarboxílico y deriva de cereales, como el centeno, trigo o cebada. También se suele producir de manera sintética, oxidando el ácido oleico.
Como los alfahidroxiácidos, se usa en concentraciones de hasta el 10%.
Presenta muchas funciones, en tanto es antiinflamatorio, calmante, antibacterial, aclarante, despigmentante, antioxidante, anti-seborreico y queratolítico.
Así, es popular por ser un tratamiento adecuado para acné, rosácea y melasma.
Puede usarse en todo tipo de pieles. También en pieles sensibles, pero, si son muy sensibles, puede convenir usar un derivado del azelaico o hacer un peeling enzimático.
Asimismo, se considera seguro para usar durante el embarazo o la lactancia.
No debe mezclarse ni combinarse con retinoides, vitamina C o ácido glicólico.
En definitiva, presenta como ventajas*:
Este es un ácido hidroxicinámico y se halla presente en la pared celular de plantas y vegetales, aportando rigidez a la estructura y resistencia contra la degradación. Se lo puede encontrar, por ejemplo, en la pared celular del arroz, trigo, avena, cítricos, plátanos, calabacín, remolacha, repollo, moras, entre otros. Sin embargo, para fines cosméticos y farmacéuticos, es extraído del salvado de arroz, que contiene una gran concentración del mismo.
Es antioxidante, antiinflamatorio, despigmentante, antibacteriano y fotoprotector.
Es muy efectivo y fácilmente absorbido por la piel, pudiendo llegar a la dermis. Dado esto, para uso cosmético, se lo utiliza en concentraciones del 0,5%. Concentraciones mayores podrían irritar la piel, dada su potencia.
Debido a esto, no se recomienda adquirirlo como materia prima o puro, ya que, además, es muy difícil de dosificar, esto es, de medir y utilizar las cantidades adecuadas. Asimismo, es difícil de mezclar en agua o cosméticos y de alto costo.
Presenta como beneficios:
No es adecuado para pieles sensibles, con rosácea o tendencia a la dermatitis.
Puede que no siempre se encuentre el producto ni que todos los centros de estética ofrezcan el peeling con este ácido.
Aunque se considera que no causa fotosensibilidad, igual se recomienda cuidarse con protector solar durante, por lo menos, 15 días (si no lo hacés ya todos los días). También se recomiendan las cremas hidratantes y regenerativas.
Este es la forma activa de la vitamina A.
Si te estabas preguntando por la realización de este peeling con fines cosméticos, te aviso que su uso es médico (a pesar de que puede presentar beneficios estéticos) y sólo puede ser usado por un dermatólogo o recetado por este. Esto se debe a su potencia y riesgos que acarrea.
Se lo utiliza para el tratamiento del acné. También sirve para reducir las manchas y cicatrices que ocasiona esta patología.
Asimismo, puede tratar melasma, flaccidez, estrías y suavizar arrugas.
Para peeling, se usa en concentraciones del 1% al 5%. Recetado como medicamento tópico, viene en las farmacias en concentraciones del 0,01% al 0,1%.
Como mencioné, acarrea más riesgos, pudiendo presentar como efectos secundarios enrojecimiento, descamación, ardor, resequedad, inflamación y surgimiento de bultos y manchas.
Es un ácido orgánico derivado del ácido acético. Se considera que es muy agresivo para la piel, por lo que, en algunos países (Canadá, Brasil, países de la Unión Europea), su uso se encuentra prohibido en cosmética. Así, no se lo encontrará como ingredientes en productos cosméticos.
Es común su uso para la realización de peelings medios y profundos, en concentraciones del 35% al 50%.
Para uso cosmético, cuando se encuentra permitido, se utiliza en concentraciones de hasta el 10%.
Es despigmentante, antibacteriano, queratolítico y anti-age.
Tiene como beneficios:
A una concentración del 10%, se puede realizar un peeling con este ácido cada 2 a 3 semanas.
Cuando es menor al 8%, puede ser cada semana.
No es apto para pieles sensibles ni con rosácea. *
Deriva del hongo koji y se genera como subproducto de la destilación del sake, un licor japonés a base de arroz.
Este es un activo muy conocido por su efecto aclarante y para reducir las ojeras hiperpigmentadas, en tanto inhibe la enzima tirosinasa.
Aunque es más conocido para estos usos, también puede realizarse un peeling con el mismo.
Las concentraciones para un peeling cosmético con este no deben ser mayores al 5% y suelen ser del 1% al 4%. Mayores al 5% pueden causar irritación.
Es despigmentante, antimicótico, antibacteriano y antioxidante.
Presenta como ventajas:
No es apto para pieles muy sensibles. * *
Este es un tipo de peeling extremadamente suave, que se realiza a partir de las enzimas de distintas frutas. Las mismas pueden derivar de mangos, plátanos, papayas, piñas, calabazas o granadas.
Por su suavidad, se considera apto para embarazadas y lactantes. Asimismo, se lo llama “peeling de verano”, debido a que no deja a la piel tan desprotegida.
Presenta como beneficios:
Como desventajas, puede tardar bastante en hacer efecto y no siempre será efectivo.
Los peelings enzimáticos suelen ser de venta libre. Para usarlo, se aplica una pequeña cantidad sobre el rostro, previamente limpio, y se deja actuar por el tiempo indicado por el fabricante (podrían ser unos 15 minutos). Retirar con agua a temperatura ambiente.
Seguí los pasos indicados en la sección de peeling en casa. Puede que para el peeling enzimático no requieras guantes. Aún así, recomiendo que uses un pincel y no directamente las manos.
Como mencioné, el peeling dejará a tu piel más expuesta, al quitar la capa córnea de la misma.
Dado esto, es necesario que lleves ciertos cuidados, incluyendo mayor hidratación y protección.
Luego del tratamiento, también hay cierto número de cosas que se deben evitar:
También se recomienda suspender cualquier tratamiento medicamentoso para el acné por al menos 5 días.
Como medidas de protección y recuperación luego de este procedimiento están:
Como mencioné, la piel queda desprotegida. Tu cuidado más importante será el uso diario del protector solar.
Recordá que la luz UV se encuentra presente y te puede afectar tanto en invierno como en verano, aunque difieren en intensidad. También se considera que las pantallas eléctricas, como las computadoras, teléfonos móviles y televisores, emiten luz azul que puede afectar la piel. De esta manera, se recomienda utilizar protector solar en interiores, para protegerse de esta luz, así como de la radiación solar que entra por las ventanas.
Se recomienda utilizar protector solar factor 50, especialmente si se trata del rostro. Debe ser de amplio espectro, es decir, tanto para rayos UVA como UVB.
Podés elegir entre protectores solares físicos, químicos, mixtos, con color o sin él, a prueba de agua o no.
También podés hacer tu protector solar casero. Si eligís esta opción, que sea algo que ya estuviste utilizando previamente, con lo que habrás comprobado su efectividad y seguridad.
La exposición a la radiación UV incrementa el riesgo de padecer hiperpigmentación (manchas).
Además de todo esto, se recomienda limitar el tiempo de exposición al sol a horarios donde la radiación sea menor, evitando, por ejemplo, salir entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde (los horarios y su amplitud pueden variar según tu zona y la época del año).
También puede ser una buena idea usar sombrero y lentes de sol y, si el peeling fue realizado en el cuerpo, cubrir esa área, con ropa larga o calzado adecuado.
Podés leer los artículos sobre cómo protegerse mejor de la radiación ultravioleta y cómo elegir un protector solar para más información.
Ciertos tipos de peelings pueden hacer que se deshidrate la piel.
Así, cuidar la piel hidratándola puede ser una buena idea.
Hay distintos productos existentes para ello. Así, podrías usar un gel hidratante, el cual se absorbe más rápido, o una emulsión, que mantiene más la humedad.
El ácido hialurónico es un activo hidratante por excelencia, que podés agregar a tu rutina para lograr la hidratación que necesites. Por supuesto, la medida de la eficacia de los productos con este ingrediente va a depender de la calidad del mismo y la concentración o cantidad del ingrediente activo.
El ácido hialurónico también se puede utilizar en forma de sérum, en cuyo caso hay que, o bien aplicar agua en el rostro primero, o, mejor, agregar el sérum a una crema que ya tengas.
Otros activos hidratantes son la urea, el aloe vera y la glicerina. Este último ya se encuentra en una gran cantidad de productos.
La humectación te ayudará a mantener la humedad en la piel. Activos humectantes son, por ejemplo:
Estos activos tienden a crear una capa que retiene el agua en la piel, sin impermeabilizarla completamente.
No es necesario que te pongas mucha crema. Se debe utilizar con regularidad, simplemente.
También, tomá agua. Si no estás acostumbrada a tomar mucha agua, te podés hacer tés o limonadas sin azúcar (agua fría, limón y jengibre o menta, si te gusta).
Luego del retiro de la capa córnea, también pueden ayudarte activos que sirvan a la regeneración de la piel, con el fin de devolverla a su estado natural (y no hipersensible).
Activos regenerativos son:
Como el peeling puede dejar la piel algo irritada, también pueden servir productos que contengan activos descongestivos y calmantes.
Algunos de ellos son:
Mencioné muchos activos. Eso no significa que tengas que llenarte de cosméticos luego de hacerte un peeling. Podés atenerte a lo básico: limpieza (suave), hidratación/humectación y protección.
Asimismo, hay cosméticos que pueden cumplir varias funciones al mismo tiempo. Por ejemplo, son comunes las cremas hidratantes o humectantes a las que, además, se les agrega activos calmantes, regenerativos o anti-age, con lo cual se reformula también su manera de presentarse.
Por ejemplo, una crema humectante con manzanilla y niacinamida.
También podés agregar activos a tu rutina en forma de aguas o tónicos. Por ejemplo, un tónico herbal de manzanilla y malva para desinflamar y calmar la piel.
Por último, vamos a ver dónde o con quién hacerse un peeling y la posibilidad (o no) de hacerse un peeling en casa.
Esta es la opción más recomendable. Estarás en las manos de alguien que ha sido educado para realizar este procedimiento y que tiene experiencia. O eso se supone.
Como mencioné en otros artículos, hay que investigar a los profesionales. Fijáte si tienen algún certificado en su consultorio o preguntá a conocidas que te recomienden a alguien.
Todo esto viene a fin de reducir los posibles riesgos y tener una buena experiencia.
No presiones a tu profesional en que use productos más fuertes o que querés resultados más rápidos. Como mencioné ya, hay que tener expectativas realistas y buscar lo seguro. No hay que arruinarse la piel por ir rápido.
Esta opción puede ser más riesgosa, especialmente cuando se carecen de los conocimientos y experiencia para ello. Además, no en todos los países se venden los químicos para hacer peelings a no profesionales.
Si estás en este último caso, es mejor no insistir y acudir a un profesional.
Si podés conseguir los materiales, entonces, en primer lugar te recomiendo que elijas un peeling suave. Podés hacerte un peeling enzimático o con ácidos suaves como mandélico o lactobiónico.
No recomiendo usar ácidos ni productos muy fuertes (combinación de ácidos para peeling) en casa, debido a los posibles riesgos.
Siempre debés seguir las instrucciones del fabricante, que se encuentran en el envase, para usar el producto. Estas indicarán cuestiones como la cantidad de tiempo que debe permanecer el producto en la piel. Nunca te pases de lo indicado.
Tené en cuenta estos pasos para realizar el peeling:
La piel debe estar ya desmaquillada y limpia. Nunca te saltees este paso.
Aplicá el producto utilizando un pincel para el rostro y guantes, si usás ácidos. Podés encontrar pinceles para el rostro en distribuidores de cosmética.
Al aplicarlo en el rostro, no lo pongas en el área alrededor de los ojos ni en los labios.
No toques el producto con las manos, ya que podría irritarte.
Dejá el producto en la zona por el tiempo indicado por el fabricante en el envase. Este podría variar de 2 a 15 minutos. Poné una alarma para que no se te pase el tiempo (¡es muy importante!).
Retirá el producto con agua a temperatura ambiente. Usá un algodón para arrastrar el ácido. Asegurate de que no entre en contacto con los ojos ni labios.
Si sentís sensación de ardor o dolor antes de que termine el tiempo indicado, retirá el producto antes.
Es normal sentir cierta sensación de tironeo o picor leve.
Luego del peeling, podés aplicarte una crema hidratante, humectante, regenerativa y/o calmante. Podés usar la crema de siempre, si no está contraindicado.
Una opción también es ponerse una mascarilla de aloe vera, que refrescará, hidratará y ayudará a la regeneración. Luego, se remueve la mascarilla y te podés poner una crema o directamente seguir al paso siguiente:
Este también es un paso muy importante:
¡Ponéte el protector solar como último paso!
El peeling es una herramienta más en tu botiquín de belleza y cuidados que podés usar para renovar tu piel. Esto puede servir para generar mayor firmeza y elasticidad, eliminar manchas, uniformizar el tono, disminuir cicatrices y hasta tratar el acné.
Sin embargo, conlleva también ciertos riesgos, lo que hace necesario tener determinados cuidados. El más importante es el uso de protector solar, con el fin de evitar la hiperpigmentación como efecto secundario, dado que el peeling puede dejar a la piel fotosensible.
Los peelings cosméticos se diferencian según el medio utilizado sea físico o químico. El dermaplanning y la punta de diamante son peelings físicos muy populares. Por otro lado, los peelings químicos se realizan con los conocidos alfahidroxiácidos. Además, también se usan los betahidroxiácidos y los novedosos polihidroxiácidos.
Cada ácido presenta sus propias formas de actuar y ventajas específicas.
Idealmente el peeling debe realizarse en un centro de estética o en las manos de un profesional reputable. Excepcionalmente puede realizarse en casa, en tanto sea suave y se respeten los pasos indicados y cuidados.
¿Alguna vez te hiciste un peeling? ¿Cuál fue tu experiencia?
¡Comentá y compartí!
El propylene glycol, glicol de propileno o propilenglicol es un ingrediente cosmético que podemos encontrar… Leer más
El dipropylene glycol, glicol de dipropileno o dipropilenglicol es un ingrediente cosmético que podemos encontrar… Leer más
El ammonium polyacryloydimethyl taurate o poliacriloildimetil taurato de amonio es un excipiente que vamos a… Leer más
Vimos en un artículo anterior, que el hidroxyethilpiperazine ethane sulfonic acid o ácido hidroxietilpiperazina etano… Leer más
Si sos una de esas personas que confía en que las terapias herbales y los… Leer más
Ver comentarios